26 años


26 AÑOS
por
SHIMA_SUZUKI



Capitulo 1

Era el turno de Reita y Ruki para la entrevista de radio, era octubre, 14 de octubre para ser exactos, los fans mandaban sus mensajes o historias para que ellos las leyeran y dieran así un punto de vista cada uno.
—“Ruki-san, Reita-san buenas tardes. —Empezó a leer Reita—Sé que viajan mucho cuando están de gira ¿Hay algo que no les guste de tomar el tren bala o el avión? Para mi es el tema de reclinar el asiento. Quiero que haya un consenso sobre si hay que preguntar o no a la persona que tienes detrás. Antes de reclinar el asiento ¡tengan cuidado! ¡We rock!”…
—Mmm…—Ruki se quedó pensando un momento mientras Reita comenzaba a hablar.
—Entiendo muy bien lo que quiere decir. —Empezó Reita— Los asientos en el tren bala, bueno si la persona que tengo detrás es uno de ustedes entonces me siento muy aliviado porque puedo reclinar el asiento todo lo que quiera.
—Pero hay gente que se preocupa por eso ¿Sabes?
—Bueno quizás un poco
—No me preocupa para nada. —dijo Ruki a lo cual Reita se rio.
—Especialmente si es en primera clase la gente está más o menos preparada para eso…—dijo Ruki acomodándose en su silla.
— ¿Vas en primera clase?
—Si, por supuesto…—dijo Ruki con una sonrisa de superioridad en los labios, a lo cual Reita solo se rio murmurando un “por supuesto”.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*
— “Reita-san, Ruki-san buenas tardes” —empezó a leer de nueva cuenta Reita otro mensaje.
—Buenas tardes—contesto Ruki por modales.
— “Llevo saliendo con mi novio casi un año pero todavía no nos hemos cogido de la mano”… —siguió Reita.
—Mmm…
—Entre paréntesis ella pone “Pero hemos hecho otras cosas lol”
—Mmm... —Ruki sigue sin muchos comentarios pero, inevitablemente Reita comienza a reírse después de leer eso.
—“Quiero caminar agarrados de la mano pero nunca me lo ha pedido y yo soy demasiado tímida como para pedírselo… Mi objetivo es cogernos de la mano antes de que hagamos un año de novios, es raro salir con alguien y no cogerse de la mano ¿Verdad?, ¿Sois el tipo de chico que le gusta ir de la mano con su pareja?”
—Mientras escuchaba esto se me ha ocurrido algo...deberíamos hacer una sección llamada “Mi lado oscuro” —inevitablemente se rio ante su propia idea.
—Oh, buena idea. —dijo Reita sonriendo.
—Abe-chan saldría en esa sección.
—Todas las semanas tendremos la sección “Mi lado oscuro”...y ¿Qué clase de contenidos incluiremos? —sonrió Reita de manera malévola.
—El contenido será...nosotros...valorando las profundidades del lado oscuro de la gente JUJUJUJU y dándoles un premio...
—Nos pregunta si es raro salir con alguien durante un año sin haberse cogido nunca de la mano. —retoma el tema Reita pues se estaba desviando un poco.
—Ya, pero hacen “otras cosas"—Ruki volvió a reír.
—Si pero...me pregunto si simplemente están liados o si salen de verdad aunque no se tomen de la mano.
—Mmm... Es raro ¿No?
—Pero si la chica te agarra la mano...
—Aww eso sería adorable. —dijo Reita bastante conmovido pues en Japón no es muy común que una chica tome la iniciativa en esas cosas.
— ¿Verdad que si?
Poco después de esas palabras ambos ríen.
— “¿verdad que si?” —dijo Reita imitando el tono de voz en el que Ruki dijo eso.
—Me pregunto porque será... —dijo Ruki regresando al tema, se estaban desviando mucho otra vez.
—Quizás el chico sea demasiado tímido y le de vergüenza tomarle la mano en público. Pero me apuesto lo que sea a que se alegraría mucho si ella le cogiese de la mano…—dijo Reita encogiéndose de hombros.
—Ah eso estaría bien pero esta chica no tiene pinta de que va a hacer eso...
—Mmm...
—Es que como ha dicho que es demasiado tímida hasta para decir algo
—Si... —soltó un leve suspiro—Debería escuchar el programa con su novio, propuso Reita con algo de entusiasmo.
—Uh... ¿Eso no sería un poco incómodo? —Ruki se le quedo mirando un momento para después volver a regresar al tema—Me pregunto por qué no se cogen de la mano...
—Me pregunto qué clase de relación tienen, digo, es extraño…
—Sí, la primera vez que salieron... ¿Ni si quiera se cogieron de la mano? —dijo Ruki incrédulo pues es algo que comúnmente se hace en una primera cita.
—Si...
— ¿Por qué? Es muy raro...
—Sí, sobretodo porque hacen otras cosas...es raro...
—Sí, el hecho de que hagan otras cosas hace que todavía sea más raro
—Si... ¿Así que dejando a un lado las manos se agarran de otros lados?

—Mmm...¡¿Qué otras cosas se agarran parte de las manos?! Deben de estar haciendo algo ilegal... —Dijo Ruki haciendo que Reita se riera.
—Si...lo es, en plan cuando vas por la calle con alguien no le...quiero decir, hasta nosotros nos cogemos de la mano cuando andamos por la calle…—dijo Reita despreocupado.
—Si...Espera ¿Qué? —Ruki reacciono tarde.
— ¿Qué? —dijo Reita con una sonrisa en sus labios
Después de eso ambos se parten en risas.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Iban de camino a casa, pues ya desde hace unos meses que ambos chicos vivían juntos.
— ¿Por qué lo dijiste así de repente? —dijo Ruki en un hilo de voz, no se veía feliz.
— ¿El qué? — dijo Reita en medio de un bostezo.
— El que me tomaras de la mano cuando paseamos, ahora todos creerán que somos pareja…
— ¿Y qué no lo somos Ruki? —dijo Reita esta vez bastante más serio que al inicio de la conversación.
—Sí, si lo somos, pero no quiera que lo supieran—iba a continuar pero Reita lo interrumpió.
— ¿Porque? ¿Te avergüenza que sepan que somos pareja? ¿Es eso Ruki?
— ¡No!, ¡no es eso Reita! Es solo…—dudo un poco en continuar—es solo que aún no estoy listo para que se sepa lo nuestro…
—…okey—no dijo nada más y comenzó a caminar en la dirección contraria a la que iban.
— ¿A dónde vas? ¡Nuestra casa es hacia el otro lado! — grito Ruki para que Reita lo escuchara.
—Iré con Uruha—dijo a secas y lo suficientemente alto para que el menor escuchara.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*
El cuarto estaba obscuro a pesar de ser de día, el dueño de esa casa seguía durmiendo aun siendo las 2 de la tarde. La puerta de aquel departamento empezó a ser golpeada con violencia, haciendo resonar los golpes por todo el callado departamento, por ende, aquel que se encontraba dormido se levantó con pereza para abrir la puerta mientras gruñía algún insulto.

— ¿Qué es lo que quie-…?--iba a seguir quejándose pero un molesto rubio entro sin invitación dirigiéndose directo a la cocina, más específico a la nevera, donde el castaño guardaba el licor. — A sí, claro, pásate…—dijo en un suspiro mientras cerraba la puerta.
Cuando Uruha se dio cuenta Reita ya estaba sentado en el comedor de la cocina bebiéndose toda su reserva de alcohol.
— No me digas… ¿te pelaste con el enano otra ves? —sonrió al escuchar un gruñido proveniente del rubio, había acertado. — ¿Qué fue esta ves?
Reita no dio respuesta simplemente continuo bebiendo mientras miraba la vacía mesa. Uruha se sentó enfrente de él, tomo la mano de Reita, la cual descansaba sobre la mesa con el puño cerrado.
—Vamos…puedes confiar en mí, soy tu mejor amigo ¿o no? —le sonrió de manera cálida, obteniendo una sonrisa melancólica como respuesta.
Poco después de eso Reita comenzó a platicarle lo que había pasado escasas horas antes con Ruki, y como se sentía respecto a eso.
—Mmm…ya veo—dijo Uruha mientras meditaba lo que acababa de contarle Reita—…no sé qué pase por la cabeza de Ruki, pero creo que mínimo debió pensar en cómo podrían afectarte a ti esas palabras, quiero decir… llevan saliendo desde hace 2 años y hasta ese momento nadie lo sabía, creo yo que ya era el momento de decirlo.
—Pensé lo mismo, realmente pensé que era el momento, que estaría listo después de tanto tiempo…pero al parecer se avergüenza de que yo sea su pareja…—un largo suspiro salió de los labios de Reita, recostando después su cabeza sobre la mesa.
A Uruha realmente no le gustaba ver a Reita así, no le gustaba verlo sufrir por problemas de amor. Uruha lo quería, lo quería mucho, y al paso de los años ese cariño se fue trasformando en amor, un amor no correspondido, llevaban 25 años de amistad, casi 26, y el hasta la fecha no había podido confesar sus sentimientos, puesto que Reita le había confesado que se había enamorado, de nada más y nada menos que de Ruki. Por un largo tiempo Uruha se deprimió, pero supo que eso no serviría de nada, solo preocuparía a su amigo y lo que menos quería era perturbar su felicidad, pues sorpresivamente Ruki había aceptado los sentimientos de Reita.
Un largo suspiro ahora salió de los labios de Uruha, estiro su mano y comenzó a acariciar suavemente los rubios cabellos de Reita tratando, de algún modo, de darle un poco de ánimo.
—No quiero volver a casa…—dijo de repente Reita, rompiendo el silencioso consuelo que Uruha le estaba dando.
—Sabes que aquí siempre eres bienvenido—dijo el castaño sin dejar de acariciar sus rubios cabellos.
—Necesitaría ir por mi ropa…pero realmente no quiero volver ahí, al menos no por ahora…
—Yo iré por ella, tú no te preocupes por eso…—dijo el castaño levantándose de la mesa para después ayudar a su amigo a levantarse—ahora, tú lo que debes de hacer es dormir un poco, bebiste mucho…
— ¡No bebí tanto!-se quejó el rubio, aunque en realidad se había terminado dos botellas de sake en el rato que habían estado hablando.
Uruha simplemente ignoro sus quejas y lo llevo a la habitación, lo recostó y cubrió con las cobijas, Reita casi al instante se quedó dormido, no tenía mucha resistencia al alcohol, así que después de escuchar un “volveré pronto tu descansa” por parte de Uruha, se entregó por completo al sueño.

Ruki llevaba ya bastante rato en el departamento, solo, trato de marcar al teléfono del bajista pero lo mandaba directo a buzón, quiso ir al departamento del guitarrista pero sabía que no lo dejaría entrar a ver a Reita, Uruha era muy sobreprotector cuando se trataba de “su mejor amigo”, ya se estaba impacientando, no era tan tarde, apenas eran las 5, pero ya eran 3 horas desde que se habían salido de la compañía de radio, trato una vez más de llamar al bajista, pero cuando estaba a punto de marcar el teléfono se abrió la puerta del departamento, Ruki corrió a la sala esperanzado en que Reita por fin había llegado, pero se decepciono al ver que era Uruha quien entraba con las llaves que le había dado al rubio.
— ¿Qué haces aquí Uruha? ¿Y Reita dónde está? —dijo un poco alterado.
—…—Uruha no dijo nada, simplemente entro al departamento, más específico al cuarto donde Ruki y Reita dormían, agarro la primera bolsa de viaje que encontró y comenzó a meter la ropa del bajista, sudaderas, playeras, pantalones, un par de botas y sus banditas para la nariz. Estaba a punto de ir por la ropa interior cuando Ruki lo jalo del brazo
— ¡Uruha te estoy hablando! ¡No puedes entrar a mi casa así como así!
—En primera…—dijo Uruha de repente con una voz bastante seria para el gusto de Ruki— no es TU casa, es casa de Reita y tuya, por lo tanto puedo entrar, ya que Reita me pidió que viniera.
— ¡Aun así! Fue de muy mala educación la manera en la que entraste, existen modales y formas de pedir las cosas ¿sabes? —dijo Ruki en casi estado de histeria, ya estaba bastante alterado como para que viniera Uruha y se comportara como si fuera el dueño de la casa. — ¡Además! ¿Qué estás haciendo con la ropa de Reita? ¿A dónde te la llevas? Y ¿¡Por qué!?
—El me pidió que viniera pos su ropa, yo solamente le hago el favor.
— ¡NO! ¡No te vas a llevar nada más!
—Bueno—dijo Uruha con indiferencia dirigiéndose a la salida de la casa solo con la ropa que había alcanzado a agarrar— no es como que importe mucho, después de todo, él y yo ya hemos compartido ropa interior…—dichas esas palabras dejo el departamento, dejando a un muy confundido y celoso Ruki dentro.

Uruha regreso en poco rato a su departamento, muy probablemente imaginando lo que Ruki estaría haciendo dentro de ese departamento, en su cabeza  se imaginaba como un furico Ruki aventaba los cojines de la sala, tiraba las lámparas de noche, rompía las fotos, tiraba los discos, Uruha pensó que se estaba excediendo un poco, Ruki no sería capaz de hacer todo eso, o al menos eso pensaba el, pues el departamento que había abandonado hace poco más de media hora, estaba hecho un completo y absoluto desastre gracias a la ira contenida de Ruki.
Pronto Uruha empezó a acomodar la ropa de Reita en su propio armario, una vez termino de acomodar todo, se sentó en la cama, mirando al rubio dormir, le recordaba a esas veces en su niñez cuando se quedaban a dormir en la casa del otro, se acostó a su lado, quedando ambos frente a frente, acaricio su rostro con mucha suavidad para evitar despertarlo, aunque prácticamente sería imposible, Reita tenía el sueño bastante pesado, miro con detalle su rostro, en especial esa pequeña nariz que siempre se le había hecho adorable, aun así, entendía que el rubio quisiera cubrirla, pues era bastante inseguro respecto a eso, acaricio esta con suavidad, obteniendo un pequeño suspiro como respuesta, rio levemente y lo más bajo posible, continuo mirándolo dormir, se acercó un poco más, Reita  estaba dormido, bien podría besarlo y este nunca se enteraría, estaban realmente muy cerca, solo un par de centímetros más y podría besarlo, pero desistió a la idea y el beso que iba para los labios del mayor, termino en su pequeña nariz. Suspiro de nuevo, aparto un poco el cabello de la cara del rubio, sin saber en qué momento el sueño también se apodero de él.

Pocas horas después el primero en despertar fue Reita, miro el reloj, eran la 1 am, suspiro y se recostó de nuevo, miro a su lado, cuando su vista se pudo acostumbrar a la obscuridad noto a Uruha durmiendo, sonrió y acaricio su cabeza con mucha suavidad, se levantó y estiro un poco, comenzó a quitarse la ropa, por lo general solo dormía en bóxer y una playera ligera, así que una vez solo en ropa interior miro a su amigo, el aún estaba vestido así que se decidió a desnudarlo, para que de algún modo pudiera dormir más cómodo, le quito los pantalones con cuidado al igual que los calcetines, los coloco en la cesta de ropa que tenía el castaño para después seguir con su playera, se apoyó en la cama, quedando encima de Uruha mientras le quitaba la playera con el mayor cuidado posible para que no se despertara, al momento de pasar por la zona de su pecho, las manos de Reita rozaron los pezones del más alto, arrancándole un jadeo bastante erótico. Reita se sonrojo levemente y trato de seguir con su tarea, pero Uruha ya no se encontraba dormido, ahora estaba con los ojos abiertos como platos y terriblemente sonrojado, solo que Reita no se dio cuenta de esto último gracias a la obscuridad.

— ¿Q-Que es tas haciendo? —la voz de Uruha tembló levemente, estaban en una posición que daba para interpretar muchas cosas.
—Y-Yo…—tartamudeo, ¿Por qué?, ¿Por qué de un momento a otro se sentía nervioso? — yo creí que estarías más cómodo si te quitaba la ropa…—el sonrojo en sus mejillas iba en aumento, no entendía porque se sentía tan avergonzado de repente.
—Oh…ya veo…—el castaño le sonrió para tratar de calmar el nerviosismo que estaba surgiendo en Reita en esos momentos—Bueno… en ese caso yo termino, tu puedes volver a dormir.
Fue cuando Reita se dio cuenta que aún se encontraba encima de Uruha, así que se quitó rápidamente, acostándose del otro lado de la cama. Uruha termino de quitarse la playera, tocando su pecho por un momento, sonrojándose de nuevo al saber que las manos de Reita habían estado ahí aunque sea solo por unos instantes, dejo la playera donde el rubio había dejado el resto de la ropa, busco su pijama, se la coloco rápido y volvió a acostarse, ahora ambos se daban la espalda. Uruha estaba durmiéndose de nuevo, prefirió dejar de pensar en eso, en cambio Reita ya no podía volver a dormir, la visión del más alto debajo de él soltando un muy erótico jadeo lo desconcertó, y mucho, Uruha era su mejor amigo, no podía verlo de otra manera, definitivamente no podía, pero esa imagen no salía de su cabeza, y muy probablemente nunca saldría de ella; trato de dormir, de verdad que lo trato, pero el hecho de tener a Uruha durmiendo  menos de un metro de él lo tenía alterado, se planteó la idea de dormir en el sillón d ella sala, pero, ¿desde cuándo él tenía que dormir en otro lado cuando iba a casa de Uruha? Siempre compartían cama, se le hacía bastante tonto pensar en esa posibilidad ahora, sin saber cómo, el hecho de estar pensando tanto tiempo en eso hizo que se durmiera, en un par de horas tenían junta con los directivos de la empresa para las “vacaciones” navideñas.

Dieron las 8 de la mañana en punto y el despertador empezó a sonar, Uruha estiro su mano y lo apago, estaba dispuesto  a seguir durmiendo pero el movimiento de Reita junto con una voz bastante rasposa de recién levantado diciendo “hay que levantarnos” se lo impidió, con mucha pereza se levantó de la cama, se estiro un poco, miro a Reita levantarse con la misma o aún más pereza que él, rio un poco, se levantó y tomo sus cosas para ir a bañarse, Reita se dirigió a la cocina para hacer dos cafés bien cargados, una vez Uruha salió de bañarse entro Reita pero este se dio cuentan de que Uruha no había traído su ropa interior.
—Oye Uru… ¿y mi ropa interior?
—Ruki no me dejo tomarla, así que usa de la mía, no es como si fuera la primera vez que la usas…—dijo mientras se secaba el cabello al mismo tiempo que buscaba algo que ponerse.
Reita no le dio más vueltas al asunto y tomo unos bóxer del castaño, para después ducharse rápido, Uruha termino de vestirse, algo sencillo, pantalones ajustados de mezclilla, una playera holgada de tirantes y una de las chaquetas de cuero del mayor, tomo unas botas y se dirigió a la cocina a beber su café en lo que Reita terminaba de prepararse. Al poco rato Reita apareció ya vestido y se sentó junto con Uruha a desayunar, eran 8:45, estaban con buen tiempo, esperaron a que dieran las nueve para poder irse, así que se sentaron en la sala a conversar un rato.
— ¿Crees que se disculpe cuando nos veamos hoy en la compañía?...r13;pregunto Reita aun un tanto dolido, pero esperanzado en que las cosas se resolvieran.
—No lo sé Rei….es Ruki de quien estamos hablando…ese hombre tiene el orgullo hasta el cielo…—el corazón de Uruha punzo cuando había escuchado a su amigo preguntarle eso, así que de manera sutil trato de meterle la idea de que existía la posibilidad de que Ruki no lo perdonara, al menos no hoy, sabía que estaba mal, Reita era su mejor amigo, pero lo amaba, sabía que Reita amaba con locura a Ruki y eso le dolía, aprovechase de esta pequeña “pelea” sabía que no era de lo más correcto, y que solo se dañaba a si mismo al crearse falsas ilusiones de que en algún momento él podría estar con Reita.
Dieron las 9 y de eso ya no se habló más, se fueron a la compañía en el auto del castaño, el camino fue bastante silencioso, pues Reita venía pensando en quien sabe que mientras que Uruha se concentraba en la carretera. Al llegar a la compañía, se dieron cuenta de que, además de Kai, eran los primeros en llegar, Uruha saco su celular y se puso a jugar, Reita simplemente recostó  su cabeza en sus brazos sobre la mesa, aún tenía mucho sueño, poco a poco la sala de juntas se fue llenando, ya todos estaba presentes, incluso Ruki, el cual estaba ignorando de manera olímpica a Reita, este obviamente lo noto, se sintió mal, pero lo disimulo bastante bien concentrándose en la junta.
Ruki de vez en cuando miraba a Reita, pero este, lo ignoraba, si Ruki podía, él también lo aria, esto al parecer ofendió a Ruki, pues en todo lo que resto de la junta no volvió a mirarlo.
Cuando al junta termino, Reita y Uruha se fueron juntos de nuevo, Ruki miro la escena ardiendo en celos, pues Reita había pasado su brazo, por la cintura del castaño y este respondía pasando su brazo por los hombros del rubio, caminando al estacionamiento para irse juntos, por supuesto, a la casa del castaño.

Fin del capítulo 1


Capitulo 2


Habían pasado aproximadamente unas dos semanas desde que Reita se había instalado en casa de Uruha, semanas las cuales el castaño había disfrutado como nunca, pues todos los días podría ver a Reita durmiendo a su lado, se la pasaban la mayoría del tiempo jugando en la Play, o simplemente disfrutando la compañía del otro mientras bebían café.
Era domingo, así que no tenían por qué ir a la compañía, al menos ellos dos no, pues Kai siempre tenía juntas con los directivos y el staff, a saber de qué tanto hablaban.
—Creo que…—dijo de repente Reita, perturbando el pacifico silencio que estaba instalando en la sala en ese momento. —Creo que iré por el resto de mis cosas…
— ¿Vas a ir solo? ¿No prefieres que te acompañe? —dijo un tanto inseguro Uruha sobre la decisión de Reita pues el rubio aún no se encontraba “lo suficientemente estable” como para enfrentar a Ruki y su muy frecuente apatía.
—No…tengo que enfrentarlo tarde o temprano ¿no crees? —le dijo a su amigo con una sonrisa melancólica en los labios mientras se levantaba del sofá en el que estaban. — ¿Me llevare la moto vale?
—¡¡¡MAS TE VALE NO HACERLE NADA A MI MOTO SUZUKI!!! —dijo, no, casi grito Uruha cuando Reita ya tenía las llaves de la moto en sus manos.
—Sí, si…nada le va a pasar a tu bebe Takashima…—dijo siguiendo con el “juego de los apellidos”, para después salir del departamento, no muy seguro de lo que haría.


Reita abrió la puerta con sus llaves, cerró la puerta con tranquilidad, noto que no había nadie en la sala así que simplemente pensó que estaría en algún otro lugar  del departamento; se adentró al cuarto, tomo una maleta de encima del armario y se dispuso a guardar la poca ropa que quedaba suya en ese cuarto, Ruki, quien en ese momento estaba absorto en una taza de café que bebía tranquilamente en la cocina, no había notado que Reita había entrado al departamento al recoger lo poco que le quedaba ahí.
Ruki por inercia lo detuvo al verlo pasar ya con una maleta en mano, abrazándolo de manera posesiva por detrás.
—Aki…—dijo con melancolía en el tono de voz, se escuchaba realmente desanimado. — ¿Por qué te llevas tus cosas?... ¿vas a dejarme? ¿Ya no me quieres?...
Reita no dijo nada en ese momento, Ruki iba a comenzar de nuevo pero lo interrumpió, girándose para poder verlo de frente.
—Sabes que yo te amo, te amo como no tienes idea…pero me duele Ruki—dijo Reita en voz baja, no había necesidad de gritar o de levantar la voz—entiende que para mí es doloroso el hecho de que no quieras aceptar, algo que tiene ya 2 años de historia…
— ¡Entiende me tu a mí! ¡Aun no estoy listo para que esto se sepa! —exploto Ruki de repente.
— ¿¡Pero porque!? ¿Por qué aun no estás listo? ¡¿Qué tiene de malo que todos lo sepan?! —Reita también exploto, simplemente no entendía porque tanta negativa por parte de Ruki.
— ¡Aun no estoy listo! ¡Aun no lo asimilo! Entiende que aún es difícil para mí escuchar lo que los demás dirían de mí…de nosotros…
— ¿Estás diciendo acaso que te avergüenza salir conmigo?
Ruki se quedó callado mirando incrédulo a Reita, ¿Cómo acaso era posible para el rubio pensar que a le avergonzaba salir con él? Ruki lo amaba, realmente lo amaba, no lo cambiaría por nada del mundo. Estaba tardando mucho en contestar algo, por lo cual, Reita interpreto su silencio como un  “si me avergüenza” así que tomando de nueva cuenta su maleta, una vez dejo las llaves del departamento en la mesita de la sala, salió de aquel departamento que compartía con el vocalista.


Cuando Uruha abrió la puerta un MUY enfadado y quizás… ¿triste? Reita entro al departamento, fue a dejar su maleta a la recamara del castaño para después dirigirse a la cocina y atacar toda la recién comprada reserva de alcohol de Uruha, el cual solo suspiro pues la había comprado apenas ayer. El rubio le pidió, o más bien le exigió que se sentara con él a tomar, el castaño no se negó, pues le gustaba el licor, y el hecho de ver a su mejor amigo así le dio los suficientes motivos para beber.

Dentro de pocas horas se consumieron las botellas, al mismo tiempo que las risas entre ambos amigos aumentaban por alguna estupidez que dijera Reita, el cual ya estaba bastante ebrio, en cambio Uruha seguía en sus 5 sentidos, pues bien conocida era su resistencia al alcohol.
—Bueno ya…—dijo Uruha quitándole la botella a Reita de la mano— ya es mucho Reita, es mejor que te vayas a dormir…
—Aburiiiidooo~…—dijo Reita ya arrastrando las letras por su avanzado estado de embriagues— ¿Desde cuándo tú te reúsas a tomar con tu mejor amigo?
—Nunca, he estado tomando contigo desde las 5 de la tarde Akira, ya casi son las 9 de la noche, ya bebiste demasiado, me preocupo por ti…—dijo seriamente Uruha, pero Reita no lo escuchaba, estaba demasiado borracho, un suspiro escapo de los labios de Uruha, se levantó y ayudo a levantar a Reita, este se abrazó a su cuello, mirándolo directamente a los ojos, con una boba sonrisa en los labios.
— ¿Ya te dije lo mucho que te quiero pato? —Reita estaba peligrosamente cerca del rostro de Uruha pero este no lo separo.
—Sí, sí, si ya me lo dijiste pero vamos a la cama ¿sí? Te puedes caer y no me gustaría que te hicieras daño…de verdad Reita—decía con voz suplicante para que su amigo tratara de entrar aunque sea un poquito en razón y se fueran a acostar.
—No, no, no, no, no… ¡vamos a seguir bebiendo! Anda ~…—suplico cual niño pequeño.
Uruha suspiro de nuevo, al final termino aceptando, se sentaron de nuevo y continuaron tomando, esta vez Reita al estar más borracho, se le ocurrían cosas todavía más estúpidas, haciendo que ambos rieran a carcajadas; de este modo dieron las doce de la noche, el estómago ya les dolía de tanto estar riendo, trataron de regular su respiración todavía en medio de risas, terminaron mirándose a los ojos por un momento, solo así, pudieron distraerse de su risa.
Se miraron directamente a los ojos, Reita sonrió, y por inercia Uruha también, el contacto visual no se perdió en ningún momento, ni siquiera cuando Uruha alzo una mano para acariciar el rostro de Reita con cariño, poco a poco, se fueron acercando sin dejar de mirarse a los ojos, como si ambas miradas estuviesen conectadas de forma magnética. Se besaron.
El primero en cerrar los ojos fue Reita, quien paso sus manos por la nuca de Uruha acercándolo más a él, eso sorprendió un poco al castaño pero al final el también cerró los ojos, pasando sus brazos alrededor del cuello del rubio.
Se besaron por un largo rato, besos cortos, unos más largos y otros todavía más profundos que los anteriores, Reita estaba ebrio, pero Uruha no, él estaba perfectamente consciente de sus acciones y no se estaba arrepintiendo de nada, Reita lo tenía abrazado de la cintura mientras sus brazos aún estaban en el cuello del rubio, en algún punto de la velada se juntaron las sillas en las que estaban sentados, Uruha jugaba con el cabello del rubio mientras se besaban, de vez en cuando simplemente dejaban sus labios rozándose para poder recobrar el aliento y después seguir. Las manos de Reita recorrían con delicadeza la espalda y costados del castaño, disfrutando del tacto y de las reacciones que este provocaba, mientras que Uruha paseaba sus manos por toda la ancha espalda de Reita, disfrutando de las suaves caricias que el otro le brindaba.
Uruha noto que Reita se estaba quedando dormido, pues sentía como desde hace un rato el peso del bajista se estaba apoyando en él, lo ayudo a levantarse y así fueron a la cama, con mucho trabajo logro quitarle al ropa a Reita para que durmiera más cómodo.
—Oye…no vayas tan rápido, si es el caso, entonces ven aquí para que yo también te quite la ropa—dijo Reita arrastrando las palabras pero con un tono bastante seductor, ¿Cómo era posible que estando tan borracho pudiera decir algo con tanta coherencia? Uruha se sonrojo.
—No digas estupideces….--dijo Uruha mientras dejaba recostado a Reita dejándole un pequeño beso en los labios el cual fue correspondido sin dudar, después de eso se separó para ir por su pijama, se cambiaría en el baño, de repente le surgió vergüenza  de cambiarse frente a Reita, cuando salió encontró al rubio plácidamente dormido en la cama, sonrió soltando un suspiro, se acostó a su lado y lo abrazo con cariño, cubriendo a ambos con las cobijas y poder dormir aunque sea unas horas, mañana tendrán que llegar temprano, pues al parecer, antes de las vacaciones tendrían unos días más de ensayos, mañana tocaba junta así que tenían que ir descansados.


Cuando Reita abrió los ojos, la luz lo segó por un momento, obligándolo a cubrirse con las cobijas de nuevo, gruño, la cabeza le estaba punzando horrible, se estiro sobre la cama, notando que Uruha no estaba a su lado, suspiro, decidió levantarse, pues tenían que llegar a la compañía en…ni siquiera sabía qué hora era, suspiro de nuevo, se levantó con mucha dificultad, pues todo se le movía, tuvo que apoyarse en la pared pues estaba muy mareado, apenas llego al baño se arrodillo frente al retrete y vómito, vomito todo el alcohol que consumió la noche anterior, pues realmente no tenía nada más en el estómago, se la paso vomitando al menos unos 5 minutos para después enjuagarse e ir a la cocina usando la pared como guía, temía que si la soltaba se caería ya que aún sentía que todo se le movía. Uruha ya se encontraba levantado y preparando algo en la cocina, olía a pan tostado, era un aroma agradable.

—Buenos días dormilón~… —dijo Uruha en tono de burla mientras terminaba de cortar la fruta, sabía que Reita despertaría en condiciones deplorables así que un desayuno muy ligero será lo ideal para lidiar con sus vómitos por resaca.
—Siento que me va a explotar la cabeza—dijo, o más bien, gruño Reita apoyado en el marco de la entrada de la cocina.
—Ven, siéntate y desayuna, no tenemos mucho tiempo…—le sonrió para después servirle.
— ¿Tienes algo para la resaca? —dijo Reita ya estando apoyado en la mesa para poder sentarse.
—Mmm…sí creo que aún me queda…—dijo Uruha mas para sí mismo que para contestarle a su amigo, se dirigió a la alacena y saco un suero de electrolitos y se lo ofreció a su amigo, el cual estaba comiéndose ya el coctel de frutas que le había dado Uruha junto con su pan, sentía el estómago vacío, necesitaba comer.
Después del desayuno Uruha le sugirió, o más bien le ordeno, a Reita que se duchara, pues aun apesta a alcohol.
— ¿No quieres venir y ducharte conmigo? —dijo Reita con voz sugerente y mirada seductora hacia su amigo, no era una propuesta real, solo estaba molestando al castaño.
A Uruha se le subieron los colores a la cara, para después aventarle la toalla de manera brusca a su amigo.
— ¡Ya lárgate a bañar y deja de decir estupideces! —poco después de que le gritara eso, salió de la habitación.

Después de todo el ajetreo en casa del castaño, llegaron a la compañía en el auto de Uruha pues Reita no se encontraba en condiciones de irse en la moto, al salir del auto Reita se colocó unas gafas obscuras que pertenecían al castaño pues el realmente no era fan de esas cosas, Uruha tuvo que sostener del brazo a Reita pues aún estaba mareado y le costaba caminar derecho sin ayuda.

Al entrar a la sala de juntas ya los demás integrantes de la banda estaban ahí, faltaban todavía unos cuantos directivos así que no fueron regañados por llegar “un poquito tarde” a la junta, tomaron haciendo, uno alado del otro, bajo la atenta mirada de Ruki, el cual estaba del otro lado de  la mesa, enfrente de ellos, mirándolos atreves de sus grandes gafas obscuras.
Cuando los demás directivos llegaron la junta comenzó, Reita no se quitó las gafas pues incluso las luces de la sala de juntas le lastimaban.
La junta era lenta y aburrida, o al menos para Reita pues veía que todos sus compañeros de banda estaban completamente atentos a lo que los directivos decían, suspiro y decidió mejor apoyarse en el hombro de Uruha, aún le dolía un poco la cabeza, también tenía mucho sueño, sintió el peso de la cabeza de Uruha sobre su cabeza por lo cual sonrió, cerró los ojos complacido cuando Uruha paso su brazo por detrás de él y comenzó a acariciar con suavidad su cabello.
Ruki, quien en ningún momento dejo de verlos, sintió como los celos se apoderaban de su cuerpo, apretando los puños y mordiendo sus labios, prefirió por fin apartar la vista, tragándose su enojo y celos, poniendo toda su atención a la junta, aunque de vez en cuando su vista se desviaba a ese par de cariñosos “amigos”.

Al terminar la junta Uruha y Reita fueron los primeros de salir, pues a ojos de Uruha Reita todavía se encontraba muy mal, al llegar al estacionamiento Reita se mareo de nuevo apoyándose en el auto, Uruha lo sostuvo de la cintura, así que prefirió mejor apoyarse en su amigo.
—Reita…realmente te ves muy mal… ¿por qué no mejor me dejas llevarte al doctor? Me preocupa tu estado—dijo Uruha aun sosteniéndolo para que no se callera.
—No seas idiota, solo es una resaca común y—iba a seguir hablando pero otro mareo lo desestabilizo, las piernas le flaquearon por lo cual se aferró a Uruha, tratando de mantenerse en pie, apoyo su frente en el hombro del más alto, mientras que el otro lo abrazaba de manera posesiva, como queriendo protegerlo de cualquier daño, Reita se dio cuenta de que su amigo realmente estaba preocupado por el, ¿Cuánto había tomado ayer? No lo sabía, ni siquiera se acordaba de lo que había pasado ayer…
—Gracias…—dijo Reita abrazando de igual manera al más alto—En serio muchas gracias por cuidarme tanto Shima…
Uruha sonrió contento y con un leve sonrojo en sus mejillas, apego más el cuerpo del otro al suyo, dejando su cabeza apoyada en la del rubio. En ese momento las puertas del elevador se abrieron dejando ver al resto de integrantes de la banda en él, Ruki estaba a punto de salir cuando diviso a lo lejos al bajista y guitarrista de la banda, abrazados de una manera demasiado “cariñosa” para su gusto, sintió la sangre hervir y los celos apoderarse una vez más de él.
—Creo que alguien te está robando algo que es tuyo…—dijo Aoi solo echando más leña al fuego, por lo que recibió un codazo de parte de Kai. — ¡Auch! ¿¡Que!? Oh vamos ¡¿Acaso eso no es lo que está pasando?! Tú lo estás viendo, yo lo estoy viendo, ¡hasta él lo está viendo! Y al parecer no le está sentando nada bien, Ruki te ves tenso, deberías de relajarte un poco. —dijo Aoi con un tono más que descarado de burla.
—Me voy. —dijo Ruki con tono serio, caminando rápidamente a su auto, para después salir derrapando del estacionamiento, esto provoco que todos los integrantes de la banda voltearan a ver a la dirección de la que provenía ese ruido.
Por su parte Reita, noto de quien era el auto, así que aferrándose más a la chamarra que su amigo traía puesta dijo en voz baja —Por favor ya vámonos.
Así Uruha se separó de él, subieron al auto y tomaron rumbo a la casa del castaño. Una vez llegaron dejo que Reita se recostara en la cama, pediría algo para comer a domicilio.
—Descansa, yo te despertare cuando llegue la comida ¿está bien? —dijo Uruha con voz baja mientras acariciaba el rostro de Reita.
—Si…—respondió simplemente el rubio con una sonrisa en los labios, cerrando los ojos para tratar de dormir.
Uruha se disponía a salir de la recamara, pero Reita hablo de nuevo.
—Shima… ¿Qué fue lo que paso ayer? No tengo recuerdo de nada…
Uruha se tensó por un momento, los recuerdos de la noche pasada se levantaron de la tumba, adornando sus mejillas de un tono rosado, no se atrevió a girarse para decirle algo, así que, aun de espaldas dijo—Nada, solo charlamos, bebiste mucho y te traje a acostar, te veías un poco mal.
—Oh…está bien…—sonrió y se acomodó para dormir.
Uruha salió de la habitación y tomo el teléfono, ordeno una pizza de carne y se quedó en la sala, no se atrevía entrar al cuarto ahora.

Uruha se encontraba sentado en el sillón, paciente, esperando a que la pizza llegara, pasaron a lo mucho unos 5 minutos, cuando sintió unos brazos rodearle el cuello y una respiración muy cercana a su oído, se tensó, luego escucho la voz gruesa y soñolienta de Reita.
— ¿Por qué no te acostaste conmigo?...
— N-no quería molestarte…te veías cansado y simplemente no quería que mis movimientos te despertaran—dijo un tanto nervioso, alzando una mano para poder acariciar los rubios cabellos de Reita.
Reita sonrió, le gustaba que acariciaran su cabello, en especial si era Uruha quien lo hacía, su tacto se sentía cálido y protector, soltó al mayor y se pasó al sillón con él, quedando el recostado, acomodando su cabeza sobre las piernas del más alto.
— ¿Cómodo? —pregunto Uruha al ver como el rubio se había acomodado en sus piernas.
—Sí, bastante, son como una almohada…—dijo Reita para después cerrar los ojos, pronto sintió como unas manos comenzaban a acariciar sus cabellos con mucha paciencia y suavidad.
Poco tiempo después llego la pizza, así que Uruha se levantó con mucho cuidado pues Reita se había quedado dormido. Una vez remplazo sus piernas por un cojín, se levantó a recibir la pizza, la fue a dejar a la cocina, después se la comerían, ya que Reita se encontraba durmiendo en un sueño profundo, pues pico varias veces su mejilla para ver si se despertaba, pero no funciono, así que lo dejo dormir.

Mientras tanto en la mente de Reita, se empezó a crear un “sueño” donde él y Uruha, se encontraban tomando, justo como la noche anterior, pero en este sueño, paso algo que no se esperaba, pues se visualizó a si mismo besando a Uruha, y no, no un simple beso, se besaban con pasión y lujuria, parecía que querían comerse el uno al otro, a veces paraban pero no se separaban, y otras veces solo eran pequeño besitos, se acariciaban con cariño, el, los costados y espalda de Uruha, mientras que el castaño paseaba sus manos por toda la espalda del rubio. Reita despertó de golpe, jadeo asustado, miro a su alrededor, Uruha no estaba, se encontraba solo, se sentó en el sofá, entonces lo noto, su “amiguito” estaba despierto, se levantó de golpe del mueble, corrió al baño, encerrándose en este, bañarse con agua fría estando aun con la resaca en la cabeza no era una buena opción, suspiro resignado, no quería hacerlo, estaba en casa de Uruha, pero si no lo bajaba y Uruha volvía de donde fuera que se haya ido, lo notaria y no sería bonito explicar eso, resignado se sentó en el retrete después de bajar sus pantalones junto con “su ropa interior” puesto que no era suya, era de Uruha, busco un bote de lubricante en el cajón del tocador que había en el baño, ahí encontró uno, bastante pequeño, ahora que lo pensaba, ¿a Uruha le gustaría alguien? ¿ya habría tenido relaciones con alguna mujer…o algún hombre?, no sabía porque de repente lo pensó, así que mejor se concentró en lo que necesitaba bajar, abrió el botecito de lubricante y vertió el líquido en su mano derecha, después la paso suavemente por su miembro, jadeo leve, estaba algo sensible, comenzó un leve vaivén con su mano, cerró los ojos y dejo caer su cabeza hacia atrás, poco a poco iba aumentando la velocidad, a su mente empezaron a llegar las imágenes de ese sueño que tuvo donde él y Uruha eran los protagonistas de apasionados besos, sintió su miembro cosquillear, al parecer era mucho más estimulante si pensaba en el castaño, continuo a un ritmo rápido hasta que dentro de poco sintió el líquido caliente y espeso en su mano, jadeando levemente y aun con el castaño en la cabeza trato de regular su respiración, se limpió la mano con papel, dejo el botecito donde lo encontró, se acomodó la ropa y se lavó las manos. ¡¿Pero qué carajo le pasaba?! ¡Uruha era su mejor amigo! ¡No podía pensar así de él! Pero se había sentido tan real… se había sentido tan bien hace un momento…
Casi se le sale el corazón cuando escucho su nombre salir de los labios del castaño, el cual se encontraba del otro lado de la puerta, tocando esta al mismo tiempo que llamaba a su nombre.
— ¿Reita? ¿Te encuentras bien?... —dijo preocupado, pues hace poco había regresado y al no ver al rubio donde lo había dejado se había asustado.
—S-Si e-estoy bien, ¿A dónde fuiste?... —estaba realmente nervioso, ¿lo habría escuchado? Estaba rezándole mentalmente a todas las divinidades del budismo que existían para que Uruha no lo hubiera escuchado masturbándose.
—Fui a la tienda a comprar bebidas para que nos comiéramos la pizza…oye ¿seguro que estas bien? —dijo Uruha ya preocupado, pues Reita se escuchaba algo alterado, ¡¿acaso se habría  acordado?! .
— S-Si, ya te he dicho que estoy bien…—dijo Reita saliendo del baño, mirando a Uruha a los ojos, “mierda creo que si me escucho” pensó para sus adentros pues por el sonrojo en las mejillas de Uruha, noto que el otro estaba avergonzado.
Uruha tampoco decía nada, eso no ayudaba para anda al nerviosismo de Reita, y el nerviosismo de Reita no ayudaba nada al nerviosismo de Uruha, ambos estaban nerviosos, por las razones equivocadas, pues ni Reita se acordó, hasta donde él sabe, es solo un sueño, ni Uruha lo escucho masturbándose.
— B-Bueno… vamos a comer ¿sí? —le sonrió ya un poco más tranquilo, esa sonrisa también calmo un poco el nerviosismo de Reita a lo cual, él también sonrió.
—Si… ya tengo hambre—después de esas palabras ambos pasaron a la cocina para comer la pizza que habían pedido, por suerte aún estaba caliente, así que simplemente Uruha saco las bebida, Reita unos platos y se sentaron para comenzar a servir, aun sin saber lo que pasaba por la mente del uno y el otro.
Fin del capítulo 2.


Capitulo 3


Eran exactamente las 9 de la mañana en la sala de ensayos, Kai ya se encontraba ahí, bebiendo un cargado café mientras leía unos papeles, aun no llegaba ninguno de los chicos, solo estaba el, a veces le gustaba pensar solo  y en silencio, un silencio que no se podía conseguir con esos 4 hombres alrededor suyo, las constantes “bromas” de Aoi hacían enojar a Ruki, haciendo que le gritara cosas bastante ofensivas, por su parte, el otro par se la pasaban siempre juntos, a donde iba Reita iba Uruha y viceversa, ya no se separaban, Kai suponía que era por lo mismo de que todo con Ruki se había terminado ya hora podía volver a poner su atención al 100% a su mejor amigo, aunque los días que iban de esa última semana de ensayos, pues solo era esa y después vendrían las vacaciones, había notado algunos comportamientos extraños entre ese par, las miradas y sonrisas que se dedicaban no podían ser simple amistad, las actitudes que tenían, el cómo se mimaban el uno al otro cuando era tiempo de descanso, desde hace bastante tiempo, él ya había notado que Uruha se moría por estar con Reita en términos “más sentimentales”.
Sus pensamientos fueron interrumpidos pues Aoi iba llegando a la sala de ensayos con un café en la mano y su guitarra en la otra, se sentó en el sofá después de saludar a Kai con una simple sonrisa, la cual fue correspondida con una igual, se sentó en el sofá de la sala y comenzó a revisar twitter en su celular.
Kai tuvo que esperar solo unos 10 minutos más para que llegara Ruki, y otros 20 más para que llegaran los otros dos, completamente cansados, con la ropa desarreglada y algo sonrojados.
—Uuuuh, vaya, vaya, pero mira nada mas ¿que tenemos aquí…? —Dijo Aoi con un tomo pícaro— ¿Qué andaban haciendo? —dijo con voz aún más insinuante que la primera.
Reita lo asesino con la mirada mientras que a Uruha se le subían los colores a la cara al imaginar las cosas que andaba pensando Aoi, simplemente se habían vestido a las carreras porque el despertador no había sonado, y habían venido corriendo del estacionamiento hasta la sala de ensayos ya que el elevador estaba descompuesto.
Ruki por su parte sentía los celos dentro de él crecer de poco a poco cada vez que veía a esos dos siendo tan cercanos, más de lo que deberían, o eso a su parecer.
Kai interrumpió las burlas de Aoi mientras que Uruha trataba de que Reita no matara al pelinegro por decir tanta estupidez.

Poco después de ese único incidente, el ensayo empezó con normalidad, tocaron un par de canciones, aunque Ruki estaba cantando sin muchas ganas, todos lo notaron pero lo dejaron ser, pues desde hace unos días, al menor no se le veía con ganas de hacer algo. Ya había pasado un mes con 2 semanas desde el “incidente” en la compañía de radio, mismo tiempo que Reita y Ruki llevaban sin hablarse; al principio el que se notaba enfadado y orgulloso era Ruki, pues casi siempre ignoraba al castaño, haciéndolo que se deprimiera, pero desde que Reita se apoyaba más en Uruha, esa tristeza se iba lleno, ahora el que se mostraba enojado y orgulloso, era Reita, lo ignoraba por completo y si tenía que hablarle no era más de lo necesario.
Se dio un descanso de 20 minutos, Uruha se sentó en el sofá, Reita lo siguió, pero en vez de sentarse, se recostó, acomodando su cabeza en las cómodas piernas del castaño, el cual no tardo ni dos segundos para empezar a acariciar su cabeza con cariño, jugando con su cabello, Reita sonrió y por acto reflejo cerro los ojos, disfrutando de las caricias que el castaño le daba.
Ruki no soporto ver eso, hasta donde tenía entendido, Reita y el aún no habían terminado, solo estaban peleados, nunca había escuchado las palabras “hemos terminado” salir de la boca del bajista, pero al parecer Reita ya había dado todo por terminado, suspiro y decidió apartar la vista, fue al baño para refrescarse un poco, una vez ahí saco un cigarrillo, tranquilamente se puso a fumar, mientras que, ya sin poder contenerse, las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.
— ¿En serio todo va a terminar así? —dijo en un hilo de voz, pues tenía un nudo en la garganta que cada vez así más y más precio, cortándole la voz. Suspiro tratando de calmarse, aún tenían ensayo, y si seguía así, no podría cantar.
Solo tenía que aguantar dos días más y podrían salir de vacaciones, quería alejarse pronto de ellos, pero a la vez no, necesitaba hablar con Reita, lo quería de regreso, quería volver a sentir sus besos, que lo abrazara por las noches, que le dijera cursilerías al oído como lo hacía todas las mañanas cuando desertaban abrazados en la cama, lo quería de regreso, quería a SU Reita de regreso. No iba a permitir que Uruha se lo quitara, ¿Qué más daba lo que dijera la gente? Reita era suyo, ya no le importaba nada, ni el que dirían, o el cómo los miraran, lo quería de vuelta, lo amaba y no permitiría que Uruha se lo quitara. Uruha había declarado la guerra al llevarse a Reita de su lado.

Los 20 minutos de descanso habían terminado, era tiempo para volver, se mojó la cara y regreso a la sala de ensayos, solo faltaba el.
Al entrar todos miraron a Ruki, no se veía bien, él no le tomo importancia a las miradas de sus compañeros.
— ¿Seguimos? — pregunto de lo más normal, como si en realidad su corazón no doliera cada que veía a Reita con Uruha.
Nadie dijo nada, simplemente se pusieron de pie, cada uno directo a su respectivo instrumento.

El ensayo termino y Ruki aún no sabía cómo siquiera acercarse a Reita, al voltear a ver a Reita noto que este junto con Uruha salían de la sala de ensayos, riéndose de lo más contentos, seguramente por alguna tontería que dijo el rubio. “¿Realmente ya no le importo?” pensó. Miro a otro lado, no quería seguir lastimándose así, no era bueno para él. Tomo su bolsa y decidido a ir a su departamento abandono la sala lo más rápido posible, camino bastante a prisa para llegar al estacionamiento, pero en el camino se topó justamente con quien menos se quería encontrar “mierda” pensó al ver a Aoi, pues este solo se la pasaba molestándolo, trato de disimular su caminar tan rápido, trataba de evitarlo, pero para su desgracia Aoi ya lo había visto.
— ¡Oye Ruki! ¿Quieres ir a cenar con Kai y conmigo? —dijo el pelinegro casi gritando para que Ruki lo escuchara y detuviera su andar.
—No muchas gracias—dijo deteniéndose un momento para mirarlo, haciendo un intento por sonreír, el resultado fue una mueca muy poco creíble.
—Oh vamos Ruki, sé que te he molestado mucho estos días, pero sabes que no puedo evitarlo, soy un idiota—dijo con una sonrisa mientras caminaba hacia él, tomándolo del hombro, deteniendo así por fin su andar.
—De verdad, gracias, pero quiero estar solo. —dijo Ruki tratando de emprender el camino otra vez.
—Bien, entonces ve con Kai—dijo Aoi caminando hacia su propio auto.
—Espera ¿Qué? —Ruki se desconcertó, ¿había sido grosero?
—Mira—dijo deteniendo su andar—yo no soy un experto en el amor, tampoco Kai, pero él sabrá cómo ayudarte mucho mejor que yo, tú necesitas consejos, no aislarte de los demás. —Ruki rio levemente al escuchar eso, Aoi podría ser el idiota más grande que había conocido, pero eso no le quitaba el hecho de que da una buena persona.
Pensó por un momento, realmente no se sentía bien, pero como dijo Aoi, no debía de aislarse de los demás, así pue te termino aceptando la propuesta.
—Está bien, pero tú también acompáñanos, ya habías quedado de cenar con el primero. —ofreció Ruki pero Aoi declino la oferta.
—No, muchas gracias, soy alérgico a esas cosas, mejor… Iré a otro lado, a ver que encuentro. —dijo Aoi retomando el camino a su auto, donde al parecer Kai ya lo estaba esperando.
Ruki sabía que se refería a una búsqueda de alguna fémina con la cual pasar la noche y hacer otras cosas.

—Bien, ¿Nos vamos?, muero de hambre. —dijo Kai con una mano sobre su estómago, el cual probablemente ya estaría gruñendo por la falta de alimento.
—Cambio de planes sonrisitas, iras solo con Ruki, de verdad necesita de tu lado materno—dijo Aoi apoyándose en el hombro del líder.
Kai simplemente sonrió, se despidió de Aoi y camino en dirección al auto de Ruki, el cual lo estaba esperando a fuera de este.
—Bien diva, entonces vámonos—dijo Kai mientras acariciaba con cariño los cabellos del más pequeño, revolviéndolos como si de un niño se tratara.
Eso le saco una sonrisa sincera al menor, subieron al auto y emprendieron el viaje a casa de Kai.
Una vez ahí Kai se metió directo a la cocina, la comida cacera sería mucho mejor que ir a un restaurante.
—Dame 15 minutos y la cena estará lista— dijo Kai mostrando su encantadora sonrisa para después entrar a la cocina.
—Sí, está bien…—dijo Ruki sentándose en el sofá, perdiendo su vista en la bonita alfombra color chocolate que el batero tenía en su sala, 3 minutos y Kai llego dándole una taza de chocolate caliente, acaricio su cabeza con cariño y regreso a la cocina, después del primer sorbo sonrió, estaba delicioso.
Poco después Kai lo llamo para la cena, era pasta, Ruki sonrió, Kai lo conocía bien, la pasta era uno de sus platillos favoritos. La cena transcurrió con tranquilidad, charlaban de cosas de la banda, se tenía previsto un nuevo tour en Japón al regresar de las vacaciones que tendrían, la idea emociono a Ruki, su mente empezó a generar ideas para nuevos vestuarios y miles de repertorios de canciones distintos, más sin embargo, la voz de Kai lo interrumpió.
—Ruki… sabes que no puedes seguir evitando el tema.
— ¿¡Entonces cómo puedo no evitarlo!? Tú has visco como se miran, las sonrisas que se dedican, incluso el cómo se tocan…ahí hay algo mas—dijo en casi un estado de histeria.
—Sí, lo he visto, pero dime ¿Quién tuvo la culpa? —dijo Kai de lo más tranquilo.
—Sí, ya sé que yo tuve la culpa—contesto Ruki con recelo.
—Es bueno que sepas que haces mal.
—No me estas ayudando mucho Kai…—dijo Ruki ya enfadado, al parecer no solo era Aoi el que se empeñaba en hacerle ver sus errores.
—2 años Ruki, dos maldito años y él nunca pudo llamarte “novio” porque a ti te deba vergüenza. —dijo haciendo comillas con los dedos en la palabra vergüenza, enfatizándola de este modo.
— ¿Por qué lo estás diciendo en pasado? Reita y yo aún no hemos terminado, solo estamos peleados…—dijo queriendo creer en sus propias palabras, empezaba a sentir los ojos arder, las lágrimas no tardarían en salir.
—Porque ustedes YA terminaron. —dijo Kai de forma seria, estaba empezando a exasperarse por el tema.
Ruki se quedó callado, pues Kai tenía razón y no había forma de negarlo, por más que quisiese no creerlo, el líder tenía razón.
— C-Claro que no…—las lágrimas ya estaban al borde de sus ojos—él nunca lo dijo, el sigue…siendo mío—las últimas palabras las dijo en un susurro, pues bien sabía que Reita ya no era suyo, seguía mintiéndose, quería seguir creyendo que Reita era suyo.
—Se llevó sus cosas y te dejo las llaves, ¿Eso que te da a entender? Está dolido Ruki, el aún espera una disculpa…
—Entenderás que el problema aquí es que no sé cómo disculparme, de todas formas no serviría de nada…—dijo el menor bajando la cabeza, cubriendo su rostro para que Kai no lo viese llorar.
—No lo sabrás si no lo intentas, así que ¿porque no mejor dejas de hacer el imbécil y lo descubres?
El insulto hizo que Ruki levantara la vista para mirar a Kai con enfado, más sin embargo el mayor le sonreía, mientras estiraba una mano para acariciarle los cabellos.

Por el contrario, en casa de Uruha las cosas iban de mil maravillas, el par de amigos se estaba preparando para un maratón de películas, la saga de “Rápidos y Furiosos” era la selección para esa noche, mientras Uruha preparaba las palomitas en la cocina Reita se encargaba de buscar las películas.
—Oye Uru ¿Dónde me dijiste que estaban las películas? —dijo mientras revolvía las cajas de películas que tenía el castaño en su “estantería de películas” Uruha le había dicho dónde estaban pero al parecer Reita no escucho por estar distraído en sus pensamientos, a saber que estaba pensando, pero al final no escucho y supuso que estaban en donde las demás.
—Te dije que estaban en el gabinete que está debajo de la TV—dijo Uruha sirviendo las palomitas en un bowl.
—Ah…—dijo Reita dejando un desastre en la estantería para dirigirse al gabinete que le había indicado el castaño.
— ¿Aun no las encuentras? —dijo llevando las palomitas junto con algunas bebidas y dulces a la sala.
—Sí, sí, ya las encontré—dijo sacando las cajas correspondientes.
Una vez la primera película de la saga puesta se apagó las luces, se acomodaron el sillón con algunas cobijas que había traído Reita corriendo mientras empezaba la película, estaba haciendo frio esa noche.
En la primera película, la atención de ambos estaba enteramente en la pantalla.
En la segunda, Reita estaba empezando a bostezar, mientras que Uruha aun miraba atento a la pantalla.
Ya por mitad de la tercer película, la atención del rubio se desviaba por ratos a su castaño amigo, quien con el bowl de palomitas sobre las piernas miraba atento a la pantalla, dejando a veces las palomitas pegadas a sus labios, aun sin comerlas, miro con mayor detalle el rostro de su castaño amigo, las diferentes expresiones que ponía al ver escenas diferentes escenas que presentaba la película, a la cual ya no le estaba haciendo ningún caso, era más entretenido ver a su amigo.
En la cuarta película, estando apenas en el inicio, Uruha se percató de que Reita no dejaba de mirarlo, se sintió un tanto nervioso y coloco el “pause”, miro a Reita y le sonrió. — ¿Qué? — dijo simplemente sin borrar la sonrisa en sus labios, hasta cierto punto le gustaba que Reita lo mirara. — ¿Tengo algo en la cara?
—No…—dijo Reita mientras estiraba una mano para acariciar el rostro del castaño con suavidad, apartando un poco del cabello que caía por su rostro, acomodándolo detrás de su oreja, Uruha se sonrojo, Reita se acercó, y sin mediar palabra alguna beso esos apetitosos labios con forma tan curiosa y peculiar, Uruha abrió los ojos como platos, lo tomo por sorpresa, abrió la boca para decir algo pero Reita aprovecho y profundizo el beso.
Solo habían bebido un par de cervezas, Reita no podía estar borracho, ¿o sí?, no, en definitiva no, a lo mucho solo se había tomado dos latas, con eso el rubio no se emborracha, entonces ¿PORQUE LO ESTABA BESANDO?, trato de encontrarle mil razones a por las cuales estaba sucediendo eso, pero la manera en que Reita loe estaba besando hizo que se quedara en blanco, no hizo otra cosa si no rodear el cuello del bajista con sus brazos, apegando más sus cuerpos, Reita paso sus manos por la espalda de Uruha apegándolo todavía más. La sensación que le provocaban los labios de Uruha se le hacía familiar, demasiado familia, abrió los ojos de golpe, el beso se había profundizado tanto que hasta los ojos había cerrado, se separó de Uruha de manera aún poco brusca, a su memoria regresaron las imágenes de cierto sueño que había tenido hace ya bastante y que incluso ya había olvidado.
— ¿¡Que paso!? —pregunto Uruha por la repentina reacción del bajista.
—Yo…—Reita no sabía que decir, ni siquiera sabía porque había besado a su mejor amigo, lo que lo confundía mas era ¿porque Uruha lo había dejado hacerlo? Miro a Uruha, incrédulo, ¿acaso Uruha…?-- ¿Shima porque me dejaste besarte?... —pregunto directamente y sin tacto, dejando a Uruha igual de pasmado que él.
—Y-Yo…bueno…eh… —era turno de Uruha para quedarse sin habla. —mejor dicho, ¿Por qué tú me besaste?
—No lo sé—dijo aun confundido, para después darse cuenta de que Uruha quería evitar responder— ¡Uruha no me cambies el tema!
—Pues esa misma es mi respuesta, no lo sé, simplemente me deje llevar por ti…r13;no estaba dispuesto a confesar sus sentimientos que llevaba guardando ya desde hace 25 años, al menos no ahora, y mucho menos de esa manera, quería que fuera especial, esperaría un poco más. — ¿Vamos a seguir viendo la película?
—Desde hace un rato que no las estoy viendo Uruha…—confeso Reita sin dejar de ver a su amigo.
—Entonces deberíamos irnos a dormir ya…mañana tenemos ensayo…—dijo Uruha mientras se levantaba para quitar y recoger todo.
Reita solo lo observo moverse por la casa, como analizándolo. Uruha se veía tranquilo, como si no le tomara importancia a lo que hace solo unos momentos acababa de pasar. Reita prefería no seguir pensando, pero su mente se empeñaba en seguir pensando ¿acaso existía la posibilidad de que Uruha estuviese enamorado de él? Sería una locura, Uruha era su mejor amigo ya desde hace mucho tiempo, aunque si lo pensaba bien, ese cariño pudo haberse convertido en amor. Un lado de su cabeza le decía que podía ser verdad, que el castaño realmente lo amaba y que por eso nos e quejo, pero otro le decía que no, que era imposible que eso pasara. Tan absorto estaba en sus pensamientos que ni siquiera el momento en el que ambos ya estaban acostados, miro la figura de Uruha en la obscuridad, le estaba dando la espalda.
Prefirió dejar de pensar en ello y aunque sea dormir un poco.
Regresando a lo que aconteció en casa de Kai, por el momento Ruki se encontraba en la sala, acostado en el sillón mirando el techo como si fuese lo más interesante del mundo, Kai estaba sentado a su lado bebiendo un poco de chocolate caliente mientas leía un libro, Ruki había llorado un largo rato y ahora simplemente se encontraba quieto. Kai lo miro y acaricio su cabeza, provocando que Ruki cerrara los ojos.
—Oye Kai…si me voy a disculpar… ¿Que debería de decir? Un simple “lo siento” no va a resolver las cosas…
—Lo único que te puedo decir es que seas sincero contigo mismo y hables desde el fondo de tu corazón Ruki, nada más…—dijo sin dejar de acariciar su cabeza con suavidad.
—Sincerarme…—dijo mientras volvía a mirar al techo, suspiro, no quería quedarse a dormir en casa de Kai, quería ir a su casa y bañarse para después hacerse bolita en la cama y pensar a solas. — Kai…regresare a casa—dijo mientras se levantaba— gracias por la cena y los consejos…pero tengo que pensar las cosas.
Kai simplemente sonrió y lo dejo ir, Ruki salió de la casa y subió a su auto, manejo tranquilo y sin prisa, no importaba que ya fueran las 11 de la noche, no aumento la velocidad, necesitaba el mayor tiempo posible para pensar en las cosas, sabes que decir para recuperar al que era el amor de su vida.
Una vez llego a su departamento lo primero que hizo fue darle de comer a su perrito, le cambio el agua y lo mimo un poco mientras el pequeño can comía, salió de la cocina y se fue directo al baño, preparo el agua, y mientras la tina se llenaba el comenzó a desnudarse, tomo sus sales de baño y las vertió en la bañera, las burbujas salieron y una vez el agua a un temperatura adecuada se introdujo en el agua, se un dio hasta la mitas de la cara y cerró los ojos, dejo que el agua lo relajara.

Después de un muy largo baño, Ruki se recostó, abrazo una almohada y cerró los ojos, recordando las veces que se había abrazado así al cuerpo del bajista, sintió sus ojos arder, por lo cual parpadeo un par de veces, haciendo que las lágrimas cayeran y mojaran la almohada, paso así como media hora, llorando en silencio, al das casi las 12:30 de la madrugada cerro los ojos, el sueño no tardó en llegar a él.

Fin del capítulo 3


Capitulo 4

El sol de un nuevo día se asomaba por las cortinas medio cerradas de la recamara del castaño y el rubio, que en ese momento se encontraban abrazados en la cama, a mitad de la noche el frio se intensifico, y de manera inconsciente se fueron acercando, hasta que Reita termino por abrazar posesivamente a Uruha y este acurrucarse en su pecho, abrazándolo de igual manera.
El primero en desertar fue Reita, encontrándose con la escena, a pesar de todo lo que paso ayer no le incómodo para nada estar así con el castaño, incluso lo termino por apegar mas así, aún estaba haciendo algo de frio, volvió a cerrar los ojos, aún era demasiado temprano, los ensayos empezaban a las 10 de la mañana, levanto levemente su cabeza para ver el reloj digital que se encontraba en la mesita de noche que estaba del lado de Uruha, el reloj marcaba que eran las 7:57am, suspiro y se volvió a acomodar con el castaño en la cama, cubriendo mejor a ambos con las cobijas, apoyo su cabeza en la del otro y cerró los ojos.
Pocas horas después el despertador sonó, haciendo que ahora el que se despertara primero fuera Uruha, lo primero que vio fue el pecho de Reita con una acompasada respiración, se sonrojo, ¿Cómo terminaron así?, no lo sabía  pero le gustaba estar así con el rubio, sonrió y trato de volverse a acurrucar, pero el despertado termino por despertar a Reita también, haciendo que fuese Reita el que se apegara más para poder alcanzarlo y apagarlo.
—Buenos días…—dijo con voz ronca el rubio mientras le sonreía al castaño.
—Buenos días—le sonrió de igual manera.

Después de ese intercambio de palabras, ambos se separaron para comenzar a alistarse, se fueron en el auto del castaño, hacía mucho frio como para irse en moto.
Una vez en la compañía entraron a la sala de ensayos, ya todos estaban ahí, así que cuando llegaron comenzaron. Cuando se dio el primer receso de 20 minutos Uruha fue al baño, Reita se quedó platicando con Aoi de a saber que, al momento de salir del cubículo se dirigió a lavarse las manos, notando que ahora no se encontraba solo.
—Ruki…—dijo volteando a ver al menor que se encontraba apoyado en la puerta de la baño.
—Pienso arreglar las cosas con Reita, y no voy a dejar que me lo impidas…
—Sí, claro, suerte con eso. —dijo Uruha con burla.
—Sé que llevas enamorado de el por mucho tiempo Takashima…pero entiende…Reita es mío.
Uruha simplemente sonrió metiendo sus manos a los bolsillos de su chaqueta— el amor lleva su tiempo, tengo una ventaja de 25 años Matsumoto, ¿Cómo vas a superar eso?
—Yo tengo mis métodos, Reita regresara a casa conmigo eso te lo puedo asegurar. —y sin esperar palabras del castaño, salió del baño de regreso a la sala de ensayos.

Después de esa “pelea” retomaron el ensayo, todo estaba bien, por el momento no había ambiente tenso o algo por el estilo. Después de otras dos horas más de ensayo, se dio otro descanso más de 20 minutos, después de eso ensayarían una hora más y regresarían a casa.
La “pelea” que tuvo Ruki con Uruha en el baño, solo sirvió para darle coraje de querer hablar con Reita, aprovecho que este se fue al baño y que Uruha se había quedado hablando con Aoi sobre unas cuantas partituras de las canciones que estaban ensayando. Se levantó de su lugar y siguió a Reita hasta el baño.
Reita iba de regreso a la sala de ensayo para pasar los últimos 10 min con Uruha cuando de repente alguien lo jalo al cuarto de baño.
—Pero que cara... —su oración no se terminó ya que vio que la persona que lo había jalado era Ruki.
—Necesitamos hablar—dijo este soltando la muñeca de Reita despacio.
—No tenemos nada de qué hablar, lo dejaste muy claro la última vez—dijo este con enfado ya de por medio.
—Ni siquiera me dejaste terminar—dijo este poniendo una excusa para poder continuar.
—No ibas a responder nada de todos modos—dijo dando la vuelta para irse, pero una mano nuevamente le impidió regresar.
—Bien entonces... Déjame responderte ahora, no necesitas hablar, solo por favor, escúchame—sabía que no se iría, pero también sabía que no se voltearía para verlo a la cara.
Como Ruki lo predijo, Reita no se movió para nada, así que decidió empezar, no sin antes soltar un suspiro en el que se fue todo su miedo.
—No quiero perderte, no quiero que 2 años se vayan como si no hubieran significado nada para mí. Dios Reita simplemente no puedo... Me he acostumbrado a tu compañía de todas las formas que hay.
Nunca me ha dado vergüenza decirte lo mucho que te amo, lo mucho que te necesito... Lo mucho que me complementas. Y tampoco me da vergüenza salir contigo de la mano o que lo digas, es solo que tengo miedo de que nos dañen o nos molesten, no toleraría eso. No quiero que las cosas terminen así, porque nunca tengo el valor para hacer las cosas—Ruki estaba perdiendo la calma en cualquier momento se rompería en llanto—Por favor perdóname. Perdón por ser un cobarde, por no darte razones para quedarte y por...  Impedir que te fueras de nuestro hogar— esto último lo dijo en un susurro, sintió que si decía una palabra más sus lágrimas saldrían. Tomo aire y puso las llaves de su departamento en el lavamanos—Si estás dispuesto a perdonarme te esperare en nuestro hogar, pero si decides no hacerlo... Lo entenderé, pero ten por seguro que no me rendiré ante nada y "nadie"—dijo enfatizando la última palabra, Reita bien supo a quien se refería, ese “nadie” fue dicho solo para no decir “Uruha”, Reita se giró para mirarlo, estaba muy tenso y tenía los ojos rojos. Ruki no pudo más y salió del baño casi corriendo iba directo a su departamento, no podía quedarse en la empresa para que lo vieran así de vulnerable. Justo cuando iba a las escaleras golpeo a alguien con el hombro por accidente y ni siquiera quiso saber de quien se trataba.
Kai fue el que recibió el golpe y vio a Ruki salir a prisa, iba a detenerlo pero más adelante vio la puerta del baño medio abierta y ahí esta Reita con unas llaves en la mano.
Así que con eso supo que el ensayo de ese día había terminado.

Reita regreso a la sala de ensayos para descubrir que ya todos estaban recogiendo sus cosas, claro que Ruki ya no estaba, Uruha le entrego su bajo, lo tomo y se fueron al estacionamiento para irse en el auto del castaño. De camino a casa había un poco de trafico así que Reita aprovecho para hablar con Uruha, no se sentía muy seguro de decirle, puesto que, según él, existía la posibilidad de que Uruha lo amara, y si le decía que planeaba perdonar, y posiblemente regresar con Ruki podía que no reaccionara muy bien.
Prefirió quedarse callado hasta llegar al apartamento del guitarrista, no era el momento para decirlo, al menos no ahora.
Una vez en el departamento, dejaron sus cosas en la sala, Uruha se metió a bañar, Reita se quedó en la cocina mirando las llaves del departamento donde vivía con Ruki, jugando con un muy ridículo llavero de medio corazón que el menor prácticamente le había obligado a comprar, ya que el menor llevaría el otro trozo, suspiro, realmente no quería hacer lo que estaba a punto de hacer, pero tenía que, amaba a Ruki, no podía negarlo, menos ahora después de todo lo que el menor le dijo, Uruha era su mejor amigo, se supone que debería entenderlo, pero el hecho de creer que posiblemente Uruha estaba enamorado de él, le hacía dudar de sus decisiones.
— ¿Y esas llaves? —el rubio salto de su asiento, volteo a donde la voz le llamaba confirmando a Uruha aun con una toalla en la cabeza y ya con una pijama puesta.
—Yo…Ruki me las dio…—sabía que la palabra “Ruki” estaba prohibida en esa casa, bien lo sabía, pero tenía que decírselo ahora o nunca.
— ¿Y eso?... —Uruha sintió como algo estrujaba fuerte su corazón al escuchar eso.
—Se disculpó conmigo…y me regreso las llaves.
— ¿Y qué harás?... —ya sabía la respuesta, solo se estaba torturando en querer escucharlo de los propios labios del bajista.
— Lo siento…
—No te disculpes…—le sonrió para tranquilizarlo, el mayor se veía al borde del colapso. —Soy tú mejor amigo y te apoyare en la decisión que tomes.
Reita alzo la vista sorprendido, su amigo le sonreía cálidamente, sin saber, que por dentro el corazón de Uruha se estaba cayendo a pedazos, se levantó y abrazo a su amigo, agradeciéndole por todo el tiempo que estuvo con él.
Esa noche, fue la última en la que durmió abrazado al rubio, se acurruco en su pecho, aferrándose fuerte a él, Reita simplemente lo abrazo con protección sin ser consiente que ese era el “adiós” de Uruha, respiro profundamente el aroma del bajista y cerró los ojos, siendo consciente de que esa sería la última vez que lo hiciera.

A la mañana siguiente Reita despertó por la alarma, abrazo más al castaño, dándose cuenta de que lo que estaba abrazando no era más que una almohada, se sentó en la cama extrañado. — ¿Uruha? —soltó al aire sin obtener respuesta, se levantó y fue a ver a la cocina, Uruha estaba desayunando tranquilamente una taza de café, al momento en que leía el periódico del día.
—Buenos días—dijo Reita un tanto extrañado pues Uruha ya estaba vestido y arreglado mientras que el aun en pijama. —te levantaste más temprano, eso es raro en ti.
—Ya no tenía sueño, así que te deje dormir—dijo el castaño con la taza de café cerca de los labios y sin despegar los ojos del periódico, a saber que era lo que leía el castaño que lo tenía tan entretenido.

Una vez que Reita desayuno y se alisto partieron en el auto del castaño, por primera vez en mucho tiempo, había un silencio incomodo entre ellos, o al menos al parecer de Reita pues Uruha iba de los tranquilo, conduciendo con la ventanilla abierta mientras fumaba un cigarrillo.

Una vez llegaron a la compañía, Uruha se acercó con Aoi, pues aún no habían resuelto el problema de las partituras de ayer, apago el cigarrillo y se sentó a su lado, Kai estaba en junta y Ruki aún no llegaba, así que Reita se sentó en el sofá, mirando a Uruha trabajar con Aoi, tal vez eran imaginaciones suyas, pero había sentido muy tajante a Uruha desde la mañana, se estaba creando una paranoia, Uruha era su mejor amigo, y por lo que le dijo ayer, el estaría de acuerdo si volvía con Ruki.

Kai salió de la junta y casi al mismo tiempo Ruki llego derrapando a la sala de ensayos, se sentó en uno de los sofás, actuando de lo más natural para evitar que al momento de que Kai entrara lo regañara por llegar tarde, su plan funciono pues Kai no se dio cuenta.

Al final de ese día Reita y Ruki hablaron fuera de la sala de ensayos, fue un máximo de una hora al momento en que regresaron, ya todos estaban recogiendo sus cosas para irse, habían aparecido ahí frente a todos, tomados de la mano, la sonrisa triunfal y burlesca que Ruki le dedico a Uruha rosaba el cinismo. Uruha simplemente tomo sus cosas y se retiró sin despedirse de nadie.
Cuando Reita llegó un par de horas más tarde a la casa de Uruha por sus cosas, noto que ya afuera del departamento estaban un par de maletas con las pertenecías del rubio, un suspiro salió de los labios del bajista, realmente si iba por sus cosas, pero también habría querido hablar con su castaño amigo. Tomo las maletas y se retiró, metiéndolas al auto donde, dentro, le esperaba Ruki el cual había decidido acompañarlo, Uruha miraba desde la ventana con un cigarro en los labios, vio como el rubio miro hacia la ventana donde él se encontraba, las cortinas estaban cerradas, Uruha solo se asomaba por el pequeño hueco que dejaban estas, vio al rubio suspirar y entrar al auto para después parcharse.
Ahora fue su turno para suspirar, el departamento se sentía solo, muy solo, tomo las llaves de la moto y un abrigo para después salir del departamento, ahí dentro solo se la pasaría deprimido abrazando la almohada que ocupaba el bajista cuando dormía en su cama, una almohada que podía jurar, aún tenía el aroma del rubio.

Un nuevo día se hizo presente, y con este el inicio de las vacaciones de navidad, los chicos desde hacía un mes ya se habían organizado para que, al menos en alguno de esos días, se encontraran y cenaran todos juntos, celebrando un años más como banda.
Reita aprovecharía esa oportunidad para poder hablar con su amigo, pero sorpresivamente, una noche antes de que se encontraran , Uruha llamo a Kai diciendo que no podría asistir, que su madre se había puesto mal, y el junto con sus hermanas irían a cuidarla y pasar las fiestas con ella, Kai le dijo que no se preocupara, que para otra ocasión seria pues, “la familia es la familia”, y a pesar de que ellos 5 se consideraran una familia, nada podía estar encima de la verdadera familia de cada uno.

El resto de las vacaciones fue igual, Reita intentaba contactar con Uruha, pero en su celular siempre lo mandaba a buzón, y cuando marcaba a la casa de la familia Takashima las que contestaban siempre eran sus hermanas, diciéndole que o bien estaba dormido o cuidando a su madre, las primeras veces se la creyó, pero ¿ya 5 días con los mismos resultados?
En definitiva, el castaño lo estaba evitando, por primera vez en su vida sintió un vacío en su pecho, por primera vez temió que su amistad con Uruha se estuviese fracturando, si no es que el castaño ya la había dado por terminada,  su pecho dolió ante la sola idea de que, Uruha, su mejor amigo de toda la vida, hubiese terminado con una relación de 25 años, toda una vida a la basura, se estaba mortificando más de la cuenta, no era seguro que Uruha hubiera terminado su amistad con el ¿o sí?, decidió no pensar en eso, no quería ni imaginar la sola idea de perder a su único mejor amigo de toda la vida, suspiro algo mortificado, por primera vez, no tenía a Uruha seguro.

Las vacaciones llegaron a su fin para darle la bienvenida de nueva cuenta al trabajo, Kai, como siempre, era el primero en la sala de ensayos, esperando a que sus “cuatro niños” llegaran para empezar a ver los preparativos para la nueva gira que se aria, el segundo en llegar fue Aoi, saludo a Kai y se sentó a esperar, los siguientes en llegar eran un muy sonriente Ruki tomado de la mano de un tanto serio Reita.
Ahora solo faltaba un integrante. Reita estaba ansioso, quería ver a su mejor amigo, llevaba tiempo sin poder contactarlo.
Un par de minutos después las puertas se abrieron, dejando ver a Uruha, todos abrieron los ojos como platos al verlo, Uruha se sentó y los miro con una preciosa sonrisa en sus peculiares labios. — ¿Qué? —dijo Uruha aun sonriendo.
El castaño venía con un peinado bastante femenino, al igual que su maquillaje, ¿desde cuándo se maquillaba sin que fuera para una presentación?
— T-Te ves…—ese fue Aoi quien estaba empezando a dudar de su heterosexualidad al ver a Uruha, el castaño realmente parecía una chica.
— ¿Ah? ¡Ah!... ¿te refieres a esto? —dijo aun sonriendo y señalando su rostro— mi hermana se quedara unos días conmigo, y como es estilista decidió practicar conmigo. —dijo tranquilo el castaño.
—Pues hizo un excelente trabajo—le alago Kai con una sonrisa en los labios.
—Gracias—dijo un tanto apenado pues ahora todas las miradas iban directas a él.
—Dios, Uruha si fueras una chica ¡ya te hubiera pedido numero! —dijo el desvergonzado de Aoi, haciendo que los colores en el rostro de Uruha subieran para después lanzarle una bolita de papel diciendo en el proceso “idiota” para después explotar en risas.
—Bueno, bueno…—dijo Kai tratando de contener su risa, había extrañado esos momentos de “estupidez” que llegaba a tener Aoi. — vamos a hacer una gira por Japón, el manager y yo ya lo hemos discutido, así que pónganme atención.
Kai comenzó a explicar unas cuantas cosas sobre las prefecturas que visitarían, los vestuarios, los lugares de los eventos entre otras cosas, cosas que Reita no estaba escuchando pues estaba como idiota sin poder despegar la vista de Uruha, su corazón estaba latiendo con fuerza, el cubre bocas le servía para ocultar el sonrojo que había nacido en sus mejillas al verlo, simplemente Uruha se veía hermoso y él no podía negarlo, tuvo el impulso de querer tocarlo, pero Ruki lo tenía bien agarrado del brazo mientras ponía toda su atención a Kai, en algún punto de la junta la mirada de Uruha se desvió por medio segundo a la de Reita, en ese momento la respiración de Reita se cortó, Uruha lo estaba mirando directamente a él y no sabía qué hacer, tampoco tuvo mucho tiempo para pensar pues solo duro un momento, Uruha ya se había volteado.
Era la primera mirada que le había dirigido en el día y ya sentía que el corazón se le salía del echo por lo rápido que estaba latiendo, ¿Qué estaba pasando con él? ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué ahora se sentía tan nervioso solo por una mirada?
Poco después de las explicaciones de Kai, el ensayo dio inicio, Reita no puso atención a nada de lo que dijo, incluso, estaba tan distraído que hasta mal estaba tocando, al ser el bajo, marcaba el ritmo al igual que la batería, por lo cual hacían que Aoi y Uruha se equivocaran, haciendo que Ruki se perdiera y también lo hiciera.
—Bien…creo que mejor tomamos un descanso…ya saben chicos, 20 minutos y empezamos otra vez…—dijo Kai al notar que el problema era Reita, no estaba  concentrado y la mayoría del tiempo se la pasaba mirando hacia donde estaba Uruha, supuso que quería hablar con él, pero por Ruki no había podido, así que, se llevó a Ruki con él para ir con el manager y discutir las cosas del Tour.
Reita aprovecho que Kai se llevó al pulpo que tenía por novio y se acercó a Uruha, el cual estaba sentado leyendo unas partituras bebiendo un café que Aoi le había traído hace un momento.
—Shima…—dijo sentándose a su lado, Uruha apenas y separo la vista de sus hojas  solo por un momento para después volver entero a ellas, con este gesto le dio a entender a Reita que lo escuchaba, pero el bajista no dijo nada, simplemente lo abrazo de la nada.
Uruha se quedó estático, mirando al rubio como si fuera la cosa más rara del mundo, en todo lo que duraron las vacaciones trato de suprimir sus sentimientos, y hasta cierto punto lo había logrado, no era justo que el rubio arruinara todo su trabajo así de rápido, solo con un maldito abrazo.
Reita se separó después de estar un minuto abrazado al castaño, lo miro con cariño y acaricio su rostro con suavidad, esto hizo que Uruha se sonrojada y apartara la vista, maldijo internamente ser tan débil ante Reita.
—Trate de localizarte en todas las vacaciones Shima, pero siempre te encontrabas ocupado…tenemos que hablar.
—Tú y yo no tenemos nada que hablar Akira…—contesto tajante a pesar de seguir sonrojado, no se atrevía a levantar la vista.
—Si vas a mentirme tan descaradamente mírame al menos…—dijo con una sonrisa en los labios, tomando a Uruha por el mentón con delicadeza, levantando su rostro, obligándolo a que lo mirara.
Uruha volvió a maldecir, maldijo una y otra vez a Reita y su estúpida y encantadora sonrisa, a esos estúpidos e hipnóticos ojos achocolatados que tanto le gustaban, Reita lo tenía bajo su control, sabia como manejarlo.
—Shima… ¿Por qué estas evitándome? Desde el año pasado he querido hablar contigo.
— ¿Y de que se supone que tenemos que hablar? —Uruha se empeñaba en ser lo más amablemente grosero posible, pues amaba demasiado a ese estúpido rubio como para tratarlo del todo mal.
—Ya te lo he dicho…—Reita aún mantenía el mentón de Uruha sujeto con una mano, comenzó a dar suaves caricias— has estado evitándome y quero saber porque.
“Porque te amo idiota, te amo y no puedo tenerte por eso me alejo”. Uruha hubiera querido decir eso, pero sabía que no podía, así que simplemente aparto la mano de Reita de su rostro y le miro con la mejor cara de molestia que pudo fingir. — ¿A caso es que no puedo tener un tiempo para mí? ¿Sin ti?
—Ahhh eso hasta a mí me dolió…—dijo a Aoi mirando al ir de amigos.
Tan concentrados el uno del otro estaban que se habían olvidado de que Aoi aún estaba con ellos en la sala.
—Cállate Aoi— dijeron ambos a la vez, sorprendiéndose de su perfecta sincronía, se miraron, Reita le sonrió cálidamente, Uruha volvió a sonrojarse, ¿Qué tan enamorado estaba que con solo una sonrisa ya lo ponía blando?
— ¡Ya mejor bésense! —dijo Aoi de nueva cuenta, Reita lo asesino con la mirada, Uruha quiso creer que Aoi solo lo dijo para joderlos, pero la cosa era que hasta Aoi podía ver el aura de amor que estaba rodeando a esos dos ahora mismo.
Reita iba a seguir presionando a Shima para que le dijera la verdad, no se creía el cuentito de “quiero estar solo”, pero para su desgracia Ruki y Kai estaban entrando junto con el manejar, Uruha se levantó para sentarse junto con Aoi, mientras que Ruki casi corrió a sentarse alado de Reita, Kai se sentó alado de la pareja, el manager iba a dar unas cuantas indicaciones.
Uruha se acomodó mejor en su asiento, pasando su brazo debajo del de Aoi y apoyando su cabeza en su hombro, a lo que el pelinegro solo sonrió y apoyo su cabeza en la del castaño, poniéndose a jugar con sus dedos mientras veían al manager. A pesar de  que no lo demostrara mucho, Aoi quería mucho a Uruha, se entendía muy bien con él y que mejor que a ambos les gustara la guitarra, eran muy buenos amigos, podía presumir que era el segundo mejor amigo de Uruha, así que, al menos entre los miembros de The GazettE no era raro ver esas “muestras espontáneamente raras de cariño” entre ambos guitarristas.
Reita estaba que ardía de los celos por dentro, trataba de ignorarlo, pero no podía, estaba celoso, ¿Por qué así de buenas a primeras esos dos se trataban así de bien? Uruha solo hacia eso con él y nada más que con él, ¿Por qué lo estaba haciendo con Aoi? Trato de ponerle atención al manager, de verdad que sí, pero el hecho de ver a esos dos así…
El tiempo de ensayo se terminó, por lo tanto, todos los integrantes recogieron sus pertenencias, todos se dirigieron al estacionamiento en medio de charlas y risas, al final quedaron todos de ir a comer el fin de semana, pues en navidad no se pudieron ver. Reita ya no pudo volver a hablar con el castaño, así que simplemente decidió dejarlo por la paz ese día, ya después hablaría claro con él para sacarle la sopa, fue junto con su novio al auto para volver a casa.

En casa de la pareja todo iba bien, al menos para Ruki, porque Reita tenía un desastre mental ahora mismo, Ruki vio a su rubio novio mal, así que le sugirió que se recostara y durmiera un rato, Reita le tomó la palabra y se recostó en esa cama matrimonial que ya desde hacía un tiempo compartían.
Pronto cayo dormido dentro de poco, su mente comenzó a generar sueños, uno en específico, uno el cual había pasado ya hace mucho tiempo, el castaño y el besándose, estando en la cocina de la casa del guitarrista, pasando de ser un beso “tierno” a uno más pasional y lujurioso, se besaban con deseo mientras sus manos paseaban por su cuerpo, de manera gentil pero a la vez deseosa, los leves jadeos de Uruha sobre sus labios por la falta de aliento, las múltiples mordidas por parte de ambos, todo volvió a su memoria en modo de sueño.
Despertó agitado y con un notable problema entre las piernas, miro a la ventana, a juzgar por la luz eran como las 5 de la tarde, suspiro, Ruki probablemente estaba en la sala, así que se dirigió al baño. Bien pudo bañarse con agua fría, pero decidió ponerle seguro a la puerta y sacar el lubricante, también recordó que fue muy placentero masturbarse pensando en su castaño amigo.
Cuando estaba a punto de comenzar, Ruki toco la puerta del baño. — ¿Cariño? ¿Te sientes bien?
Reita maldijo en su mente, su miembro palpitaba de la excitación, estaba comenzando a doler y con Ruki a fuera no podría continuar.
— E-Estoy bien cariño… solo me dolía el estómago, saldré en un rato…
— ¿Quieres que te prepare un té? —Ruki realmente estaba preocupado por su pareja, Reita solo quería que se fuera.
— S-Si cariño…por favor…—dijo Reita ya vertiendo el lubricante en su mano.
— Okey, cuando salgas el té ya estará servido—dijo Ruki para después irse.
Una vez el menor ya no estaba pegado a la puerta comenzó con su tarea, soltando leves jadeos mientras su mano se movía suavemente por su miembro, empezó a recordar lo que había soñado hace unos momentos, imagino las caricias del castaño en su cuerpo, el movimiento aumento a uno más rápido.
Su mente empezó a divagar mientras se masturbaba, pues, no solo recordó aquel sueño, si no que imagino como sería hacerlo con el castaño, sus gemidos, sus expresiones, lo sensible que seria, de cuantas maneras podría hacerlo suyo. Ante tales pensamientos Reita termino por correrse en su mano, pero para su sorpresa, aún estaba duro, suspiro, si continuaba más tiempo en el baño levantaría sospechas, así que, no muy seguro de lo que iba a hacer, bajo la cadena del agua solo para aparentar, se acomodó la ropa y se lavó las manos, salió del baño y busco en su armario una de sus tantas sudaderas largas, se cambió rápido, al menos así podría disimular un poco, fue a la cocina donde Ruki ya lo estaba esperando, con el té.
Para sorpresa de Reita, Ruki se sentó en sus piernas, sintiendo el gran bulto que su novio tenia entra las piernas, tanto Reita como Ruki se sonrojaron, pues Reita no tenía previsto que el menor haría eso, y Ruki por el hecho de que su novio se encontraba realmente excitado.
Ruki comenzó a moverse, apoyándose en la mesa para un mejor movimiento, Reita soltaba leves jadeos, estaba disfrutando de ese lento rose, sostuvo de la cadera al menor para moverlo a un ritmo más apresurado.
Decidieron mejor levantarse y continuar con ese asunto en la cama, Reita fue por el lubricante al baño mientras Ruki se acomodaba en la cama, una vez el rubio llego, se acostó encima del pequeño cuerpo de su novio, acaricio su rostro para después besarlo con pasión, mientras que sus manos viajaban por todo el cuerpo del vocalista, el cual ahogaba sus jadeos en los labios de Reita.
Pasaron rato besándose mientras que se desnudaban mutuamente, Ruki se sentía en la gloria pues, desde hace mucho no lo hacía con el bajista, Reita continuaba repartiendo besos en su cuello y clavículas, bajando por su pecho y hasta su vientre, mientras que vertía el lubricante en sus dedos para comenzar a preparar a Ruki.
Introdujo un dedo, moviéndolo suavemente pues Ruki se quejó levemente, en el segundo hubo un gemido y en el tercero un quejido, lo preparo con calma, como si tuviera todo el tiempo del mundo, Reita subió de nuevo, Ruki lo abrazo por el cuello, pidiendo un beso para callar sus jadeos, Reita se lo dio gustoso mientras cambiaba sus dedos por su miembro, ni los besos de Reita pudieron callar el gemido mezclando entre el dolor y placer que soltó.
Reita beso sus labios un par de veces, mientras comenzaba con el lento movimiento, pues el menor estaba algo estrecho después de tanto tiempo sin hacerlo, escuchaba los jadeos y gemidos del vocalista, aunque, en su mente, con el que estaba haciendo todas esas cosas era con el guitarrista de sexys piernas o también nombrado como su mejor AMIGO.
Esa noche fue muy pasional para ambos, aunque el rubio varias veces llego a soltar el nombre de su amigo mientras lo hacían, Ruki, por sus propios gemidos no escuchaba lo que el rubio susurraba entre jadeos.
Lo hicieron al menos 3 veces esa noche.
Las mismas 3 veces que Reita pensó que lo hacía con Uruha.
¿Qué fue lo malo de la situación?
Que no se arrepentía de nada

Fin Capitulo 4


Capitulo 5

El sol de un nuevo día se asomaba por las cortinas de aquel tranquilo departamento, donde dos cuerpos desnudos reposaban en la cama, uno abrazado al otro.
El primero en despertar fue Reita, pues las cortinas no estaban bien cerradas, y el sol le pegaba entero en la cara, como Ruki estaba escondido en su pecho, dándole la espalda a la ventana, no sufría y podía seguir durmiendo, ese día no tenían ensayo, pero tenían que ir en la tarde a la compañía, su 15vo aniversario se acercaba y tenían que ver que vestuario usar. Decidió levantarse y dejar al menor dormir, cerró bien las cortinas, se colocó unos boxers y fue directo a la cocina, se preparó un café, tostó un poco de pan para después quedarse en el comedor de la cocina.
Se quedó pensando en lo que hizo la noche anterior, comenzaba a sentirse culpable, pues, a pesar de que Ruki disfruto como nunca, el en ningún momento pensó en el menor que estaba debajo suyo, si no en el sexy castaño de largas piernas que tenía como mejor amigo, suspiro, aunque más bien pareció un gruñido lo que soltó, esto confirmaba que realmente le gustaba su mejor amigo, y él estaba casi seguro que a Uruha también gustaba de él, pero al más alto lo estuvo evitando desde hace prácticamente el año pasado, eso lo hacía dudar.
El tiempo siguió corriendo, Ruki despertó un par de horas después, se ducharon juntos, se alistaron para salir, aún era temprano, pero al parecer hoy habría tráfico, así que salieron una hora antes de la hora acordada.
Tanto Kai como Aoi ya estaban en la compañía, ambos tuvieron la misma idea de llegaran antes, Uruha llego una media hora después, se quedaron hablando un rato en lo que esperaban a la “pareja de enamorados”, tanto Kai como Aoi tenían en duda eso de “enamorados” pues, ambos ya habían notado desde hace mucho, ese “algo” entre Reita y Uruha.
Justo dieron las 12 en punto, y la pareja llego, era la hora exacta, así que todos partieron a donde la modista estaba.
Al entrar en aquel salón se llenaron de nostalgia, pues la modista y el manager habían tenido la misma idea, traer todos los trajes que “The GazettE” había ocupado en TODA su trayectoria musical.

Más que concentrarse en buscar inspiración para el nuevo look que tendrían que presentar para su 15vo aniversario, se pusieron a jugar. Se probaban desde los looks más recientes hasta los más antiguos que tenían. Llegaron a un año en específico, 2006 y retomando el vestuario que ocuparon para grabar el PV de Silly God Disco, todos salieron de los vestuarios directo a los espejos, bueno, todos menos uno, Uruha hace mucho que no usaba ligero y le estaba dando una tremenda pena salir de aquel vestuario en el que se había cambiado en completa soledad, se miraba en el espejo con pena, sus piernas se veían increíblemente bien, y sería muy posible que a las fans les encantaría volver a verlas, pero el realmente ya no se sentía cómodo con ese tipo de ropa, vamos, que era 2006 cuando el apenas tenía 25 años, al ser joven hizo muchas locuras, y puede que haya sido interesante aventurarse con la ropa un tanto femenina, pero que ahora tenía 35 años, a pocos meses de cumplir los 36, ya no estaba dispuesto a hacer esas cosas.

Uruha estaba tardando más de lo que se suponía que debía de tardar, los integrantes se miraron y supieron que tenía que ser Reita el que lo fuera a buscar, aunque a Ruki no le gustara la idea, sabía que esos dos se conocían de toda una vida, a Reita no le negaría el paso en los camerinos.
Reita los miro y suspiro, se levantó de ese cómodo sillón y se encamino al camerino en el que se había metido Uruha a cambiarse solo para tener mayor privacidad, pues los otros cuatro se estaban cambiando todos en un mismo camerino.
—Uruha abre me —dijo Reita al momento en que tocaba la puerta, asustando al guitarrista al sacarlo tan bruscamente de sus pensamientos. —Todos están esperando a que salgas así que abre ya y sal.
— ¡No! ¡No pienso salir así! ¡Es muy vergonzoso! —grito  apenado el guitarrista aun enfrente del espejo el cual estaba alejado de la puerta, gran problema significaba eso pues no le dio tiempo de correr y cerrara para evitar que el rubio la abriera y entrase.
Una vez Reita dentro del camerino trato de cubrirse con lo que sea, pero nada era lo suficientemente largo como para cubrirlo entero.
—Wow…—fue lo único que salió de los labios de Reita al ver lo hermoso que se veía Uruha vestido así, que si, en el pasado ya lo había visto vestido así, pero en el pasado no sentía nada por él. —Se te ve bien…—fue lo único que atino a decir, pues realmente no podía despegar la vista de su castaño amigo.
—Gracias…—dijo Uruha con la cara roja de la vergüenza, de todas las personas que pudieron entrar, ¿Por qué tenía que ser Reita?, lo que menos quería era que el rubio lo viera vestido así.
Reita supo que no tendría otra oportunidad como esta para hablar con el castaño, así que para evitar interrupciones, coloco el seguro a la puerta, por suerte el castaño no se dio cuenta, estaba muy concentrado tratando de taparse con un cojín que había tomado de uno de los sillones así que, decidido a hablar, camino hacia él.
—Uruha…me gustaría preguntarte una cosa.
— ¿S-Si? —pregunto un tanto inseguro, no sabía si preocuparse por taparse, por lo que preguntaría el rubio, o por que Reita se estaba acercando demasiado a su persona.
—El día en que….el día en que me pelee con Ruki y fue a beber a tu casa…—no estaba muy seguro de lo que iba a decir— Tu y yo… ¿Nos besamos?
La respiración de Uruha se cortó en ese momento, ¿¡COMO ERA POSIBLE QUE SE ACORDARA SI ESTABA TOTALMNETE EBRIO!?
—Lo pregunto porque ya van varias veces que sueño con lo mismo, y por lo general siempre sueño con lo que pasa en las borracheras que olvido.
Supo que no podría ocultarle más tiempo las cosas.
—Si Reita…nos besamos, pero no significo nada, estábamos ebrios, no sabíamos lo que hacíamos…—dijo Uruha tratando de que su corazón no se rompiera por decir eso, aunque en este caso su corazón no fue el único que dolió, a Reita también le dolieron esas palabras, pero más que tristeza, por alguna razón se molestó.
— ¡Oh por favor Uruha! ¿¡Cuando te has emborrachado con la misma cantidad de alcohol que yo!? ¡No me quieras ver la cara de imbécil! —dijo acercándose peligrosamente al castaño.
Por un instante Uruha pensó que Reita iba a golpearlo, pero para su sorpresa el rubio lo tomo  de los hombros y lo beso. Uruha abrió los ojos como platos, trato de empujarlo, pero en esos momento Reita parecía tener muchísima más fuerza que él, trato de resistirse al beso, en verdad que trato, pero poco a poco, sus fuerzas se fueron perdiendo, sus manos las cuales estaban hechas puño sobre su pecho tratando de poner una barrera entre el cuerpo del bajista y el, pasaron a apoyarse en el pecho del rubio, sus ojos se fueron cerrando, las manos de Reita pasaron de sus hombros a su cintura, apegándolo a su cuerpo, los brazos de Uruha pasaron a rodear el cuello del rubio. Esto hizo que los recuerdos de aquella noche regresaran. Reprodujeron cada uno de esos besos, pero esta vez, con prisa, con hambre, con deseo, queriendo comerse el uno al otro, las manos del bajista bajaron de la cintura, pasando por las caderas, hasta llegar a las piernas del castaño y de regreso, el cual reprimió un jadeo en los labios del rubio, las manos del castaño solo se paseaban por la ancha espalda de bajista, empezaron a caminar por el camerino sin dejar de besarse, terminaron por toparse con el sillón de 3 plazas que había en el camerino. Reita paso a recostar a Uruha en este para después colocarse el encima, ambos jadeaban por la falta de aire, pero eso no impidió que se siguieran besando, las manos de Reita viajaron hasta las piernas de Uruha, acariciando esa suave piel, la cual ahora estaba algo fría pues no había tela que la cubriese, mientras que las manos del castaño viajaban del pecho al abdomen del bajista sobre la tela del vestuario.
Reita decidió llevar las cosas a otro nivel, bajando sus besos por el cuello del castaño, chupo con fuerza un costado de ese blanco cuello, provocando un gemido de lo más existente por parte de Uruha y dejando una pequeña marca roja en su cuello.
Se separó un momento del castaño para verlo, estaba jadeando, tenía los ojos llorosos, los labios un poco rojos por los salvajes besos que hace poco se habían dado y esa preciosa marca en el cuello que hace menos un minuto había hecho, se veía hermoso, guardaría esa imagen en su cabeza hasta que muriera, acaricio su rostro, haciendo de este modo que Uruha lo mirara, sintió su corazón palpitar 10 veces más rápido cuando Uruha le dedico la sonrisa más sincera que había visto del castaño, no pudo contenerse más y lo beso de nuevo, Uruha abrazo el cuello del bajita para atraerlo más él.
Hubieran podido continuar de no ser por unos fuertes golpes en la puerta más unos gritos para nada amables, exigiendo que la puerta se abriera, el bajista suspiro derrotado quitándose de encima del castaño, era Ruki, el cual exigía saber porque se tardaban tanto y que tanto estaban haciendo ahí adentro.
El arrepentimiento se apodero de Uruha, se le había olvidado por completo la existencia de las 6 personas que se encontraban fuera de ese camerino, esperando a que ambos salieran. Tanto la modista como su asistente se encontraban un tanto incomodas por el griterío que estaba haciendo el vocalista, Aoi y Kai simplemente suspiraron un tanto incomodos de la situación, al manager no le quedo más que intervenir para que Ruki dejara de gritar.

Luego de que ambos amigos salieran Ruki armo toda una escena de celos arruinando por completo el buen ambiente que se había creado, de no ser por el manager que interrumpió el griterío que Ruki le estaba haciendo a Reita, les hubieran llamado la atención los superiores de la compañía.
Se concentraron en el trabajo, trataron de hacerlo todo lo más rápido posible, pues el ambiente pesado que se estaba generando gracias al aura de celos que tenía Ruki estaba incomodando a todo el mundo.
Kai, en un momento de descanso, se acercó a Reita, pidiendo hablar con él.
—Reita, necesito hablar contigo, sobre lo “que está pasando” entre Uruha y tú.
— ¿De qué hablas Kai? Entre nosotros no hay nada…—dijo un tanto nervioso el rubio.
—Bueno, lo que tú digas, pero solo piensa un poco en cómo se siente Uruha, y en cómo se va a sentir Ruki si sigues con “este jueguito” de estar con los dos.
Kai no dijo nada más, simplemente se dio vuelta para ir a la mesa de trabajo en la que todos se encontraban.

Uruha sentía la mirada de Ruki clavada en su persona, pues el menor de todos, no era estúpido, sabía que algo había pasado ahí dentro, en especial porque Uruha no apartaba la mano de su cuello, como si quisiera esconder algo. El castaño estaba realmente nervioso pues la marca que Reita había dejado en su cuello estaba MUY a la vista, y aún más pues aun traía el vestuario puesto, dejando aún más al descubierto su cuello, dejo que el resto siguiera trabajando en lo que él, iba y se cambiaba a su ropa normal, dando pauta a que cuando el salió, los demás entraron para cambiarse también.
Al final se decidieron por un “estilo militar” inspirado en uno de sus más antiguos trajes.
Cada uno se fue para su casa, Ruki y Reita discutieron en el auto, pero al parecer no paso de eso, pues  Reita le aseguro que no pasó nada, simplemente se puso a hablar con él, Ruki tuvo con eso para estar tranquilo, aunque no del todo, aún tenía sus sospechas.

Al día siguiente de eso, se les llamo a junta para ver sobre la confirmación de los lugares donde se harían las presentaciones, también se discutieron las listas de canciones que en cada presentación se harían.
Reita noto que en ningún momento Uruha hablo u opino algo, simplemente se limitaba a asentir, llevaba una muy bonita pashmina gris que cubría “el crimen” del día anterior, se veía cansado, tenía unas leves ojeras, también tenía los ojos rojos, Reita se sintió culpable al ver eso era resultado que el castaño había llorado toda la noche anterior.
¿Y cómo no llorar si Uruha se estaba muriendo de la culpa por lo que había hecho con Reita?
Vamos, que lo había disfrutado como no tenía idea, lo mejor había sido que Reita estaba consciente de lo que estaba haciendo, pero sabía que estaba mal, sabía que era lo peor que pudo haber hecho pues, aunque le doliera, Reita aún tenía una relación con Ruki, aunque en ese beso se había demostrado que ambos amigos se deseaban, que se querían y que si pudieran, estarían juntos, sabía que no podía, porque Ruki no dejaría ir a Reita, y Reita era tan idiota que no se alejaría de Ruki por más que quisiera estar con el castaño. Todos esos pensamientos hicieron que cuando Uruha llegara a su departamento llorara en brazos de su hermana, y que incluso su sobrina lo abrazara para que dejara de llorar.
Reita se sintió culpable, aunque a sus ojos Uruha se veía endemoniadamente adorable así, sabía que el más alto había sufrido mucho.
La junta termino por eso de las 7 de la noche, Reita trato de hablar con Uruha pero este lo ignoro de manera olímpica, pues ni siquiera lo había mirado cuando lo llamo varias veces.
A Reita le dolió, aunque sabía porque no quería hablarle, la culpa lo estaría carcomiendo por dentro, a el mismo también lo carcomía, lo dejo pasar.
Los días siguieron pasando, se liberó la foto del nuevo look, causando revuelo en las redes sociales, aún faltaban unos cuantos detalles para el tour, pero las entradas ya habían sido sacadas a la venta, y en tan solo poco tiempo se agotaron.
Esto emociono mucho a los muchachos pues sabían que ese era el resultado de su buena música.
Continuaron pasando los días y ese par de “amigos” no se dirigían la palabra. Uruha normalmente llegaba tarde a las reuniones y ensayos, esto preocupaba un poco a los demás porque siempre se le veía cansado, las ojeras en sus ojos se hacían cada vez más visibles, y su mal humor cada vez más notable, ninguno de los chicos sabia la razón y la verdad no se atrevían a preguntar, aunque la verdad de esto era que, el castaño estaba empezando a sufrir de insomnio desde el día  en que tuvo ese “pequeño encuentro” con Reita, así que normalmente en la noche, salía a caminar, regresando casi a las 3 o 4 de la mañana a su departamento para levantarse a las 7, lo cual era imposible ya que su sueño era más grande, por lo cual se levantaba 2 o 3 horas más tarde de lo que debía, dando como consecuencia el llegar bastante tarde a la compañía.
Por su parte Reita, al no tener contacto con el castaño y sentirse desesperado por ello recurrió al alcohol, lo cual molesto a Ruki pues el realmente no disfrutaba  del alcohol y que su pareja oliera todo el tiempo a ello le desagradaba, por lo cual siempre se la pasaba discutiendo con el rubio sobre sus borracheras y su baja condición en los ensayos.
— ¡Ya estoy harto Reita! —grito histérico el menor mientras veía molesto al más alto.
— ¡¿Pero dime que te molesta?! ¿¡Es el alcohol!? Por favor Ruki, somos adultos, deberías ya estar acostumbrado a eso.
—¡¡Es que no es por eso!! —volvió a gritar.
— ¡Entonces dime! Dime ¿¡qué carajo es lo que te molesta!? —grito ya harto el rubio.
— ¡Es porque estas tomando por Uruha! —grito el menor haciendo que un silencio sepulcral se instalara en la sala.
—Todo este lio, todo este maldito berrinche, ¿solo porque me preocupo por mi mejor amigo?
— ¡JA! Ambos sabemos que eso ya no es amistad. —dijo el menor en tono burlesco, aunque dolido.
— ¿De qué hablas? —lo miro incrédulo Reita.
—No te hagas el desentendido Reita, créeme que no te queda. —dijo ya con fastidio el más bajo.
— ¿¡Entonces cual es el maldito problema!?
— ¡Que estás enamorado de él por la mierda! —aquel grito dolido dio paso nuevamente al silencio. Pronto el menor continúo hablando. — ¿Tú crees que soy idiota? He visto cómo se miraban, ¡cómo se sonreían!, ¡cómo se tocaban! ¿Tú crees que soy tan estúpido como para no darme cuenta? —grito desesperado mientras las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas.
—Ruki, tranquilízate, respira—dijo algo asustado pues jamás había visto al menor así.
— ¡Ni me calmo, ni nada Reita! —Sollozo el menor, cubriendo su rostro— Ya basta, basta por favor, ¿porque? ¿Por qué me lastimas así? Yo te dije mis motivos, te dije el porqué de mis acciones, ahora dime tú, ¿Por qué lo haces? ¿Cómo vas a explicarme esto?
—Ruki, yo no…
— ¡¿tú que Reita?! ¡¡ ¿Ah?!! ¡¿Tu qué?!
— …
— ¿No vas a decir nada?
—…—El bajista abrió la boca para decir algo, pero nada salió.
—Bien—nuevas lágrimas bajaron por su rostro al parpadear—tomare tu silencio como la respuesta que ya me esperaba…
—No Ruki, yo te amo…
—¡¡¡Pues no se nota!!! —el menor no pudo retener su llanto por más tiempo, callo de rodillas al piso mientras sollozaba con fuerza.
Reita trato de abrazarlo pero el menor lo empujo, comenzando a gritarle que se fuera, que lo dejara solo, y que nunca regresara a ese departamento si no era solo para recoger sus cosas.
Reita no hizo nada más que salir del departamento, sabía que las cosas con Ruki no se iban a calmar de un momento a otro, he ir con Uruha no era la mejor opción, así que fue de regreso a su antiguo departamento, en el cual antes vivía solo, ya que se había mudado con el menor a petición de este, una vez que llego se dejó caer en la cama, pues ese departamento aún estaba amueblado, aunque lleno de polvo por tanto tiempo sin ser ocupado, se abrazó a una almohada, suspiro algo cansado y triste, pues presentía que esta vez, el enojo de Ruki no iba a pasarse tan fácilmente, conocía demasiado bien a ese enano berrinchudo, le costaría trabajo volver a recuperarlo, más por las “estúpidas suposiciones” de que estaba enamorado de Uruha, aunque fueran verdad.
Ambos creían que esta solo era una pelea más, que podrían superarla que todo iba a estar bien y seguir a delante juntos.
No sabían que esa pelea fue el primer paso para que su relación terminara.

Fin del capítulo 5


Capitulo  6

Las maletas de los 5 chicos ya se estaban subiendo a la camioneta en la que ellos viajarían, el staff ya estaba acomodado los vestuarios y demás equipos como instrumentos y amplificadores, dentro de otras camionetas, en las que irían ellos,
Poco después de terminar de empacar, los 5 subieron a la camioneta negra designada para ellos. El manager iba al volante junto con Kai de copiloto, aquí se armó un dilema horrible, ¿Quién se sentaría con quién?
Ruki y Reita, estaban peleados, Uruha y Reita no se hablaban, técnicamente el castaño llevaba semanas ignorándolo, Aoi, la única víctima de tanta tensión decidió solo subirse al auto a ver quién se sentaba a su lado.
Reita sabía que Ruki no se sentaría junto con el por nada del mundo, así que sin tomar importancia de la opinión de aquel par de “amigos” se sentó justo alado del pelinegro, dejando como resultado que Reita y Uruha se sentaran juntos en los asientos de atrás.

El camino iba a durar un par de horas, y la tensión en esa camioneta era tan densa que podías cortarla con un cuchillo, Aoi, el único que se daba cuenta del aura maligna que tenía a su lado mejor decidió colarse los audífonos y mirar a la ventana.
Ruki suspiro he hizo lo mismo pero el cerro los ojos, tratando de dormir un rato.
Mientras tanto en la parte trasera de la camioneta había una incomodidad terrible saliendo de Uruha, estaba muy cerca de Reita y no tenía muchas opciones a donde mirar, pues las ventanas de aquella camioneta eran polarizadas y podía ver el reflejo el del rubio mirarlo. Se tensó cuando la mano del bajista se posó  sobre su pierna, el castaño inmediatamente la quito, alejándose lo más que le permitía el asiento del rubio, Reita suspiro  y mejor dedico su mirada al camino.
Dos horas después de camino, decidieron detenerse un rato, para estirar las piernas y si los chicos necesitaban ir al baño, esa era la oportunidad que tendrían.
Aoi no desaprovecho la oportunidad de alejarse de toda esa aura negativa y estiro las piernas en otro lado mientras fumaba un cigarrillo.
Ruki simplemente se bajó del auto para platicar de quien sabe que con Kai. Y de nuevo, ese par de “amigos” estaban solos.
—Oye Uruha…—empezó el rubio, mas sin embargo no pudo continuar, pues este rápidamente se bajó del auto, ignorando por completo al rubio, el cual simplemente suspiro ahora un tanto fastidiado, se acomodó en su asiento y prefirió cerrar los ojos, probablemente dormir le ayudaría a bajar el enojo que empezaba a crecer en él.
Retomaron el camino un par de minutos después, Reita iba completamente dormido, Uruha se le quedo mirando un rato, aparto un poco el cabello de Reita de su rostro, sonrió con tristeza, al final no podía ser del todo malo con el rubio, se quedó observando cada detalle de él, sus rasgados ojos cerrados, sus abultados labios, esa tranquila respiración que hacia subir y bajar su pecho con tanta clama, suspiro enamorado, porque si, estaba enamorado de ese idiota desnarizado que tenía alado, se acomodó en el asiento apoyando su cabeza en el hombro del rubio, hundió su rostro en el cuello del bajista, inhalando el aroma de este, como le gustaba la colonia que usaba, aunque era gracioso, le gustaba como olía esa colonia en el rubio, pero no en él, puesto que hace tiempo en el pasado se la presto y no le gusto, sonrió ante aquel recuerdo, cerró los ojos.
El camino duro un par de horas más, Uruha fue despierto todo el camino, embriagándose con el olor de Reita, pues en ningún momento se separó de él, o bueno, eso hasta que llegaron, pues tenía que seguir ignorando al rubio, realmente no sabía bien porque lo hacía, ¿evitar discusiones con Ruki? Tan vez esa sería la razón más acertada.

El movimiento despertó a Reita, este noto como todos bajaban de la camioneta, con pereza hizo lo mismo, habían llegado a la primera parada de su tour, entraron al lugar, era momento de ver todo lo técnico, a gusto de Ruki claro.
Los miembros del staff y el manager se encargarían de lo demás después de ciertas opiniones por parte de los integrantes de la banda de cómo deberían de quedar las luces y todo eso, la prueba de sonido se haría mañana, pasado mañana la presentación
El manager le pidió a un miembro del staff que llevara a los chicos al hotel donde se hospedarían, todos subieron de regreso a la camioneta, una vez listos, se dirigieron al hotel, que estaba a no menos de una cuadra del lugar de la presentación. Y he aquí otro GRAN problema, ¿Quién dormiría con cada quién?
Era normal entre los miembros de la banda dormir en parejas, uno siempre dormía con el manager, y los otros cuatro en parejas en dos habitaciones más, de este modo se ahorraban el hecho de alquilar tantas habitaciones.
Ruki se negaba a dormir con Reita, simplemente impensable pero tampoco quería que durmiera con Uruha. Aoi de nuevo se encontraba bajo mucha tensión, pues Kai siempre dormía con el manager. Sabía que dormir con Uruha era dejar a la “pareja” junta, eso solo significaba peleas seguras, así que lo descarto, dormir con Reita era dejar a las dos “fieras” juntas, una MUY MALA idea terminaría en golpes, la única alternativa era quedarse con Ruki y que los amigos durmieran juntos, supuso que no habría problema, pues últimamente se ignoraban.
—Vámonos ya Ruki…—dijo ya harto de la tensión, tomando a Ruki del brazo y llevándolo a la habitación.
— ¡¿Qué?! ¡Pero ellos-! —no pudo seguir halando pues prácticamente Aoi se lo llevo.
Los 3 restantes suspiraron, Kai se fue a su habitación, dejando a ese par solo. Reita volvió a suspirar y con llave en mano se dirigió a su cuarto seguido de un callado y antipático castaño.
Una vez dentro de la habitación, Uruha agradeció a todas las divinidades del cielo, eran camas separadas, en pasados conciertos le había tocado dormir con Aoi en una cama matrimonial, pues en ese entonces Ruki y Reita seguían juntos.
A ciencia cierta no sabía si la pareja está peleada o ya era una separación definitiva.
Se dejó caer en la cama, tenía mucho sueño, abrazo una almohada bajo la atenta mirada del rubio, quien ya se encontraba en la otra cama.
Reita observo la figura del otro con mucho detalle, cada curva, cada respiración, cada mínimo movimiento que el castaño hacía, se quedó embobado un rato, sabía que Uruha no estaba dormido, el castaño nunca se quedaba tan quieto mientras dormía.
En cambio el castaño estaba tremendamente incómodo. Sentía la mirada del mayor clavada en su espalda, por eso estaba quieto, no se atrevía a voltearse.
— ¿Cuánto tiempo más vas a ignorarme? Sé que no estas dormido.
Uruha se tensó, maldijo al rubio por conocerlo tan bien.
—Uruha…—lo escucho cerca, MUY CERCA, abrió los ojos de golpe notando que el rubio se encontraba encima de él, no sabía cómo reaccionar, se quedó estático.--Shima…—susurro muy cerca de los labios del castaño—no me ignores por favor—finalizo besando al guitarrista, Uruha jadeo y Reita aprovecho he intensifico el beso. Uruha sentía el movimiento sobre sus labios, pero él no estaba haciendo nada ¿Cuántas veces no había soñado con ese momento? Habían sido AÑOS deseando un momento como ese. ¿Por qué no se sentía feliz? Ah, claro, “plato de segunda mesa”  fue lo que llego a su mente, como estaba peleado con el endemoniado enano, ahora iba a desfogarse con él, lo empujo, casi tirándolo de la cama.
—Pero que-…¡¡Uruha que carajo!!
—Yo NO soy tu plato de segunda mesa Reita—se levantó— no es mi maldito problema si estas peleado con Ruki, ¡Si estas caliente ve y busca una puta con la cual acostarte y a mi déjame en paz! —grito el castaño para después tomar un suéter y salir de ese cuarto.
Reita no lo siguió, sabía que no quería verlo, así que dejo que se fuera, para que se le bajara un poco el enojo, ya después volvería.
Pasaron las horas, la noche se estaba haciendo presente y Uruha aún no había regresado, Reita se vio en la penosa necesidad de recurrir a Kai, pues sabía que por sí solo no encontraría al castaño.
Después de mandar al staff en busca del guitarrista y de recibir una buena regañada por parte de Kai y el manager solo les quedaba esperar.
Dieron las 11:50 pm hasta que Uruha apareció, hubiera sido mucho más fácil llamar a su celular y preguntar como estaba, pero el castaño del enojo que sintió en ese momento solo tomo su suéter y se fue.
Uruha no se salvó de que tanto el manager como Kai lo regañaran, haciéndole ver que lo que hizo fue muy irresponsable. Como niños regañados mandaron a ese par a su cuarto, cada uno después de cambiarse se fueron directo a sus camas, dándose la espalda.
Al otro día el silencio y la incomodidad reinaban en la habitación, pues ninguno de los dos se dirigía la palabra, ni siquiera la mirada, Reita se estaba cambiando, hoy tendrían que ir a verificar el sonido y las luces del lugar. Uruha se estaba duchando, los pensamientos de ambos estaban hechos un desastre, así como sus corazones.
Reita salió del cuarto en cuanto se terminó de arreglar, lo menos que quería ahora era incomodar a Uruha, además necesitaba tomarse un tiempo para organizar y aclarar sus sentimientos.
Camino fuera del hotel hasta llegar a la pequeña área verde, tomo asiento debajo de un árbol sintiendo como la brisa golpeaba suavemente su rostro, suspiro, realmente se sentía mal.
“¿Porque diablos te comportas de esa manera?” se dijo así mismo el rubio en sus pensamientos mientras apoyaba su espalda en el tronco del árbol. “Estas lastimando a dos personas que significan mucho en tu vida solo porque no tienes tus sentimientos claros” continuo regañándose a sí mismo mientras tomaba su propia cabeza con ambas manos en señal de desesperación. “Ruki ha estado conmigo desde hace dos años, me ha ayudado, amado, respetado, querido, y sobretodo confiado en mí, y lo único que hago es lastimarlo con mis mentiras”. En este punto de sus pensamientos ya tenía los ojos rojos, tratando de retener las lágrimas que querían salir. “Por otro lado, Uruha ha sido mi amigo desde hace 26 años fuimos juntos a la escuela, practicábamos en el mismo equipo de futbol, al crecer vivimos juntos un tiempo, conocemos cada aspecto del otro, incluso puedo presumir donde esta cada maldito lunar en su cuerpo. Es toda una vida, es como…si su alma estuviera desnuda ante mí”. Reita suspiro de nuevo, dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas, desde hace un rato ya había empezado a llorar.
—Yo lo amo…—dijo en un susurro para sí mismo.
Estaba más que claro lo que sentía por Uruha, no podía negarlo o siquiera dudarlo por un momento.
En ese momento Reita se levantó limpiando sus lágrimas, decidido en lo que haría.
—Realmente lo siento Ruki….--soltó al aire para sí mismo más que para que el menor lo escuchara— no puedo seguir engañando a mi corazón.


Reita se encontraba fuera de la habitación que Aoi y Ruki compartían, toco la puerta rogando porque el menor estuviera solo, pero pasa su mala suerte no lo estaba, fue Aoi quien le abrió, el cual lo miro un poco ha sombrado.
—Necesito hablar con Ruki, ¿Podrías largarte unos minutos…?--dijo el rubio con sarcasmo.
—Ah, sí claro, corriéndome de mi propia habitación, ¡Que triste es mi vida!--dramatizo el pelinegro con una mano sobre su pecho en señal de lo ofendido que estaba.
—Ya, quítate—dijo sonriendo el rubio empujando de manera juguetona al pelinegro.
Aoi se fue dándose paso dentro de la habitación. Miro a todos lados, pero no vio a nadie, ¿Aoi le había tomado el pelo? Se giró para ir y alcanzar a al pelinegro pero en ese momento Ruki salió del baño, ya cambiado pero con el cabello mojado, tenía la cabeza agachada, secándose el cabello con una pequeña toalla.
— ¿Quién toco la puerta Aoi? —Ruki levanto su mirada, para toparse con la sorpresa de que Aoi ya no se encontraba en la habitación, si no Reita.
—Necesitamos hablar—dijo el rubio sin rodeos, lo cual provoco una sonrisa sarcástica en el rostro de Ruki.
—Veo que ahora los papeles se han invertido eh —Dijo mientras caminaba al otro extremo de la habitación, pasando al lado de Reita. Se detuvo y continúo. —Solo que ahora no vamos a hablar de mis errores, si no de los tuyos o ¿Me equivoco?
—Yo no llamaría a esto error—el vocalista se tensó, había llegado el momento de la verdad.
—Bien entonces háblame del error llamado Uruha—el rubio miro a Ruki con mala cara. Casi nunca se mostraba así de molesto e irritante. Pero como si con solo mencionar su nombre lo invocaran salió Uruha de su habitación, dirigiéndose hacia la de Aoi y Ruki, necesitaba hablar con el pelinegro para ver sobre algunas canciones que se presentarían el día de mañana. Estuvo a punto de tocar, pero la voz de Reita dentro de esa habitación lo detuvo.
—Ya no estoy seguro de lo que siento por ti— dijo Reita sin más.
—Entonces si me estuviste mintiendo todo este tiempo— la sonrisa del vocalista desapareció y se cambió por una de enfado.
—No todo fue mentira Ruki—dijo el rubio defendiéndose.
—No te lo estoy preguntando, te lo estoy afirmando. Estuviste viviendo con él un mes sabía que en algún momento el aprovecharía para confundirte y cambiar tus sentimientos hacia mi…—sintió como sus ojos empezaban a arder— Y así fue, todo el maldito tiempo se la pasaban juntos y no me quiero imaginar el por qué—Ruki exploto pues el rubio lo estaba dejando—y…y… luego el otro día en los vestidores, mierda Reita ¡le hiciste un chupetón! ¡Y me mentiste en la cara!, me dijiste que no había pasado nada… ¡TODO ESTE MALDITO TIEMPO PENSE QUE ME AMABAS! — dijo gritando ya dejando que las lágrimas comenzaran a salir, no soportaba más la situación.
—Ruki por favor no te alteres, respira— dijo tratando de acercarse para calmarlo.
— ¡Mierda no me toques! —dijo el menor moviéndose  bruscamente.
—Escucha en verdad lo siento, pero no puedes hacer nada para que cambie de parecer, yo… te amaba Ruki, en verdad te amaba pero… ya no lo hago mas— Reita aun trataba de acercare a el menor, pues no quería que las cosas terminaran así de mal.
—Apuesto a que ya estabas confundido cuando regresamos y ni siquiera intentaste el volver a sentir algo por mí— las lágrimas no paraban de salir, llevaba mucho tiempo conteniendo ese llanto, Reita ya no quería tratar de acercarse a él, pues tenía razón.
—Yo… yo… en verdad lo siento, yo no quiero que las cosas terminen así—dijo el rubio en un susurro. Uruha, quien llevaba escuchando desde hace un buen rato, no pudo evitar que sus propias lágrimas salieran, su corazón estaba acelerado, no podía creer lo que estaba escuchando, decidió mejor apartarse, no sabría si en algún momento las cosas se saldrían de control, regreso a su habitación, acostándose en la cama con el corazón desbocado, ¿Reita le correspondía? ¿Realmente Reita le correspondía después de tanto tiempo?, trato de ocultar la sonrisa que nacía en su rostro, abrazando una almohada, hoy tendría que actuar como siempre, ignorando al rubio, aunque le costara, tendría que hacerlo, pues “se suponía” que él no sabía nada de lo que ese par había hablado.
—Te dije que no dejaría que nada ni nadie se interpusieran entre nosotros… y pienso cumplir mi promesa—dicho esto Ruki arrojó la toalla en su cama y salió de la habitación dando un portazo.


Pronto dieron las 12 de la mañana, los muchachos ya estaban listos para ir al lugar del concierto, subieron a la camioneta, en el mismo orden que la última vez, Kai de copiloto, Aoi y Ruki en los asientos de en medio y Reita con Uruha en la parte de atrás.
Uruha iba realmente nervioso, pues no se atrevía a mirar al rubio, no podría fingir esa cara de indiferencia que le dedicaba desde hace unos días, sabiendo que el rubio le correspondía, se colocó los audífonos y miro a la ventana, tratando de ignorar el hecho de que Reita no le quitaba la vista de encima.
Reita, aunque trataba de ser discreto, no podía dejar de ver a Uruha, hoy se veía simplemente precioso, tenía el cabello lacio recogido en una pequeña coleta hacia un lado, llevaba puesto sus lentes, hace un buen rato que no lo veía con ellos, llevaba un suéter de color crema,  que cubría poco más abajo de la mitad de sus muslos, el pantalón entubado que llevaba, hacía que sus piernas se definieran más, aunque llevase botas, no quitaba el aspecto tierno que tenía, sonrió al ver lo enamorado que estaba.
Uruha por su lado trataba de ignorar el aura llena de amor y flores que rodeaba al rubio, se enfocó en la ventana y en las canciones que se reproducían de su celular.

Un par de minutos después llegaron, bajaron de la camioneta, al entrar el staff ya los estaba esperando con todo listo, subieron al escenario a probar el sonido, mientras que Ruki miraba el cambio de luces.
En el escenario se encontraban Uruha y Aoi, jugando y haciendo tonterías mientras probaban el sonido de sus guitarras, Kai estaba abajo hablando con el manager, Reita se encontraba sentado en la 4 fila enfrente del escenario, mirando como esos dos se reían juntos, sintió unos incontrolables celos crecer dentro de él, Uruha estaba sonriendo solo para Aoi, mientras que a él, llevaba semanas ignorándolo.
Pero eso no fue todo, Uruha se calló por estar jugando, quiso levantarse inmediatamente para ayudarlo, pero Aoi fue quien le tendió la mano a Uruha, Uruha agradeció mostrando la sonrisa más bonita que Reita había visto en el castaño, sintió que estaba envuelto en las llamas de los celos, para empeorarlo se quedaron sujetos de la mano aun cuando Uruha ya estaba de pie, se levantó y mejor se fue a otro lado, no aguantaría ver más. Comenzó a preguntarse si Uruha se sentía así cuando lo veía a él con Ruki en el pasado, si era así, entonces debía de darle su más gran respeto por todo el autocontrol que manejaba.
Terminaron saliendo de ahí en la tarde, ya todo estaba listo así que podrían por fin ir al hotel a descansar, o más bien, a comer, porque se morían de hambre. Así que desviaron el camino a un restaurante cercano.
En el camino Reita miro de nueva cuenta al castaño el cual estaba mirando por la ventana, perdido en las figuras que se formaban gracias a la velocidad que iban.

—Oye Uru…—dijo el bajista en tono suave mientras colocaba su mano sobre la pierna del castaño.
Uruha volteo un momento a mirarlo, haciéndole saber que tenía su atención, para después volver a girar a la ventana.
— ¿Al menos podemos seguir siendo amigos? —dijo el bajista en un tono muy bajo de súplica.
Uruha se conmovió, sintiendo como algo en su corazón se movía, coloco su mano encima de la del rubio, dedicándole una tierna sonrisa. —Claro que si Ue-chan…
Reita sintió una calidez en el pecho enorme, hace ya bastantes años que Uruha no lo llamaba así, y el hecho de que lo hiciera ahora en su “reconciliación” le hacía sentir muy feliz.
El resto del camino, Uruha se apoyó en el hombro de Reita, el rubio dejo caer su cabeza sobre la de Uruha, quedando apoyados uno en el otro, debían de admitir ambos que ya extrañaban comportarse así de unidos.
Poco tiempo después llegaron a un bonito restaurante, bajaron de la camioneta y se sentaron todos juntos, el ambiente estaría de lo más normal si no fuera por el aura de celos que tenía Ruki a su alrededor al ver que mágicamente Uruha ya no ignoraba a Reita, tratándolo nuevamente con cariño.
Pidieron lo típico de siempre, cada uno un plato grande de ramen, junto con una orden de onigiris para compartir y unas cuantas  botellas de licor. Comieron tranquilamente, bueno, todos menos uno, el cual estaba que gruñía de celos al ver como Reita era alimentado por Uruha, pues el rubio ya se había terminado su tazón de ramen, y ahora el castaño le compartía del suyo, pero no, no era Reita quien sostenía los palillos para comer el mismo, era Uruha quien hasta había soplado un poco los fideos para que no estuvieran tan calientes y el rubio pudiera comerlos sin problemas, solo para su fastidio, Aoi comenzó a hacerles bromas al par de “amigos” diciendo que Uruha será una muy amorosa esposa si se casaran.

Cuando terminaron de comer, se quedaron un rato conversando sobre lo de mañana, aunque Ruki no hablaba mucho la verdad. Se levantaron para ir a pagar, la dueña del lugar los reconoció, no armo escándalo, pero pidió una foto con la banda a cambio para ponerla en la pared del  restaurante, los chichos no se negaron.
Después de esa extraña pero divertida experiencia, regresaron al hotel, ahora Ruki se sentía mucho más enfadado, pues las cosas entre Reita y Uruha ya se habían arreglado, y ahora estaban los DOS, SOLOS en UNA HABITACION.
Todos entraron a sus respectivos cuartos, Reita y Uruha se cambiaron a ropa más cómoda, aunque a Reita le hubiera gustado repetir esas veces en las que ambos dormían en una cama, no fue así, Uruha se acostó en su cama y Reita en la suya, al parecer castaño se había quedado con las palabras “ser amigos” bien grabadas en la cabeza. Suspiro pero estaba feliz, al menos Uruha volvía a hablarle y con eso le bastaba, o al menos por el momento, ya que estaba seguro de que lo amaba, y esta vez trataría de llevar las cosas a un siguiente nivel.

Un nuevo día dio comienzo, el concierto seria en la tarde, aun así, se tuvieron que levantar temprano para que los arreglaran y se diera un último retoque a los ajustes de sonido y luces.
Los cinco chicos subieron todos adormilados a la camioneta, eran las 7 de la mañana, el concierto daba inicio a la 1 de la tarde, para ellos era demasiado temprano, no creían que se tardarían tanto en los “ajustes” del concierto.
Tanto Reita como Uruha cayeron dormidos en la parte de atrás, como siempre, Uruha apoyado en el hombro del rubio y Reita apoyando su cabeza en la del castaño, Aoi también se durmió en su asiento, con los audífonos puestos, los únicos despiertos eran el manager, Kai y Ruki, este último aun bostezando.
Cuando llegaron, el movimiento despertó a 2 de los 3 dormidos, Aoi bostezo estirándose un poco en su asiento, Reita simplemente parpadeo un par de veces, si se movía podría despertar a Uruha, la camioneta apenas se estaba estacionando, miro al castaño dormir, se veía hermoso, saco su celular y tomo una selfie, miro la foto con devoción, se preguntó si sería mala idea subir la foto a su Instagram y twitter, lo medito como por 5 segundos y después comenzó a subir la imagen con la descripción “beautiful sleepy <3 “.
Guardo su teléfono, los hicieron bajar de la camioneta, acaricio con suavidad la cabeza de Uruha, no quería desertarlo.
—He…Shima, despierta, hemos llegado—lo movió un poco.
—5 minutos más…—dijo con un tono grabe de recién levantado, abrazándose al rubio.
—No tenemos 5 minutos más, ya nos esperan afuera…—dijo en tono calmado mientras acariciaba la espalda del castaño con suavidad.
Uruha se quejó, separándose de Reita, estaba tan cómodo en su cuello, a regañadientes salió de la camioneta, seguido del rubio, entraron al lugar y comenzaron con las últimas pruebas de sonido y luces.
Dio la 1 de la tarde, las fans ya estaban afuera del recinto, emocionadas con boleto en mano para poder entrar a ver a los chicos que más admiraban.
Mientras tanto los muchachos se terminaban de arreglar, los trajes debían de estar impecables, aunque Reita seguía insistiendo que sería un poco incómodo tocar con el traje puesto, pues se sentía muy “recto” no se podía mover tan bien como cuando llevaba ropa más holgada.
Por su parte, Aoi ya estaba tomándose mil selfies con el traje nuevo, le gustaba mucho como quedaba el blanco en él, más aparte el peinado que llevaba, completamente narcisista.

Una vez la gente comenzó a entrar al recinto, los chicos se tensaron, estaban algo nerviosos, pues estaban cumpliendo 15 años de historia, el concierto seria significativo para todos, tanto para fans como para ellos. Una vez toda la gente acomodada dentro se les aviso a los chicos sobre la primera llamada, los nervios de todos se aumentaron, se miraron entre todos, sonrieron, esa era su noche.

La tercera llama se dio y el espectáculo de luces más un video recopilatorio de toda la trayectoria de los chicos pasaba en una pantalla gigante atrás del escenario, los gritos comenzaron, las luces se apagaron.
El griterío se intensifico cuando las luces se encendieron dejando ver a los muchachos sobre el escenario.
Ruki saludo al público para darle paso a un solo de guitarra improvisado por parte de Uruha, luego uno de Aoi, después uno de bajo de Reita, y por ultimo uno de batería de Kai, de algún modo, presentando nuevamente a cada miembro.
El concierto comenzó.

La energía de las fans, sus gritos y su emoción, solo hacían que las ganas de dar un concierto perfecto para ellas se intensificarán en los chicos.
El concierto fue avanzando de mil maravillas, en ese momento se encontraba Reita en la plataforma central del escenario, mientras que los demás jugaban y corrían por este, Ruki estaba tomando un poco de agua, aprovechando que en esa parte de la canción no cantaba, Uruha subió a la plataforma con él, golpeando levemente su brazo con su codo para llamar la atención de este, Reita lo miro, Uruha le sonrió,  esto hizo que Reita también sonriera. El castaño paso su brazo por detrás del cuello de Reita, tomo el cabello del rubio con una mano, haciendo que levantara la cara.
Un beso fue lo que recibió en los labios, las fans enloquecieron, unas cuantas se desmayaron, Reita tenía los ojos abiertos como platos, mientras que los de Uruha permanecían cerrados, Ruki escupió el agua que estaba tomando al ver la escena protagonizada por el bajista y el guitarrista de The GazettE.

Fin del capítulo 6

Capitulo 7


El concierto finalizo, las fans estaban más que encantadas, pues algunas cuantas tuvieron la oportunidad de tomar una fotografía del momento, junto con la que había subido Reita a sus redes sociales en la mañana la cual ya tenía más de 9000 “me gusta” en Instagram y más de 10 000 “me gusta” en twitter junto con 9578 retwitt, dio para que las fans soltaran sus teorías, “son pareja” era lo que cruzaba en las mentes de todas.
Por otro lado, en el backstage del recinto donde se había dado el concierto, el enojo y celos reinaban dando un ambiente pesado, pues Ruki, una vez dentro del camerino junto con los demás comenzó una discusión a gritos con Uruha.
— ¿¡Pero que mierda crees que haces besándolo enfrente de toda esa gente!? —grito Ruki histérico.
— ¿¡Y tu porque mierda me gritas!? ¡Es fan servise Ruki cálmate maldita sea! —respondió Uruha ya harto de los berrinches de Ruki.
— ¡No me quieras ver la cara de imbécil, eso no fue solo fan servise! ¡¿Es que acaso no te basta con haberme humillado antes, ahora lo tienes que hacer también en público?!
— ¿Humillado? ¡¿De qué mierda estás hablando?! —para este punto ya ambos estaban gritándose.
— ¿No deberíamos detener esto? —pregunto Kai un tanto preocupado por la situación.
—No, no, no deja que se desahoguen las señoritas, además, esto se está poniendo bueno—dijo Aoi deteniendo a Kai con un brazo y a Reita con el otro. —quiero ver como acaban las cosas.
— ¡Ya me arrebataste algo que quiero frente a todo el staff! ¡¿Ahora tenías que hacerlo frente a miles de fans?!
—No te entiendo Ruki, ¿¡¿De qué carajo estás hablando?!?
—¡¡Me robaste a mi novio maldita sea!! ¡De eso estoy hablando!
— ¿Disculpa? ¿Yo me lo robe? Tú lo dejaste ir, no me quieras echar la culpa de tus malas y estúpidas decisiones.
—Serás cabron, ¿todavía tienes el cinismo de echarme en cara lo que ya se?
—Sí, pues parece que no entiendes.
— ¡Dos años carajo! ¡Dos años de relación perdidos por tu maldita culpa! ¡Yo realmente lo amo! ¡¿Porque tenías que meterte en medio?!
—26 años Ruki, ¡26 años enamorado de él! ¡¿¡Cómo vas a superar eso!?!
El ambiente se quedó sumido en un total y absoluto silencio, Reita abrió los ojos como plato, ¿había escuchado bien? ¿26 años? ¿El mismo tiempo que llevaban de amistad?
—Wow…eso sí que no me lo esperaba, que bien escondido lo tenías Uruha —dijo Aoi rompiendo el silencio y también la seriedad del momento, aunque no sirvió de mucho pues nadie dijo nada aun.
Uruha fue consciente de lo que dijo, cubrió su boca al instante, pero no sirvió de nada, todos pudieron escuchar claramente lo que había dicho.
—Lo sabía…¡¡LO SABIA!! ¡Todo este tiempo tuve mis sospechas de que estabas enamorado de él! Por dios, fuiste tan obvio al deprimirte cuando acepte ser su pareja, y cuando regresamos después de nuestra pelea también, maldita sea Takashima ¡¿Por qué?! ¿¡Porque si estabas enamorado de él aceptaste esto!? ¡¡Terminaste arruinándolo todo al final!!
— ¿Por qué? ¡¿Me estas preguntando enserio por qué?! ¡Era su mejor amigo idiota! ¡Tenía que apoyarlo en todo! ¡TODO!, porque sabía que realmente le gustabas, ¡que estaba enamorado de ti! ¡Y lo acepte! ¡Lo acepte porque tú lo hacías feliz! Y si él era feliz yo también lo era, aunque me doliera, aunque yo no pudiera provocar esa felicidad, ¡lo deje ir! Porque para mí él es la persona más importante en la vida, y lo único que quiero es su felicidad…—en este punto los ojos del castaño ya tenían lágrimas queriendo salir. —por qué lo amo…por eso me traje mis sentimientos por tanto tiempo, desde que lo conocí, supe que no quería pasar mi vida alado de nadie que no fuera el, pero por miedo a perder su amistad no lo dije y lo deje, deje que hiciera su vida como él quisiera.

Por cada palabra del castaño, Reita sentía que cada vez podía amarlo más, está realmente sorprendido, no esperaba que Uruha hubiera guardado todos esos sentimientos por tanto tiempo, solo por miedo, por miedo a perderlo, estaba conmovido, incluso quería llorar al ver al castaño tan vulnerable ante él. Pero si para Reita esas palabras habían confirmado todo el amor que sentía por Uruha, para Ruki solo había generado una rabia incontenible, el menor se apresuró a querer lanzarle un golpe al castaño, el cual estaba dispuesto a recibir, pues sabia lo enojado que estaba, pero para sorpresa de todos, Reita se interpuso entre ambos, recibiendo el golpe en lugar de Uruha.
—No te atrevas si quiera a tocarlo…—dijo Reita enfadado con la mejilla adolorida por el puñetazo que había dado el menor.
Kai reacciono tarde, pero se propuso a tomar al menor para evitar así más golpes.
—Mierda Ruki, por favor ya cálmate. —dijo Kai sosteniendo de los brazos al menor.
— ¿Qué me calme?  ¡¡ ¿Cómo me pides que me clame?!! —grito histérico.
—Todo el mundo te está viendo Ruki, ¡por dios! —grito igual Kai.
— ¡Me importa una mierda que me estén viendo! ¡Al carajo todo! ¡Yo me largo! —como pudo se soltó del agarre del más alto, estaba hecho furia, salió del camerino azotando la puerta con fuerza, dejando de nueva cuenta un silencio en la habitación.
— ¿Estas bien?... —dijo Reita volteándose para ver al castaño. —oye…no llores no es tu culpa—el rubio tomo el rostro de Uruha limpiando con los pulgares las lágrimas que caían por sus mejillas. —Tranquilo…—dijo Reita abrazando al castaño con fuerza, acariciando su espalda para que se calmara un poco, Uruha se aferró al rubio, tratando de calmar todos sus sentimientos.

La noche se hizo presente, todos estaban ya en el hotel, Ruki claro, encerrado en el cuarto, dejando a Aoi afuera.
—Oye Ruki, realmente tengo sueño—dijo el pelinegro fuera de la habitación mientras tocaba la puerta. — solo quiero dormir ya ábreme. — más sin embargo no recibió respuesta por parte del menor. —Aunque sea dame mi cartera y yo reservo otra habitación. —en esta ocasión la puerta se abrió dando paso a una loca cartera voladora, la cual choco directamente en el rostro de Aoi, para después volverse a cerrar—¡¡aaaauch!! Por la mierda, en la cara no ¡¡¡Que de eso vivo!!! —pronto se dio cuenta de que la habitación estaba cerrada de nuevor13;¡¡¡oye!!! ¡¡Mi ropa!! ¡¡El cargador de mi celular!! ¡¡Tengo que ver twitter y ya no tengo batería!! ¡¡Ruki carajo ábreme!! —de nueva cuenta la habitación se abrió dando paso a toda una lluvia de cosas, todas de Aoi, para después volverse a cerrar. — ¿no me las pudiste dar en mi maleta?
— ¡Vete a la mierda Aoi! —fue lo único que se escuchó, pues la puerta no se volvió a abrir.

Mientras todo eso pasaba en el pasillo, en la habitación de Reita y Uruha reinaba el silencio.
—Shima…tu, todo lo que dijiste… ¿es verdad?
El castaño no dijo nada, estaba acostado en su cama, abrazando una almohada contra su rostro.
—Shima por favor…contesta me…—insistió el rubio
Pero aún no había respuesta por parte del castaño.
—Shima…
Uruha reacciono pues escucho su nombre en su oído, con miedo levanto el rostro de la almohada encontrándose con que Reita estaba encima de su cuerpo.
— ¿Ya se te está haciendo costumbre aparecer encima mío no es así?... —dijo el castaño con una leve sonrisa en los labios aun con los ojos llorosos.
—No me respondías, tiempos desesperados, medias desesperadas—dijo Reita sonriendo, mirando al castaño aun encima de él.
—No seas exagerado Akira…—dijo el guitarrista aun abrazado a su almohada, mirando a Reita desde abajo.
—Shima…—dijo Reita en un susurro, acercándose para besar los labios del castaño.
Uruha cerró los ojos, correspondiendo el beso que el rubio le daba, soltó la almohada para abrazar el cuello de este, apegándolo más a él.
Se besaron por un largo rato, lo hacían con lentitud, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, sus cuerpos permanecían juntos, ahora ya ambos acostados en la cama, las manos de Reita se pasaban por los costados del castaño, mientras que las de Uruha estaban posadas en el pecho del mayor, sintiendo como el corazón de este palpitaba con rapidez, al igual que el suyo, sintió como los brazos de Reita lo rodearon por la cintura apegándolo más, se sonrojo levemente, Reita se separó de sus labios, el castaño lo miro con duda y un tanto de reproche, el cual se fue al ver la pícara sonrisa del rubio.
—Supongo que ahora puedo dejar las marcas que yo quiera ¿verdad?
—Akira por favor…—dijo el castaño avergonzado, apartando la mirada—pasado mañana tenemos concierto, las marcas no se quitan en un día.
—Pero si las hago es porque quiero que las vean…—dijo bajando sus labios hasta el cuello del castaño, el cual jadeo levemente, el tacto era muy suave. — ¿Entonces puedo? —insistió una vez más el rubio, ya con sus labios sobre el cuello de Uruha.
—Yo…—Uruha estaba nervioso, no podía negarlo, soltó leves jadeos al sentir como el bajista repartía besos por su cuello. — E-Esta bien…—dijo en un susurro, para después soltar un gemido, pues casi a los segundos de darle la aprobación el rubio mordió con fuerza para después chupar por un corto periodo de tiempo, soltó la piel que estaba entre sus labios, admirando la bonita marca roja con pequeños tonos morados por culpa de la mordida que había dejado en el cuello del otro.

Esa noche ambos durmieron en la misma cama, estaban demasiado cansados como para hacer “otras cosas”, Uruha estaba acurrucado en el pecho de Reita, mientras este lo abrazaba posesivamente.
—Descansa Shima…—dijo ya un adormilado Reita.
—Descansa Aki…—respondió Uruha para después esconderse en su pecho y cerrar los ojos.

La mañana llego un par de horas después, levantándose todos a las 8 de la mañana, para llegar con tiempo a la siguiente prefectura y arreglarlo todo.
En la camioneta se podía sentir una tensión increíble, pues Ruki no paraba de ver por el retrovisor al par que se encontraba detrás de él, dándose “muestras de amor”, prefirió dejar de ver, su corazón aun dolía mucho.

Uruha iba sentado mientras Reita estaba recostada en los asientos, apoyando su cabeza en las cómodas piernas de Uruha, mientras este jugaba con los rubios cabellos del bajista, serian unas 3 horas de viaje, podían dormir el camino.
Kai y  Aoi cayeron rendidos casi de inmediato, Ruki aún estaba despierto, viendo sus redes sociales en el celular, notando las fotos de Reita y Uruha, sintiendo las llamas de los celos dentro de él.

Apenas llevaban una hora de viaje, Reita y Uruha habían cambiado de posiciones, Reita estaba apoyado en la pared del auto, con Uruha sentado entre sus piernas, apoyando su espalda en el pecho del rubio mirando su celular mientras el mayor lo abrazaba por el cuello. Reita estaba comenzando a aburrirse del viaje, así que saco su celular, notando que la foto con Uruha tenía  ya más de 100 000 “me gusta” en Instagram, agradecía que el castaño estuviera peleado con las redes sociales, puesto que si hubiera visto esa foto, estaría en serios problemas. Pronto se le ocurrió la idea de una nueva foto, coloco la cámara.
—Oye Shima… ¿me dejas tomarnos una foto?
—Sí, claro, ¿Por qué no? Estoy aburrido—contesto Uruha, dejando el celular sobre su regazo, Reita acomodo bien la cámara, tomando la foto, dejando ver de manera descarada la marca de beso que el rubio había dejado en su cuello.
Esa foto se subió a Instagram con el consentimiento del castaño.
En todo el camino el teléfono de Reita se la paso vibrando por las múltiples notificaciones de los “me gusta” y comentarios en la foto, los ignoro, abrazando al castaño, besando su cabeza, Uruha sonrió y se apegó más, cerrando los ojos, para poder dormir un poco.
Ruki, quien aún iba despierto, vio en su Instagram la foto que Reita acababa de subir, y la exagerada cantidad de “me gusta” y comentarios, la mayoría de ellos preguntando por la marca de beso que el castaño tenía en su cuello, hizo zoom a la foto, casi se infarta al ver que era verdad, se giró para mirar, y en efecto, podía ver aquella marca en su cuello.
Pasó más tiempo, esos dos estaban aburridos, todos dormían menos el manager pues estaba manejando, ahora estaban acostados ambos en los asientos, Reita encima de Uruha, el rubio repartía pequeños besitos en el cuello y clavículas del castaño, el cual solo sonreía y acariciaba el cabello del bajista, se quedaron dormidos así.
Poco tiempo después llegaron al lugar donde se haría el otro concierto, todos adormilados bajaron para ver el lugar, el staff se apresuró a comenzar con la instalación de todo, tanto luces como sonido.
Los chicos se sentaron dispersos en los asientos del recinto, como siempre Uruha y Reita juntos, el rubio paso su brazo por los hombros de Uruha, dejando que este se apoyara en su hombro para seguir durmiendo.
Kai se sentó junto con el manager, para revisar unas cosas sobre el concierto, unos ajustes de unas cuantas cuestiones.

—Así que…de nuevo tú y yo —dijo Aoi girándose hacia Ruki, el cual estaba a su lado.
—Aoi por favor no empieces…no estoy de humor.
—Lo sé, no iba a decirte nada—le sonrió.
—Tú siempre tienes que decir Aoi.
—Eso también lo sé, y solo te diré esto, ya que insistes tanto en que diré algo, entonces lo diré. Deberías de aceptar la derrota de una vez.
El menor no dijo nada, pues lo tomo por sorpresa, miro al mayor con ojos bien abiertos, pidiendo una explicación con la mirada.
—Desde hace mucho note el amor que esos dos se tenían…en especial Uruha, nunca creí que alguien pudiera amar tanto como el ama a Reita, deberías de dejar de ser tan egoísta enano. Tienes que aceptarlo, Reita estaba destinado a estar con Uruha, 26 años de estar juntos, apoyándose mutuamente, ellos dos contra el mundo ¿me entiendes? Odio que haya esta tensionen la banda, hay que admitirlo, es por tu culpa Ruki, tus celos por una relación ya inexistente tienen hasta al manager con los pelos de punta por tanta tensión.
Aoi podía ser idiota, en ocasiones MUY idiota, pero Ruki en estos momentos estaba perplejo por las palabras del mayor de toda la banda, ser el más grande lo hacia el más “sabio” ¿eso podía aplicar aquí no? Sintió sus ojos arder, pues Aoi tenía razón, amaba a Reita, pero no más de lo que lo amaba Uruha, bien dijo el castaño aquella vez en el baño que llevaba muchos más años de ventaja que el…
—Pero yo aún lo amo…—dijo Ruki en un susurro sintiendo como las primeras lagrimas salían.
—Lo se Ruki, pero Uruha lo ama desde hace mucho más que tú, si el destino los separo fue por algo ¿no crees?, piensa las cosas un rato, medita todo muy bien, y pregúntate ¿Vale la pena? ¿Vale la pena seguir lastimándote por no querer aceptarlo? ¿Vale la pena ser el culpable del mal ambiente en la banda? —el pelinegro se levantó, estirándose un momento para después caminar al escenario, Ruki lo miro irse, luego dirigió su vista a la pareja que se encontraba un par de filas más arriba, Uruha dormía mientras Reita mantenía apoyada su cabeza sobre la del castaño. Suspiro de nuevo, levantándose de igual manera para ir con el staff y ver lo de las luces.

Estaba con el staff arreglando unas cuantas cosas, Kai se le acerco.
—Ruki…necesitamos hablar.
— ¿Tú también me vas a decir que es mi culpa el mal ambiente de la banda? ¿Que mis celos son enfermizos por una relación inexistente? Si mierda, ya sé que todo es mi culpa, ahórrate la palabrería y dime algo que no sepa…—dijo para abandonar el lugar dejando a Kai con las palabras en la boca, pues realmente si iba a decirle eso, definitivamente necesitaba relajarse, recurrió a lo primero que encontró en su bolsa, o más bien la de Aoi, pues eran bastante similares—hace mucho que deje de fumar…
No muy seguro saco un cigarrillo, lo coloco entre sus labios, tenía el encendedor en la mano, el dejo de fumar para cuidar más su garganta, púes el tabaco no ayudaba mucho, lo encendió, dio la primera calada, sintiendo como el humo le invadía los pulmones y la nicotina lo relajaba, expulso el humo de si con una tremenda satisfacción, se la paso así un buen rato.
Dieron las 6 de la tarde y las preparaciones del concierto estaban listas, los dejarían descansar, regresaron al hotel en la camioneta, una vez ahí todos fueron a sus recamaras, Ruki miro con recelo como Reita iba cargando a Uruha en su espalda mientras abría la puerta para después entrar a la recamara, suspiro, entro al cuarto con Aoi.
— ¿Pensaste en lo que hablamos?
—Ahora no Aoi…—dijo desanimado mientras se cambiaba.
—Mmm oye, ¿no viste mis cigarrillos? —dijo el pelinegro buscando en su bolsa.
—Mmm no…—dijo acostándose en su cama. —Mañana compras más.
—Mañana es el concierto Ruki no jodas…—suspiro molesto, acostándose.
La mañana siguiente llego, los despertadores sonaron simultáneamente a las 8 de la mañana.
—Mmm…Akir13;dijo el castaño aun con los ojos cerrados y una voz gruesa de recién levantado—apaga eso… Aún tengo sueño…—el castaño volvió a acurrucarse en el pecho del rubio.
—Mmm…—contesto Reita estirando su mano a la mesita de noche, tentando hasta encontrar el celular. Apago la alarma, dejando de nuevo el aparato en la mesita, volvió a abrazar al castaño de manera posesiva, el cual correspondía gustoso, escondiendo su rostro en el cuello del rubio. —sabes que si no nos levantamos Kai nos regañara—dijo con voz gruesa de recién levantado.
—Pero tengo sueño…
—Lo se…—dijo acariciando con suavidad el cabello del castaño. —Pero debemos levantarnos—le beso la frente, tratando de levantarse de la cama, pero el otro no lo soltaba.
—Anda…otro rato y ya, dormir en tu pecho es muy cómodo. —dijo adormilado el castaño.
Reita hubiera querido decirle que sí, pues disfrutaba dormir con el castaño aferrándose a él de esa manera tan posesiva, pero por desgracia,  Kai, ya listo, toco la puerta, diciendo que tenían unos minutos para arreglarse, la pareja suspiro, para ahorrar tiempo decidieron bañarse juntos, estaban tan concentrados en que Kai no los regañara por tardar, que ni siquiera se les paso por la cabeza pensar “en otras cosas”, salieron  rápido, secándose el cuerpo y cabello como pudieron, se colocaron lo primero que vieron, de todas formas se cambiarían haya.

Una vez todos en la camioneta partieron al lugar donde se haría el concierto, aún era temprano, pero comenzaron a arreglarlos, también vieron lo de las luces y sonido, cuando esto estuvo listo, comenzó el ensayo.
3 horas después el ensayo termino, la gente comenzó a llegar.
Ellos ya estaban arreglados y listos, era un recinto más grande por lo cual estaban algo más nerviosos, Ruki se asomaba cual niño pequeño escondiéndose, tratando de ver todo lo que pasaba.
Reita y Uruha estaban sentados en el sofá, tratando de clamar sus nervios, Uruha abrazaba a él brazo de su pareja mientras el otro jugaba con los dedos de su mano.
Kai y Aoi estaban platicando mientras uno tomaba agua y el otro fumaba, se dio la primera llamada, los 5 se tensaron, un par de minutos después fue la segunda, los nervios subieron, se dio la tercera, las luces se apagaron, la música comenzó, empezaron a salir.
El concierto fue de mil maravillas, se divirtieron, hubo unos cuantos besos por parte de la pareja, los cuales hicieron a las fans gritar y a Ruki sentirse cada vez más deprimido.
Ese día se fueron a celebrar, Ruki no tomo, no le gustaba el alcohol, los dejo beber a gusto, estaban en una especie de “antro/bar”, la música era fuerte y la gente bailaba mientras bebía, causando que mucho del alcohol callera sobre el cuerpo de otras personas o terminara en el piso.
Los 5 chicos bebían alegremente mientras hablaban, Ruki se encontraba “relativamente bien” trataba de seguir la conversación, evitaba a toda costa mirar a la pareja, se concentraba más en Aoi que era el que estaba sentado alado de esos dos.
Poco a poco, la mesa de los chicos se fue llenando de vasos y botellas de licor, unos llenos, otros medios vacíos o derramados en la mesa. Aoi y Reita eran los que estaban más borrachos, Uruha estaba como si nada por su gran resistencia al alcohol, Kai se sentía algo mareado pero estaba bien, y Ruki, bueno, Ruki estaba completamente sobrio, pues todo este tiempo estuvo bebiendo zumo de manzana.
— ¡OYE! —dijo Reita azotando su baso sobre la mesa, lo cual sobresalto a todos— ¡Tu pato trae esa cara para acá! —hablo arrastrando las palabras por su estado de ebriedad.
—No ira a golpearlo ¿verdad? —pregunto el menor algo preocupado a Kai, el cual se encontraba a su lado.
Kai iba a responder, pero la pareja le gano respondiendo con sus acciones, pues una vez Uruha se acercó a Reita, este lo tomo del rostro besándolo de forma demandante, Uruha no se negó y correspondió el beso, pasando sus brazos atrás del cuello de Reita, apegándolo, las manos de Reita bajaron por el pecho a los costados del castaño, sujetándolo fuerte de la cintura para que no se separara.
El vocalista no podía despegar su mirada de aquel demandante beso que la pareja se daba, sintiendo su corazón romperse cada vez más, Kai lo miro, trato de llamar su atención pero el menor no dejaba de ver cómo, ahora Uruha sobre Reita, se besaban, Aoi el cual estaba acostado sobre la mesa no se percataba de lo que pasaba, estaba muy borracho.
Kai literalmente tuvo que mover al menor para que le hiciera caso.
—Creo que no deberías de estar viendo eso Ruki—dijo preocupado.
—No, yo…tal vez, si debería…para hacerme entender de que perdí…—dijo con una triste sonrisa.
Poco tiempo después se fueron, eran cerca de las 3 de la madrugada, apenas podrían dormir para ir a la siguiente prefectura, la cual estaba lejos, los dos primeros conciertos se hicieron en la misma prefectura pero en diferente sitio, esta vez irían a otra diferente, mucho más lejos, tenían 6 días para el siguiente concierto, por lo cual tenían que partir temprano hacer 2 viajes y llegar a tiempo para ver el recinto acomodar las cosas y empezar con los ensayos.
Dando casi las 4 fue cuando los muchachos salieron de aquel bar, la camioneta del staff estaba afuera esperándolos, con un conductor hasta hace un momento dormido, pues al escuchar el escandalo despertó, quitando los seguros para que los chicos pudieran entrar.
Entre Kai y Ruki subieron a un Aoi dormido por tanto alcohol, Uruha se encargó de Reita, subiendo con él en la parte de atrás, el rubio no dejaba de besar y morder el cuello del castaño, desde que subieron al auto. Los demás no le tomaron importancia pues sabían cómo se ponía Reita al beber, la camioneta arranco y fue directo al hotel, no estaba tan lejos pero les llevaría tiempo.
Una vez en el hotel, el staff ayudo con los más borrachos para llevarlos a sus recamaras. Todos cayeron como rocas, aunque no pudieron dormir mucho, un baño rápido, ropa limpia y dolores de cabeza fue lo que tuvieron que enfrentar en la mañana
Eran las 8 am, los chicos fueron subidos a la camioneta, tenían 3 días para llegar, 2 para preparar las cosas y un último día para los ensayos finales y dar el concierto, tanto Reita como Aoi se quejaban de sus dolores de cabeza, Ruki iba durmiendo, Kai, regañando a los otros dos por irresponsables.
Reita se abrazaba a Uruha mientras “lloraba” por los regaños de Kai, el castaño simplemente se limitaba a corresponder el abrazo mientras acariciaba con suavidad los rubios cabellos de su novio.
A las 2 horas de camino todos se quedaron dormidos, Reita y Uruha recostados a lo largo de los asientos, uno encima del otro, los demás integrantes, acomodados en sus respectivos lugares individuales. Ultima vez que se desvelaban así.

Fin del capítulo 7.


Capitulo 8


Llevaban apenas un día de viaje, se paraban en diferentes lugares para rentar habitaciones y dormir, pues “dormir en el auto” les resultaba incomodo, aunque les recordaba al pasado, a sus inicios como banda.
Pasaron las horas, el nuevo día llego, partieron de nuevo, llegando a su destino, llegaron al hotel el cual ya tenía las reservaciones adecuadas para la banda, fueron a dejar el equipaje mientras que los chicos visitaban el lugar donde se haría el concierto, era muy espacioso, cabría más gente.
Los arreglos para el 3er concierto de 5 empezaban, el staff se encargaba de lo técnico, mientras los chicos y el manager discutían el repertorio de canciones.
Se hicieron un par de pruebas tanto de luz como de sonido, comprobando que todo estuviera bien, tuvieron un pequeño ensayo de una hora, después el manager los mando a descansar mañana y pasado habría ensayo, al día siguiente de esos se haría el concierto.
Salieron del lugar por eso de las 5 de la tarde, los dejarían hacer lo que quisieran en ese día, querían dormir, así que los llevaron al hotel.

Les dieron habitaciones compartidas como siempre, Ruki con Aoi, Kai con el manager y la pareja junta, todos se encerraron en sus cuartos, necesitaban recuperar esas horas de sueño.
— ¿Cómo te sientes? —pregunto Uruha quitándose el abrigo mirando a Reita, el cual ya se encontraba acostado.
—Me está explotando la cabeza, el ruido del ensayo no ayudo en mucho…—dijo con los ojos cerrados abrazando una almohada.
Uruha sonrió, le hacía gracia ver a Reita así, ambos sabían que no era bueno con el alcohol, aun así se empeñaba en tomar, se acercó y beso su cabeza con cariño, se levantó para cerrar las cortinas y dejar el cuarto a obscuras.
—Debemos dormir—dijo acostándose a su lado, sintiendo como el rubio en automático soltaba la almohada para abrazar al castaño como si de un peluche se tratara. El castaño correspondió con gusto, besando la cabeza del bajista, la cual se encontraba apoyada en su pecho, dejo su cabeza apoyada en la del contrario, cerrando los ojos para tratar de dormir.
—Descansa Shima—dijo Reita ya más dormido que despierto.
—Descansa Aki—dijo el castaño en voz baja, el sueño le estaba ganando.
El día llego después de unas horas, los despertadores sonaron de manera simultánea a las 8 de la mañana, nadie quería levantarse en realidad, estaban cansados.
Después de unos cuantos minutos, los 5 chicos iban saliendo de sus habitaciones, Kai fue el primero en salir, seguido de Aoi y Ruki, por ultimo salió la pareja, dejando ver a un adolorido Uruha.
—Primera y última vez que lo hacemos Akira—dijo un molesto y adolorido castaño mientras sobaba lo que era su espalda baja y cadera.
—P-Pero patito…—dijo Reita con ojos de cachorro.
— ¡NO! Ni patito ni nada, ¡No lo vamos a volver a hacer y punto! ¡Me está doliendo horrible Reita!
—Si quieres te cargo…
Los presentes iban escuchando la conversación de la pareja, Aoi tratando de no reír, Kai, terriblemente sonrojado, pensando en lo que pudo haber pasado, y Ruki, el cual con una mirada atónita escuchaba atento, ¿lo hicieron? ¿Acaso lo habían hecho? Comenzó a deprimirse, las cosas de esos dos iban rápido y de maravilla, tan concentrado estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando llegaron al lugar del concierto, algo distraído atendió lo que el manager estaba diciendo, apenas si logro escuchar la mitad.
Se encargó de las luces como siempre, aunque realmente no se sentía con ánimos de nada, todo el trabajo casi lo estaba haciendo el staff, si le pedían opinión solo asentía o negaba, mientras la mente de Ruki se creaba una paranoia con “la primera vez de Reita y Uruha como pareja” las cosas con los otros eran distintas.
— ¡OHHHH! Dios, ¿Uruha de verdad lo hicieron?
— ¿De qué mierda estás hablando Aoi? —pregunto el castaño aun algo molesto, el dolor en la espalda baja lo estaba matando. Tomo su botella con agua empezando a beber.
—Oh vamos, esos dolores de espalda no aparecieron si porque si, de seguro Reita te partió en dos anoche—dijo seguro de la energía sexual de su rubio amigo era muy elevada.
Uruha escupió el agua directo a la cara de Aoi por la sorpresa, comenzó a toser escandalosamente, tratando de no ahogarse, Aoi simplemente se limpió con su chamarra, tratando de disimular lo horrible que sentía que su precioso rostro fuese empapado por agua con saliva del castaño.
— ¿¡PERO QUE MIERDA AOI?! —dijo Uruha mientras tosía. Lo tomo desprevenido, trato de respirar con normalidad, ya un poco más tranquilo y terriblemente sonrojado miro al pelinegro alterado esperando una explicación. — ¿¡Qué mierda te hace pensar que Reita y yo lo hicimos por el amor de dios!?
—Si no lo hicieron anoche, ¿Por qué te duele tanto la cadera?
—El muy imbécil dijo que sus pesas se le habían quedado el staff en la camioneta, así que me ocupo a mí como “pesas”, pero el muy estúpido en un mal movimiento me soltó y ¡me tiro!
— ¡Oye! ¡¡Ya me disculpe!! —dijo Reita entrando en la conversación que se manifestaba en el escenario del recinto. —hasta ofrecí con darte un masaje.
—Oh dios…por un momento pensé que ustedes dos…—dijo Kai incluyéndose en la conversación, aliviado de que su “hija” siguiera siendo virgen.
— ¡¿Qué?! No, no, no, no, no, ¡no digas eso! Esto es m-muy ver-vergonzoso…—dijo o más bien tartamudeo Uruha mientras cubría su sonrojado rostro con sus manos.
—Espera—comenzó a hablar Reita— ¿Ustedes creyeron que nosotros lo habíamos hecho anoche? —rio un poco al ver cómo tanto Kai como Aoi asentían. —no estoy loco como para dejarlo todo adolorido en días de concierto, no lo hemos hecho, no aun. —dijo Reita sonriendo.
—Espera ¡¿cómo que “AUN”?! No tienes por qué estar contando cuando me vas a coger Reita ¡no jodas! —dijo Uruha completamente sonrojado mirando a su novio, el cual lo miraba con una pícara sonrisa en los labios.
Uruha se sonrojo todavía más al ver la cara de pervertido que se cargaba su novio. El castaño tenía tanta vergüenza en ese momento que mejor prefirió irse a otra parte del lugar.
El ensayo transcurrió con normalidad, aunque Ruki se sorprendió pues, estaba pensando en todo, menos en música, una vez más, se fueron al hotel, aun no era tan tarde, así que Kai propuso la idea de ir a comer.
—Vayan ustedes—dijo el vocalista—me siento cansado, me quedare a dormir.
—Está bien Ruki, pero pides algo para comer aquí en el hotel ¿de acuerdo? —dijo Kai preocupado pues no le gustaba la idea de que el menor de la banda comenzara a distanciarse.
—Si “mamá” —dijo el menor de todos con una suave sonrisa, para después entrar a su habitación.
Una vez los chicos se fueron Ruki se quedó tirado en su cama, abrazando una almohada, la verdad, le había mentido a Kai, pues no pediría nada de comer, no tenía apetito, se sentía muy cansado, cerró los ojos, el sueño no tardó en llegar a su cuerpo.

El siguiente día de ensayo fue igual, Ruki apenas hablaba con alguien mientras que la pareja se la pasaba riendo y dándose amor, suspiro por 27aba ves en el día, oh si, tan aburrido estaba que había comenzado a contar sus suspiros. Se levantó del asiento en el que estaba, camino fuera del recinto, sacando un cigarrillo de su bolsa, había comprado los suyos, ya que Aoi se quejaba siempre que sus cigarrillos “desaparecían”, fumo por un rato, después regreso, tras unas horas culmino el ensayo, esta vez se fueron directamente a comer, Ruki como pudo se zafo de los planes, diciendo que le dolía un poco la cabeza, que necesitaba dormir, Kai lo miro preocupado pero lo dejo ir.

El día del concierto llego, los maquillaron y arreglaron, mientras que la gente entraba y se acomodaba en sus respectivos lugares., pronto se inició el concierto, en este Ruki no se veía tan mal, sonreía, y jugaba en el escenario con los demás integrantes, en las canciones tristes lloraba al recordar su situación con el bajista, pero trataba de no mostrarse débil ante las fans, claro que su autoestima bajo cuando el fan servise de Reita y Uruha comenzó, pues estaban ambos en el centro de la plataforma, uno apoyado en el otro, un pequeño beso y miles de gritos salieron a flote, el concierto siguió como si nada pasara.

Todos llegaron al hotel, Ruki se veía realmente mal, Kai aún tenía algo de trabajo, así que se fue directo a su cuarto, la pareja se encerró en su habitación, Aoi miro a Ruki y lo tomo del hombro.
—Ven, vamos a beber—dijo el pelinegro sonriendo de lado.
—No estoy de humor Aoi…—dijo el castaño en voz baja, temiendo a que se le quebrara y comenzara a llorar.
—Ya lo sé, por eso vamos a ir a un bar a quitarte lo deprimido…
Eso fue lo que el pelinegro dijo, si fueron a un bar, pero el único borracho término siendo Aoi.
— ¿Sabes? —Comenzó a hablar el pelinegro— hace mucho, mucho tiempo, me llego a gustar Uruha…—estaba apoyado en la mesa con su vaso en mano ya casi vacío.
Ruki casi se atraganta con el jugo de manzana que estaba tomando, tosió un poco, Aoi le dio un par de palmaditas en la espalda. — ¿E-Es en serio?... —dijo el más bajo apenas en un hilo de voz, pues aún le costaba hablar.
—Si…por eso de 2006 a 2010 en ese entonces era muy femenino, me gustaba como se veía, tanto que olvidaba que era un chico. —se rio. —Realmente empecé a dudar de mi heterosexualidad con ese chico de sexys piernas cerca de mí pero después recordé que era un hombre, y me obligue a mí mismo a olvidarlo, fue ahí también donde me di cuenta de que a Uruha le gustaba Reita—hizo una pausa para beber. — Era muy lindo ver como sus ojos se iluminaban al ver a Reita llegar …—Ruki escuchaba atento lo que Aoi decía, mirándolo con un tanto de enojo, se supone que lo llevo a beber para olvidarse precisamente de eso, no para escucharlo. —cada mirada, cada sonrisa, cada pequeño sonrojo que Reita provocaba en Shima de manera involuntaria…me hacía sentir un poco celoso, ya que yo nunca podría amar así a alguien…
Ruki sintió como algo en su corazón se movió, pues tenía razón, desde siempre, en sus inicios, veía a Uruha un poco deprimido hasta que llegaba Reita, dejo que Aoi continuara.
—Me sorprende mucho todo lo que Uruha siente por el idiota de Akira ¿sabes?, yo la verdad no sé qué vio en él, Reita no es tan guapo como yo—el comentario hizo que Ruki riera. —Aunque la verdad es que es una mejor persona que yo…—Ruki suspiro recordando cómo era Akira con él. —Reita tiene el don de escuchar atentamente, es muy atento a todo, es amable y gentil, a pesar de que se ve “rudo” es una persona muy tímida, es mi amigo y una gran persona, me alegro de haberlo conocido…él es un gran chico, tan ves por eso Uruha lo ama tanto, porque ha cuidado de él, lo ha querido, apoyado y ayudado en todo lo que puede por 26 años…eso es mucho tiempo, yo no podría hacer eso, es mucho tiempo para una sola persona, admiro a Uruha en ese aspecto…
Las palabras de Aoi solo servían para que su mente trabajara más y más sobre sus acciones con la pareja y la banda, Aoi tenía razón, tenía razón en todo lo que dijo, eso solo sirvió para deprimirlo más, pero también para reflexionar, quizás no fue mala idea ir con Aoi, aunque tampoco ayudó mucho a su depresión.
El menor llamo al staff, para que le ayudaran a llevar a Aoi al hotel, cuando la camioneta llego después de unos minutos, los llevaron y dejaron dormir, tendrían que levantarse temprano, en 4 días haría el 4 concierto de 5.
Al día siguiente de eso tuvieron que viajar, tardarían día y medio a sí que salieron temprano.
Todos estaban dormidos en la camioneta, se notaba el desgaste en ellos, bueno, todos menos uno, Reita estaba abrazando a Uruha para que este durmiera mientras acariciaba sus castaños cabellos, besaba su cabeza de vez en cuando teniendo suspiros del guitarrista como respuesta mientras se apegaba más a él, admirando la belleza natural del otro. Acaricio su rostro con suavidad, beso la frente del castaño obteniendo una leve sonrisa como respuesta, Uruha  abrió los ojos.
— ¿Qué haces?... —dijo acurrucándose de nuevo en el cuello del rubio, respirando su aroma.
—Nada…solo admirando lo hermoso que eres…—dijo sin pudor mientras continuaba con suaves caricias en su cabello.
El castaño no dijo nada, simplemente se sonrojo, escondiéndose de nueva cuenta en el cuello del rubio, tratando de volver a dormir, las suaves caricias en su espalda ayudaban, en poco rato termino rendido.
Reita comenzó a pensar que sería de su vida sin ese castaño, imagino como hubiera sido todo si no lo hubiera conocido, la imagen no era muy buena, simplemente tendría una monótona y aburrida vida, trabajando de “quien sabe qué”, descarto la idea dándose cuenta de que sin aquel chico con labios de patito su vida no sería nada. Se dio cuenta de que el castaño era su todo, que el único que lo acompaño desde siempre en sus buenos y malos momentos fue el, “en las buenas y en las malas” fue lo que pensó el rubio, al darse cuenta de que Kouyou siempre estuvo con él, y lo estaría… “Hasta que la muerte nos separe”.
En ese momento una maravillosa idea cruzo por la mente del bajista, haciéndole sonreír al solo imaginarse un anillo en el dedo anular en la mano izquierda de ambos.
Cerró los ojos apoyándose en la cabeza del guitarrista que más amaba, tratando de dormir aunque sea un poco, al llegar hablaría con Kai, él era el único que podría ayudarle con lo que tenía en mente.

Al llegar al llegar a Nagoya, los llevaron directo al hotel para bajar las maletas, ya después irían en la camioneta al lugar para comenzar los preparativos del concierto.
Aprovecho que Kai dio la idea de ir a comer para hablar con él.
—Amm… ¿Kai? —dijo un tanto nervioso Reita, tomando al de bella sonrisa por el hombro.
— ¿Qué pasa? —pregunto un sonriente Kai, sonrisa que desapareció al ver tan nervioso al rubio. — ¿ocurrió algo malo?
— ¿Qué? No, no, nada de eso, es solo que quería hablar contigo…necesito que me ayudes con algo.

Los otros 3 integrantes iban saliendo mientras dirigían miradas sospechosas a el par que se encontraba hablando todavía en recepción. La sonrisa de Kai y el sonrojo de Reita solo les dieron material para que en sus mentes se procesara cualquier tipo de teoría loca para adivinar que hablaban, pronto el par se integró, subieron a la camioneta para llevarlos a comer.
— ¿De que hablaban tú y Kai? —pregunto un celoso castaño, lo cual solo hizo que Reita sonriera con ternura y besara sus labios con mimo, mientras una mano se colocaba en su mejilla.
Uruha se sorprendió, Reita lo estaba besando con mucha ternura, se sonrojo levemente cerrando los ojos, disfrutando de la cálida boca de su novio, pasando sus brazos atrás del cuello de este, olvidándose por completo de lo que quería saber, en ese momento, solo existían él y Reita.
Llegaron a un pequeño local de comida tradicional, entraron de manera discreta, sin llamar mucho la atención, el staff se encargó de ordenar mientras ellos “se ocultaban tras las cartas.
Comieron tranquilos, no hubo quien los molestara, salieron del restaurante, los chicos decidieron regresar al hotel, pero tanto Kai como Reita se fueron para otro lado, dejando a todos un tanto extrañados, un beso de despedida y un “volveré pronto” fue lo que recibió Uruha antes de que Reita literalmente corriera para irse junto con Kai, el cual solo alcanzo a despedirse con la mano.
Pasaron un par de horas hasta que ese par regreso al hotel, Reita le dio a guardar la cajita del bonito anillo a Kai, pues sabía que Uruha lo interrogaría una vez entrara a la habitación.
Pero para su sorpresa no fue así, Uruha lo abrazo cuando entro, solo habían sido unas horas pero un “te extrañe mucho” fue lo que recibió Reita de aquel castaño que amaba tanto, sonrió apegando más aquel delgado cuerpo al suyo. Aunque suene cursi, ambos ya se habían acostumbrado a estar todo el tiempo juntos.

El día siguiente llego, salieron temprano del hotel para comenzar a ver las luces, el sonido e incluso el repertorio de canciones. Fueron horas para terminar todo y unas 3 horas más para los ensayos, salieron del lugar a las 11 de la noche, no tendrían mucho tiempo para dormir.

El día llego tras las horas, apenas si habían dormido las horas reglamentarias, partieron hacia el lugar. Dieron un último ensayo para después irse a arreglar, una hora más tarde comenzaron a entrar las personas.
Poco tiempo después salieron, iniciando el concierto con canciones antiguas que prendían el ambiente, dando pauta a los gritos alocados de las fans.
Había mucha energía tanto de los chicos como de las fans, todos se encontraban jugando en el escenario, corriendo de aquí para allá, interactuando con las fans que estaban cerca del escenario.
La primera parte del concierto acabo, dejando que los chicos pudieron ir a cambiarse de ropa, e ir a refrescarse un poco mientras las fans gritaban “encore” para que salieran.
—Estoy cansado…—dijo Aoi mientras bebía un poco de agua.
—Ya es por la edad—dijo Reita en tono burlesco mientras se cambiaba de ropa delante de todos, una playera fresca y una sudadera, Kai también se estaba cambiando rápido, pues ellos siempre tenían que salir antes y tocar “Ride with the rockers” en lo que los otros 3 se preparaban y arreglaban.
Uruha no aparto la visita del cuerpo bien formado de su pareja mientras se cambiaba, no tenía músculos de fisicoculturista pero estaba bastante bien marcado, se quedó embobado un rato, Reita lo noto y sonrió.
— ¿Te gusta lo que ves querido? —dijo hasta cierto punto con burla, Uruha lo noto y dejo de mirar mientras se secaba el sudor, a pesar de siempre tener ventiladores a su alrededor le daba mucho calor el estar corriendo de un lado a otro.
Pronto Kai salió, poco después Reita lo siguió, no sin antes robar un beso de los apetitosos labios de su novio, el cual se sonrojo correspondiendo, aun no se acostumbraba a los besos frente al staff y menos aún con Ruki mirando.
La canción se podía escuchar hasta donde ellos se encontraban, los chicos estaban terminando de ser arreglados, pronto Aoi y Uruha tendrían que salir, Ruki siempre tardaba más tiempo.
Poco después a la canción se les unieron Aoi y Uruha, una vez esos 4 en el escenario el ambiente del concierto se encendió pues le fan servise no tardo, en especial entre Reita y Uruha, que llevando sudaderas iguales y aprovechando que Ruki no estaba presente, se besaron sin dejar de tocar, las fans por un momento quedaron afónicas de tanto grito.
La canción termino y Ruki salió, los gritos volvieron y el concierto continuo, esta vez hubo fan servise diferente, ya no solo eran Reita y Uruha si no que la pareja se acercaba a sus compañeros para jugar, no podían quedarse con todo el crédito. Uruha se fue directo con Aoi a la plataforma central, empezando a “bailar” con él, el pelinegro simplemente le sonrió y le siguió el juego, a Ruki casi se le para el corazón al ver como Reita se acercaba a él, incluso por un momento dejo de cantar, pero salió de su asombro y continuo con la letra, Reita se quedó a su lado, Ruki se apoyó en su hombro mientras el rubio movía la cabeza al ritmo de la canción.
Pasaron así un rato, a veces Ruki iba con Aoi y Uruha con Kai, dándole protagonismo a Reita y así, ese concierto fue muy divertido, en ese concierto Ruki no se sintió triste, se estaba divirtiendo como hace mucho no lo hacía, al culminar se fueron a celebrar, no bebieron pues solo tendrían 2 días para ir a presentar su último concierto en Osaka.
Estaban tranquilos en el bar/restaurante, comiendo y bebiendo, con moderación. Después de comer y beber un rato regresaron al hotel, eran las 8 así que tenían tiempo para poder dormir.
En las recamaras ya todos estaban dormidos, todos menos uno, Reita abrazaba de manera posesiva a su castaño novio, pensando en cómo podría ser la confesión de sus sentimientos, el cómo iba a pedir atar sus vidas en un lazo aún más fuerte y especial. Tal vez al final el concierto de pasado mañana sería una buena opción, con tanta emoción y enfrente de tantas personas sería lo ideal, así evitarían chismes haciéndolo frente a tantas fans.
Cerro los ojos apegando más al castaño, beso su cabeza un par de veces, cerró los ojos y trato de dormir, en la mañana iría con Kai a pedirle el anillo, es tan olvidadizo que no se iba a arriesgar a que lo olvidara.
Fin del capítulo 8

Capitulo 9 

Todos se encontraban en la camioneta listos para partir a Osaka, Reita ya tenía en su poder la cajita del anillo, iba guardada en su maleta, en ese momento estaba abrazando a un dormido Uruha, el rubio retiro los lentes del guitarrista para que pudiera dormir más cómodo en su pecho, dejo los lentes arriba de su propia cabeza y lo dejo dormir.
Ruki venia jugando en su celular, no tenía sueño, Aoi venia durmiendo apoyado en la ventana, con el celular en la mano, con twitter abierto, Kai venia platicando con el manager de manera animada, pues sería el último concierto de su 15avo aniversario.
En un punto del camino todos estaban despiertos, el manager aprovecho y puso canciones de la banda para amenizar el viaje ya que el silencio era bastante incómodo.
Cuando llegaron al hotel ya era de noche, el staff se encargó de bajar las cosas, mientras que ellos pensaban en un buen lugar para comer, o más bien cenar, después de discutirlo un rato refirieron pedir servicio a la habitación del hotel, ya era algo noche y no estarían dando vueltas para saber dónde comer.
— ¿Qué vas a querer de comer enano? —dijo Aoi mirando la carta, anotando lo que quería en un papelito para después llamar a recepción.
— ¡no me digas enano! —dijo molesto para después mirar la carta. — Espagueti…

— ¿Qué vas a querer de comer mi amor? —dijo Reita mientras leía la carta, acostado en la cama con Uruha apoyado en su pecho mientras el rubio le acariciaba los cabellos.
—No lo sé…—dijo adormilado por los mimos que su pareja le daba. — ¿Qué se te antoja?
—Mmm… Tú—dijo sonriendo de manera picara al ver como a Uruha se le iba el sueño con solo decir eso.
—R-Reita no empieces…no podemos—dijo Uruha un tanto nervioso escondiéndose en el pecho de su novio.
—Ya se, solo estoy jugando—dijo Reita besando la cabeza de un sonrojado pato.
—Pide lo que quieras, cualquier cosa ligera estará bien.
—Está bien…—beso la frente del castaño y tomo el teléfono.

Una vez todos cenaron se fueron a dormir, mañana empezarían con los preparativos y ensayos de casi 3 horas cada uno.
La mañana llego junto con muchas quejas y bostezos, ninguno pudo dormir, Ruki se había desvelado mirando películas, Aoi no pudo dormir por culpa de eso, Uruha había estado toda la noche tratando de que Reita dejara de manosearlo, el rubio por tratar de agarrar “lo que es suyo” tampoco durmió, los únicos descansados eran el manager y Kai, los cuales miraban con reproche a los otros 4 pues no habían ido a ningún lugar a cenar por “descansar temprano”.

El ensayo estuvo lleno de tropiezos y bostezos, Ruki ni siquiera podía cantar porque cada 3 segundos bostezaba, Uruha no podía ni tocar bien la guitarra por que, aunque parezca locura, ¡se estaba quedando dormido aun estando de pie!
Los gritos del manager y Kai, los despertaron, el ensayo transcurrió a base de gritos y mucha agua fría.
—M-M-Mal-d-di-di-to Kai…. —dijo Uruha tiritando del frio cubriéndose con una toalla, pues tanto el manager como Kai les jugaron una pequeña broma a esos 4, les habían arrojado agua fría en un momento de distracción.
— ¡D-De-Deja de que-quejarte pato! —ese fue Aoi, el cual después de su comentario estornudo, se cubrió mejor con la toalla que los del staff amablemente le ofrecieron.
El único que se salvo fue Reita, pues logro quitarse a tiempo, del susto despertó, Ruki no tuvo tanta suerte pues casi toda el agua le callo a él.
—D-Donde m-me en-enferme malditos…—susurro Ruki con coraje contenido.
— ¿Mi patito tiene frio? —dijo para después abrazar al castaño por detrás, el cual estaba sentado en el sillón, con las piernas encogidas hacia su pecho, abrazando estas, cubriéndose por completo con la toalla.
—S-Si…si tengo—dijo cerrando los ojos, tratando de apegarse más al calor que transmitía el cuerpo de su novio.
El ensayo culmino poco después, mañana seria el concierto, rogaron porque  Ruki no se enfermara por obvias razones.
Al llegar al hotel, pidieron chocolate caliente en lo que los afectados por el agua se bañaban con agua tibia y se cambiaban a ropas más abrigadas, esperando así que la gripe no les llegara.
Se quedaron en una sala que se encontraba en la recepción, mientras 3 de 5 bebían un chocolate caliente, bien abrigados.
Aoi llevaba un suéter de lana gruesa color negro con la parte de debajo de un pans que tenía, llevaba calentadores para los pies, estaba sentado en “posición de loto” en uno de los sillones aun con una cobija encima, mientras bebía tranquilo su chocolate.
Ruki llevaba un gorro y bufanda a juego con una gran sudadera gruesa, el pantalón de su pijama, calentadores y una cobija encima, bebiendo tranquilo su chocolate, rogando a toda divinidad posible que no se enfermase.
Uruha llevaba uno de los suéteres gruesos de Reita, le quedaba grande puesto que el tenia los brazos más delgados y la espalda no tan ancha como la del rubio, traía un pantalón de Reita, el de su pijama, también usaba calentadores y una cobija, agregando también un cálido abrazo por parte de su novio y un caliente chocolate entre sus manos.
—Lo lamento…—se disculpó Kai con una nerviosa sonrisa— en especial a ti Ruki, no podemos someterte a cambios así de drásticos de temperatura
El menor simplemente asintió, no quería ni hablar por miedo a que su voz no saliera.
—Mmm ahora yo también quiero chocolate—dijo Reita mirando a su pato bebiendo muy feliz de su taza.
—Pues pide uno—le dijo Uruha después de dar un trago.
—No, mejor dame del tuyo—dijo Reita apegando el cuerpo del castaño a él.
Uruha lo miro mal, abrazando su taza, iba a decir algo como “no, este es mío” pero no pudo pues los labios y lengua de Reita ya se encontraban en su boca, disfrutando de la calidez y sabor de esta. Uruha por instinto cerro los ojos, sin darse cuenta de cómo Reita le quitaba la taza de las manos con facilidad.
—Gracias~. —dijo un triunfal rubio bebiendo del chocolate de su novio.
— ¡Oye! ¡Es mío! —iba a continuar quejándose pero Reita dio un segundo sorbo para, después tomar el rostro del castaño y besarle, pasando el líquido caliente de boca a boca.
—Asco…—dijo Ruki con voz baja pero bastante más profunda que la de siempre.

La hora de dormir llego, todos se fueron a sus respectivas recamaras, mañana sería el último concierto, esta vez sí procuraron dormir bien.
— ¿Nervioso? —pregunto Reita acostado alado de su pareja, tomados de la mano mientras se miraban frente a frente.
—Un poco—dijo Uruha ya bastante adormilado, suspiro y cerró los ojos. —descansa Aki…
—Descansa Shima…—dijo tras besar su frente y después cerrar los ojos.

Las horas pasaron y el día del último concierto llego, el mismo día en que Reita pediría a Uruha unir sus vidas para siempre.
Reita despertó antes que el despertador sonara, con mucho cuidado salió de la cama sin mover mucho a Uruha, pues este estaba abrazando a su cuerpo, se dio un baño rápido, se vistió y tomo la caja del escondite donde la había dejado, lo guardo en su pantalón, aún faltaban unos 10 minutos para que sonara el despertador, así que dejo al castaño dormir.
Uruha entre abrió los ojos al no sentir el cálido cuerpo de su pareja alado suyo, se sentó en la cama admirando el cuarto aun a obscuras, era temprano, o tal vez era porque las cortinas estaban cerradas, miro el reloj, faltaba un minuto para que sonara la alarma, decidió cancelar esta antes de que sonara, ya estaba despierto.
—Akira… ¿dónde estás? —dijo con voz de recién levantado y los ojos aun entrecerrados.
Como si lo hubiera invocado con sus palabras Reita apareció ya listo con un carrito de desayuno, entrando al cuarto.
—Buenos días dormilón~. —canturreo alegre mientras se acercaba a besar los labios de su futuro esposo, claro que este no lo sabía aun.
Uruha correspondió el beso, se extrañó al ver al rubio listo, normalmente era Reita el que se levantaba más tarde. Decidió no darle más vueltas y dejarse mimar. Mientras Uruha desayunaba Reita escogía la ropa que el castaño se pondría, hacia algo de frio así que algo abrigador sería lo ideal. Después de que Uruha terminara se metió a bañar, después se arregló, Kai ya los estaba esperando.
Los 4 chicos restantes salieron casi al mismo tiempo de sus habitaciones, se reunieron todos en la sala de estar del hotel a esperar al manager.
Una vez llego subieron a la camioneta en camino al lugar donde se realizaría su último y más importante concierto. Una vez llegaron, revisaron que todo estuviera en orden, una vez confirmaron todo solo quedo esperar.
La gente comenzó a llegar después de un rato, llenaron el auditorio en donde se haría, todos estaban nerviosos, mas Reita, suspiro tratando de clamarse, se dieron los avisos de inicio, poco después salieron.
El concierto tenían la adrenalina a todo desde la primera canción, hubo mucha interacción con las fans, muchos jugueteo en el escenario, gritos, y más gritos, mucho calor, Aoi literalmente se quitó la parte de arriba del vestuario en pleno escenario, pronto llego el encore, así que salieron del escenario para irse a cambiar de ropa.
Tanto Kai como Reita fueron arreglados lo más rápido posible, tenían que volver a salir para mantener el ambiente encendido.
Poco después se integraron las guitarras, y al final de la canción llego Ruki, para dar de nuevo inicio al concierto.
Sin poderlo evitar, hubo muchas lágrimas, pues ya eran 15 años de carrera, Ruki estaba hablando con las fans, agradeciéndoles por todo el apoyo y demás cosas, de un momento a otro, en el que el menor se estaba tomando un respiro para evitar llorar, Reita tomó el micrófono.
— ¡Buenas noches Osaka! —grito haciendo que todo el público gritara, Reita hizo ademan de hablar de nuevo.
Todos se quedaron callados y desconcertados, pues Reita no era mucho de hablar en los escenarios.
—Necesito hacer un anuncio— dijo este mientras se quitaba el bajo y se lo entregaba  a alguien del staff. —Uruha ven aquí…sin la guitarra— el castaño confundido hizo caso y entrego su guitarra para después caminar hacia el rubio.
— ¿Qué estás haciendo? — pregunto Uruha.
—Calla no hables, solamente quiero que escuches—El castaño más confundido que antes asintió con la cabeza.
—Hace poco surgió una pregunta en mi mente ¿Qué estaríamos haciendo si no nos conociéramos? Si el destino no hubiera juntado nuestros caminos hace 26 años. Esta absurda pregunta la deseche de inmediato pues… no quería ni siquiera imaginarlo o pensarlo. Conoces prácticamente toda mi vida, cada uno de los aspectos que me define, mis secretos, mis sueños y los buenos y malos momentos que he tenido, que por cierto, te agradezco que hayas estado conmigo en todos ellos sin importar la situación. Todo esto ha pasado en 26 años en los cuales tengo el privilegio de compartir contigo y solo contigo. Pero… ya no quiero compartir eso contigo Uru. —a este paso el castaño ya tenía los ojos rojos y se veía asustado con las últimas palabras de Akira. Este al notar el estado de su amado, levanto la mano izquierda y le mostro un anillo que cubría su dedo anular.
—Ya no quiero compartir contigo. Quiero vivir contigo cada aspecto de la vida. Quiero estar a tu lado más de 26 años…pero como tú esposo— En ese momento Reita saco una cajita de su bolsillo, se arrodillo, la abrió para mostrar un hermoso anillo de oro blanco y continúo casi sin aliento. —Por favor permíteme estar a tu lado amándote, protegiéndote y atesorando cada momento que tenga contigo. Por favor cásate conmigo y hazme feliz por el resto de mi vida—Uruha se quedó en shock y con lágrimas en los ojos.
Todo estaba en silencio y Uruha no respondía, simplemente observaba a Reita arrodillado y con el anillo en la mano. Esto estaba asustando al rubio pues pensaba que le diría que no.
En ese momento Uruha movió la cabeza en señal de afirmación.
—Si… S-si quiero Akira, si quiero casarme contigo—Reita volvió a respirar y sonrió como nunca antes lo haya hecho. Se levantó y beso a su prometido. Acto seguido las fan gritaron e incluso algunas lloraban de la emoción.
La pareja termino de besarse y miro al público, para después voltear a ver a sus compañeros. Kai se había bajado de la plataforma en la que se encontraba su batería, estaba llorando de la emoción. Aoi sonreía y aplaudía mientras decía “Felicidades”. Ruki se mostraba inexpresivo.
Reita y Uruha estaban tan contentos que olvidaron algo.
—Oye idiota—dijo Aoi tomando su propio micrófono— ponle el anillo ya— El rubio se golpeó la cabeza, por la emoción olvido ponerle el anillo a su castaño. Todas las fans rieron.
Un beso más por parte de la pareja, miles de aplausos y despedidas, pues después de aquella muestra de amor eterno se retiraron del escenario.
El ambiente estaba relativamente bien, iban en la camioneta directo a un bar para celebrar, curiosamente la idea había sido de Ruki, lo cual desconcertó a todo, pero aun así aceptaron la propuesta.
Uruha iba feliz mirando su anillo mientras su novio….no, su futuro esposo, lo abrazaba con cariño mientras besaba repetidas veces su cabeza.
Llegaron a un bar, se sentaron en una mesa de la zona “vip” el mesero llego y tomo su orden.
—Tráiganos unas botellas de sake—comenzó Aoi— y un jugo de manzana para él. —dijo señalando a Ruki pero este negó.
—Tráigame lo mismo—los 4 integrantes se quedaron desconcertados pues Ruki no era de beber, hasta donde sabían le daba asco el alcohol, el menor noto sus miradas— ¿Qué? Se supone que estamos celebrando ¿o no?
Los otros 4 no se lo negaron y le permitieron beber, no estaban muy seguros si era una buena idea, pero lo dejaron ser.
Poco a poco se fueron consumiendo las botellas de sake, pero no precisamente porque todos estuvieran bebiendo, sin no por el hecho de que Ruki estaba consumiendo más de lo que debería.
— ¡Quiero brindar *hip* por la feliz pareja! —dijo Ruki levantándose de su asiento, sosteniendo un vaso lleno de ahora quien sabe que bebida alcohólica. — quiero desearles toooda la felicidad del mundo *hip*, ya dependerá de ustedes si son felices o no, pero yo *hip* ya cumplí con desearlo—dijo arrastrando las palabras para después darle un trago a su vaso. r13;Uruha, realmente espero que hagas feliz al que pudo ser mi marido*hip*—Uruha se tensó mirando al menor—te lo encargo mucho, después de todo, ya que te metiste en nuestra relación, mínimo aprovéchala por favor, no me vayas a salir *hip* con que a los meses de casados se divorcian *hip*.
En este punto los 4 chicos ya estaban bastante incomodos.
—Ruki, por favor ya para de beber—dijo Kai tratando de quitarle el vaso.
— ¡¿Por qué?! ¿Estamos celebrando o no? —dijo acabándose el vaso.
—Ruki, por favor ya basta—esta vez fue Aoi quien lo paro, quitándole el vaso. —esto es ya pasarse…
—No se *hip* no se dé qué me estás hablando. Regrésame eso anda~
— Se acabó, es hora de irnos…—esta vez fue Reita el que hablo.
— ¡¿Qué?! No, no, no iguana, siéntate ¡ahora mismo! ¡Estamos celebrando tu compromiso con la persona por la que me dejaste! —dijo sonriendo aunque sus ojos ya estaban rojos por querer llorar.
—Ya es suficiente dije—esta vez el tono de Reita sonó severo,  mirando a Ruki molesto. Esto hizo que el menor se detuviera, sus ojos se aguadaron, se mordió el labio para evitar sollozar, bajo la cabeza y se apoyó en el pecho del rubio.
—Ya es hora de irnos—dijo Kai sacando dinero de su cartera y dejándolo en la mesa, todos se levantaron, Reita cargo a Ruki, el cual ahora se encontraba dormido por tanto alcohol en su sistema.
Se encaminaron a la salida, Uruha iba totalmente callado, con la mirada baja y unos cuantos pasos atrás de los demás.
—Mmm…—Ruki entre abrió los ojos respirando el aroma de Reita, se escondió más en su cuello—adoro este aroma…extrañaba tanto esto…
—Ruki por favor…—dijo Reita ya más tranquilo, aunque aún estaba molesto.
—Me gusta mucho tu colonia Reita, ¿Cómo se llama? Digo, nunca más podre olerla…mínimo dime el nombre para comprarla…aunque la verdad me gusta más como huele en ti…—dijo el menor dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas, aferrándose al cuello del rubio.
Este solo suspiro, dejo a Ruki dormido en su asiento, el subió a la parte de atrás, Uruha le siguió sin despegar su mirada del suelo, soltó un suspiro, Reita lo miro afligido, supuso que las palabras de Ruki le afectaron, mañana regresarían a casa, pero por ahora debían ir al hotel a dormir.

Cuando llegaron al hotel, Aoi se encargó de Ruki, Uruha simplemente entro a su habitación, aun un tanto deprimido, se sentó en la cama, Reita se paró frente a él, lo tomo del rostro y beso sus labios con cariño.
— ¿Por qué esa cara tan larga amor? —dijo Reita acariciando su rostro.
—Porque todo lo que dijo Ruki es verdad…
—Claro que no Shima, solo esta despechado, pero nada más.
—Claro que si Reita…—dijo separándolo al mismo tiempo que se levantaba de la cama, caminando al ventanal de la habitación—me metí entre ustedes…me aproveche de su mal momento…—dijo ya con la voz entrecortada.
Reita miro la silueta de su futuro esposo temblar, para después comenzar a soltar leves sollozos, se acercó y lo abrazo por detrás, besando su nuca.
—Nada de esto fue tu culpa, el destino nos separó por algo y me unió a ti, mi mejor amigo, mi confidente, la persona con la que he compartido prácticamente toda mi vida…no tienes por qué sentirte mal, yo no me siento mal. Eres mi mejor amigo, y ahora serás mi esposo, deberías de estar un poco más feliz…
Se quedaron alrededor de 15 minutos así, abrazados, Uruha se giró y se abrazó al bajista, cerrando los ojos para evitar llorar. Reita acaricio su espalda, lo tomo del rostro y lo beso, acariciando sus mejillas con sus pulgares.
—Te amo Takashima Kouyou, y eso no lo va a poder cambiar nadie—dijo el rubio pegando su frente con la de su castaño futuro esposo, Uruha tenía los ojos llorosos, Reita volvió a besarlo, apegándolo a él, Uruha se abrazó a su cuello, Reita bajo sus manos a la cadera del más alto,  comenzando a acariciar suavemente sus costados, el castaño se dejó hacer, Reita fue caminando lento hasta la cama sin despegarse de Uruha, lo recostó, colocándose encima de él.
Se miraron a los ojos, Uruha acaricio el rostro de Reita con suavidad, este le sonrió tranquilizadoramente para después besar sus labios, Uruha poso sus brazos en su cuello y sus piernas en su cadera, Reita bajo sus manos por todo el cuerpo de Uruha, acariciando cada rincón.
Entre besos y caricias la ropa fue desapareciendo, la habitación se llenó de suspiros por parte del castaño pues Reita repartía húmedos besos por su cuello y clavículas, bajando a su pecho.
Uruha gimió fuerte al sentir como los dientes de su futuro esposo mordían sin mucha delicadeza uno de sus pezones, mientras atendía al otro con una de sus manos, maldijo el día en que se le ocurrió rebelar tan íntima información en esa entrevista. Reita se entretuvo un rato ahí, deleitándose con  los gemidos de su castaño, pronto dejo esa zona, repartiendo besos y mordidas más y más abajo, llegando a su pelvis, Uruha se tensó, empezando a temblar levemente.
— A-Aki-Kira…—dijo el castaño entre jadeos, el rubio no dejaba de dar besos mientras bajaba los pantalones del castaño junto con su ropa interior, notando la erección de este.
—Parece ser que ya alguien está muy animado…—dijo el rubio al mirar a Uruha
— ¡A-Aki-Akira! —gimió el nombre del rubio al sentir como este lamia desde la base a la punta de su miembro, pero no quedo ahí, gimió más fuerte al sentir como su miembro era rodeado por la calidez de la boca del mayor— D-Dios ¡a-ah! ¡Akira! —el castaño cerro las piernas dejando la cabeza del rubio atrapada entre estas, aunque no sirvió de mucho pues, Reita las volvió a abrir, comenzando a realizar un vaivén, engullendo de manera muy lenta el miembro de su futuro esposo, lo cual estaba haciendo delirar al castaño, soltando gemidos de lo más adorables al menos a los oídos de Reita.
Lo saco de su boca, lamiendo solo la punta, chupándola un poco, haciendo que el castaño le diera un espasmo soltando un jadeo.
—Bien, es momento de comenzar…—dijo el rubio con una sonrisa perversa a ojos del castaño el cual tembló de anticipo al ver como de su pantalón un pequeño bote de lubricante.
— ¿D-De donde sacaste eso? —pregunto nervioso al ver como Reita esparcía el lubricante en sus dedos.
—Me lo dio Aoi antes del concierto, ahora relájate y no hables—dijo Reita vertiendo lo que restaba del lubricante en la entrada de Uruha.
— ¡¿Cómo que me relaje?! —gimió al sentir el frio liquido en una zona tan sensible. — ¡A-Además! ¿Q-Que hace Aoi dándote eso? ¡AH! —soltó un fuerte gemido tras decir esas palabras pues el rubio había comenzado a meter uno de sus dedos.
— ¿Qué es que acaso tu no entiendes cuando te hablo? —Dijo Reita riéndose al ver como el castaño se mordía los labios para evitar gritar— ¿Qué? ¿Ahora si no dices nada? —empujo más su dedo tocando la próstata del castaño, haciendo que este inevitablemente gimiera con fuerza.
— ¡Mierda Reita! ¡Más despacio! —debía de admitir que eso se sintió MUY bien, pero le estaba ardiendo como no tenía una idea, y el estúpido de Reita parecía solo estar jugando.
— ¿Duele mucho? —dijo el rubio moviendo su dedo en círculos para poder dilatar, arrancando jadeos de la boca del otro.
—U-Un poco…v-ve más despacio por favor—dijo el castaño entre jadeos.
—Lo are amor, tranquilízate—dijo besando la frente del castaño mientras movía su dedo con facilidad dentro del castaño—voy a meter otro ¿está bien?
El cuerpo de Uruha se tensó un poco cuando el segundo dedo entro, sus ojos se llenaron de lágrimas, soltando un leve quejido, ahora haría más que cuando metió el primero, se aferró abrazo al cuello del rubio, el cual comenzó a dar besos por todo su rostro, tratando de distraerlo para que se calmara. Estaba más relajado, pero necesitaba que estuviera completamente relajado, así que con su mano libre, comenzó a masturbar al castaño, el cual gimió aferrándose más al rubio. Su cuerpo poco a poco se fue acostumbrando gracias al tacto de Reita, tenía ya 3 dedos en su interior y por la masturbación no se dio cuenta.
—A-Akira~ m-mas—jadeo en los labios del rubio, al ya sentir el éxtasis solo con esos dedos.
Esas palabras hicieron que la excitación de Reita se elevara, se bajó rápido los pantalones junto con la ropa interior, comenzando a posicionarse para entrar, pero la voz de Uruha lo detuvo.
—P-Pero… d-despacito…se gentil por favor…—dijo entre jadeos, mirando a su amado con ojos llorosos,  aunque es difícil de creer, Uruha seguía siendo “virgen”, en el pasado había tenido novias, pero ningún novio. — E-Es…—dudo un poco ya que le daba vergüenza decirlor13; Es mi…—suspiro— es mi primera vez, trátame bien, ¿sí?
Reita pudo sentir como su corazón latía con fuerza, no solo por ser “el primero” si no porque la forma en la que Uruha lo dijo le pareció de lo más tierna, estaba conmovido, beso los labios de su futuro esposo.
—Te tratare con cuidado, nunca te haría daño, yo te amo—dicho esto lo beso de nuevo mientras comenzaba a entrar en el cuerpo de la persona que más amaba, sintiendo como esas cálidas paredes abrazaban su miembro con mucha fuerza.
Un gemido alto alargando la última letra del nombre del rubio fue lo que Uruha soltó, arqueando la espalda al sentir como Reita terminaba de adentrarse en él.
—B-Bien Shima…e-estoy dentro, respira lento—dijo con esfuerzo pues tenía unas tremendas ganas de moverse, pero si no quería lastimar al castaño debería quedarse quieto.
—A-Ah… ah… A-Aki, m-me duele ah... —dijo Uruha entre gemidos con los ojos llorosos, aferrándose a la espalda desnuda del rubio, rasguñando un poco esta.
—Trata de relajarte Shima, respira—dijo mientras daba besos y mordidas en todo el cuello y hombros del castaño.
Las respiraciones del castaño eran profundas, trataba de relajarse lo más posible. Cuando el rubio lo sintió en condiciones comenzó a moverse muy lento, sintiendo de inmediato como Uruha se tensaba de nuevo para poco a poco ir relajándose.

A este punto los movimientos de Reita ya eran constantes, dejando que el castaño gimiera en su oído, pues en todo el rato Uruha no lo había soltado, seguía aferrado a su futuro esposo, rasguñando su espalda por todas las sensaciones que tenía, o a veces mordiendo su hombro y cuello para callar sus gemidos.
—A este paso… ah…me vas a dejar lleno de mordidas—dijo el rubio moviéndose más rápido.
Uruha iba a contestar pero en una estocada Reita dio con su próstata, apretándolo de sobremanera al momento en que gemía el nombre de su amado.
—Ah~… ¿es aquí? —dijo el rubio con una perversa sonrisa en los labios quedándose quieto.
— ¡Nya! A-Akira~ ¡nnh! —el castaño no pudo terminar pues Reita volvió a moverse. — ¡Ah~!
— ¿Entonces si es aquí? Mmm… prepárate Shima.
A Uruha no le dio tiempo ni de responder cuando comenzó a sentir los bruscos movimientos contra su próstata, haciéndole gemir alto, tomándolo desprevenido, se aferró de nuevo al rubio, gimiendo su nombre, arqueando la espalda, estaba dando en un punto sensible, no aguantaría mucho más.
— ¡A-Aki~! S-si sigues abusando a si de mi ¡ah! De mi p-próstata ¡¡ah!! No aguantare mucho ¡¡maaah~!! —no pudo completar pues los gemidos salían más que las palabras.
La fricción de ambos cuerpos estimulaba el miembro del castaño, sumando las rudas penetraciones de su pareja, hicieron que inevitablemente Uruha acabara gritando el nombre de su futuro esposo, arqueando su espalda, el orgasmo le llego de golpe.
Reita al sentir las cálidas paredes de Uruha estrecharse alrededor de su miembro provocó que un ronco gemido saliera de sus labios al mismo tiempo que acababa dentro de su amado castaño.
Reita, jadeando del cansancio, salió lo más lento y con cuidado posible de su castaño, no quería lastimarlo al salir de manera tan brusca, Uruha soltó un leve quejido de incomodidad al sentirse “vacío”, cerro las piernas las cuales temblaban del cansancio, los parpados le pesaban, soltó un último jadeo al sentir la “semilla” de la persona que más amaba salir de su interior. Reita se acostó a su lado, abrazándolo con posesión, beso un par de veces su rostro.
—Eso fue genial Shima…—dijo aun jadeando Reita con una sonrisa en los labios, continúo mimando a su castaño. —Es momento de descansar, mañana volveremos a casa, a nuestra casa.
Uruha estaba tan cansado que simplemente asintió acurrucándose en el pecho de su pareja, se sentía cansado y satisfecho, definitivamente tendría que repetirse, sonrió ante sus pervertidos pensamientos, poco después se dejó vencer por el sueño.

Fin del capítulo 9.


Capitulo 10 

El tiempo siguió pasando, por la agenda apretada que tenían “la boda” tuvo que suspenderse hasta que tuvieran tiempo, pues miles de entrevistas sesiones de fotos ensayos, nuevos conciertos y más material debían de sacarse.
Aunque el ambiente ya no era tan tenso, la banda se veía algo “fragmentada” pues Ruki aún no se integraba del todo bien, la estaba pasando difícil, pues después de esa borrachera se le caía la cara de vergüenza, no se atrevía a ver a ninguno a la cara, la vergüenza y el arrepentimiento de lo que hizo y dijo se lo impedían, esto hizo que a lo largo de un mes no hablara con nadie más que con el manager.
En una ocasión Kai hablo con él, “no tienes por qué estar solo siempre”, eso fue lo que Kai le dijo, lo cual provoco las lágrimas del menor, desahogando todo eso que se guardó en el pecho del baterista el cual simplemente lo abrazo permaneciendo en silencio, quedándose con el todo el tiempo que necesitara llorar.
Después de eso Ruki solo hablaba con Kai y el manager, pues Aoi se la pasaba la mayor parte del tiempo con la pareja. En una ocasión Kai hablo con los chicos, comentando la situación de Ruki y lo incomodo que era estar “divididos”.
—Yo no tengo ningún inconveniente en que él se acerque—dijo Reita de lo más tranquilo con Uruha sentado a su alado apoyando su cabeza en el hombro y hueco del cuello de Reita, mientras este, con su brazo rodeándolo acariciaba su cabello—él es quien se aleja de nosotros, nunca hemos sido groseros o algo así como para que nos evite de esa manera.
—Taka sabe—esta vez empezó a hablar Uruha— Taka sabe que puede volver a estar con nosotros cuando él esté listo, cuando él quiera volver a estar con todos nosotros, como la banda que somos, él sabe que tanto Akira como yo, no lo vamos a rechazar, no tenemos motivo para hacerlo. —dijo Uruha tranquilo con una leve sonrisa en los labios gracias a las caricias que el rubio estaba dando en su cabello.
El tiempo siguió corriendo, a este punto ya habían pasado 3 meses, Ruki aún no tenía mucho avance, Aoi ya se había sumado al “volver a hablarle” pues Ruki había comenzado a hacerlo, el pelinegro no se negó, aunque si era bastante incomodo pues en ocasiones estaba con la pareja y Ruki le llamaba o trataba de hacer que fuera con él solo para no acercarse.
— ¿De nuevo solo somos tu y yo? —dijo Reita estando con Uruha en la sala de ensayos, mientras los otros 3 estaban fuera de esta charlando unas cosas con Ruki.
—Siempre hemos sido solo tú y yo Ue-chan…—dijo Uruha, tomando la mano del rubio. —vamos a casa, no tenemos nada más que hacer aquí, el ensayo ya se terminó.
— ¿Compramos algo de camino o pedimos algo desde casa? —dijo Reita levantándose del sillón donde se encontraban, sin soltar la mano de su esposo.
—Mmm…tengo antojo de pizza…—se levantó junto con su rubio, saliendo por la otra puerta de aquella sala, tomados de la mano.
Un par de minutos más tarde entraron esos 3, llevándose la sorpresa de que la pareja ya se había ido.
—Esto va a ser más difícil de lo que pensé—dijo Kai soltando un suspiro.

4 meses ya habían pasado, ahora era la pareja quien se alejaba de los otros, Reita era el que se había molestado, Uruha simplemente no decía nada y seguía a su esposo, Kai trato de hablar con Reita pero este no escucho lo que quería decirle “no estoy dispuesto a soportar el egoísmo de ese tipo”, eso fue lo que Reita dijo, haciendo que a Ruki se le encogiera el corazón, lo que menos quería era que Reita lo odiara, podía aceptarlo de todos, menos de él, la persona que, a pesar del tiempo, aun mas amaba.
Un par de días después se les llamo para una entrevista en grupo, en aquella mesa estaba sentados a lo largo como “el orden” lo estipulaba, de izquierda a derecha se encontraban Aoi, Reita, Ruki, Kai y Uruha. La pareja estaba separada, y Reita estaba junto a Ruki, lo cual solo ponía nervioso y a la vez triste al menor, pues la indiferencia de Reita a su persona y las constantes miradas que dedicaba hacia su esposo, con un par de sonrisas cuando la mirada de los esposos se conectaba, lo tenían con el corazón a mil.
La entrevista resulto incómoda para toda la banda, por lo cual no duro mucho, una vez en los camerinos, Kai propuso ir a comer todos mientras se cambiaban.
—Lo siento pero no podemos—dijo Reita de manera seca mientras terminaba de cambiarse.
— ¿Por qué Reita? —Kai ya estaba fastidiado, llevaba bastante tiempo tratando de juntar a los 5 en un lugar por lo menos más de 1 hora.
—Iremos a ver los preparativos de nuestra bodar13;volvió a responder seco. A Ruki se le detuvo el corazón en ese momento, sintió sus ojos arder. —vayan a comer ustedes, nosotros nos vamosr13;tomo la mano de su esposo caminando a la salida, el castaño simplemente se dejó llevar.

Al día siguiente en la compañía Kai noto que tanto Reita como Uruha habían llegado temprano.
— ¿Buenos días? —dijo bastante extrañado pues siempre era el quien llegaba antes que todos.
—Buenos días Kai—respondió Uruha con una linda sonrisa en los labios, Reita estaba organizando unos papeles, estaba muy concentrado.
Kai sonrió ante la sonrisa del castaño, el cual nunca había sido grosero con ninguno de los integrantes. Agradecía eso, pues sería bastante problemático lidiar con dos enojados.
— ¿Que hacen aquí tan temprano? —la curiosidad le estaba picando.
—Queremos hablar contigo y el manager sin interrupciones. —esta vez fue Reita el que hablo, despegando sus ojos de los papeles en sus manos.
—Amm… ¿sobre qué? —dijo algo nervioso ante la total seriedad de Reita.
—Como sabrás —empezó Uruha, ya que noto el nerviosismo del batero—Reita y yo estamos comprometidos, sin embargo aún no estamos casados. Así que comenzamos a hacer los preparativos para nuestro matrimonio.
—Oh ya veo…—no sabía que decir realmente— y Amm...
—Como sabrás Kai…—ahora empezó Reita— el matrimonio homosexual aun no es aceptado en todo Japón, por eso necesitamos hablar contigo—hizo una pausa— viajaremos a Shibuya para casarnos, por lo cual faltaremos a la compañía.
— ¿Cuándo? —dijo Kai algo nervioso, estaban hasta el tope de trabajo, no podían irse ahora.
—En dos meses—respondió Uruha riendo un poco al ver como Kai podía respirar tranquilo.
—Sabemos que estamos al tope de trabajo, no nos íbamos a ir ahorita, así que relájate—sonrió el rubio, logrando así que Kai sonriera, pues hace mucho que no lo veía sonreír.

Una vez más el tiempo transcurrió dando un total ya de 5 meses en la misma situación, a pesar de estar separados las cosas iban más tranquilas, Kai había frenado por el momento sus intentos de que todos volvieran a hablarse, ya que el trabajo era más importante.
Se encontraban siendo arreglados por sus maquillistas, pues tenían una sesión de fotos.
—Oye amor—dijo mientras lo peinaban.
— ¿Qué pasa? —a él lo estaban maquillando.
— ¿No te gustaría que sacaran un álbum de fotos de nuestra boda?
Uruha se sonrojo, sería un maravillosa idea, no se le había ocurrido.
—Cuanta cursilería~ —dijo Aoi en son de burla.
— ¡Cállate ancestro! ¡Estarías igual si estuvieras enamorado! —dijo Reita defendiéndose de las burlas del pelinegro.
—Basta ya, me provocan nauseas—dijo Ruki ya arto de tanta cursilería por parte de la pareja.
— ¿Disculpa? —dijo Reita en tono serio, mirando al menor con enojo. — ¿Qué has dicho?
— Lo que oíste, me enferma escuchar tanta cursilería desde hace meses— Ruki ya tenía estrés acumulado, estaba en su límite.
—Chicos, no tenemos por qué pelear—dijo Kai nervioso al ver como Reita se levantaba de su asiento.
—Nadie te está obligando a escuchar lo que yo hablo con mi prometido—dijo ya molesto ignorando por completo a Kai.
—Es algo inevitable idiota, ¡parece que gritas cuando hablas! —Ruki también se levantó de su asiento.
—En realidad eso no es cierto—trato de intervenir Aoi.
—Tú cállate Aoi—dijo Ruki mirándolo con odio.
—Ya basta estoy harto de que todo lo que haga o diga te moleste, tu eres el maldito culpable de que la banda se esté separando, eres una persona egoísta que solo piensa en sí mismo y no acepta la realidad de lo que está pasando. —dijo Reita estando ya fuera de sus casillas sin importarle que sus palabras dañaran al menor.
— ¡Estarías igual que yo si Uruha te hubiera dejado! ¡Ponte en mi maldito lugar mierda! —dijo el menor ya con los ojos llorosos, no solo por la tristeza y dolor que provocaban las palabras de Reita, sino también de enojo.
—Realmente no—dijo serio causando que Ruki lo mirara—Porque yo sabría aceptarlo aunque me doliera, yo no soy tan infantil como tú.
Las lágrimas del vocalista comenzaron a caer, salió corriendo de ahí sin importarle nada la sesión de fotos que tenían que realizar, la sala se quedó en completo silencio, nadie sabía qué hacer, Reita se volvió a sentar, sacando su celular para jugar algo.
A pesar de que el vocal se fue, terminaron de arreglarlos para la sesión, cuando el menor volviera, tomarían sus fotografías.
Cuando la sesión acabo y la pareja se retiró, fue cuando Ruki regreso, Kai lo abrazo pues fueron más de 4 horas en las que no sabía dónde se había metido el vocalista.
—Me la pase llorando en el baño…—suspiro— Lo sé, es patético, pero no podía hacer otra cosa.
Poco después empezó la sesión del vocalista, arreglaron algunas cositas con Photoshop, como sus ojos rojos, su verruga y otras cosas más.
Volvieron a la compañía, donde Reita y Uruha ya los estaban esperando para la junta que ya llevaba unas 3 horas de retraso.
—Llegan tarde, MUY tarde—dijo el manager un tanto molesto.
—Lo siento, fue mi culpa—dijo simplemente Ruki mientras se sentaba.
—Al menos de eso SI aceptas la culpa—dijo Reita, recibiendo un codazo por parte de su prometido, estaba siendo imprudente.
El menor no dijo nada, se sentía demasiado mal como para contestarle algo.
La junta comenzó, diciendo varios aspectos sobre el material nuevo que se iba a lanzar, y un par de entrevistas que se iban a dar, también las entrevistas de radio, lo cual tanto a Ruki como a Reita les toco algo en el corazón, todo este problema había empezado por una maldita entrevista de radio.
Era de noche, así que todos debían de partir a casa.
—Chicos, tengo hambre, ¿vamos a comer a algún lado? Apenas son las 8—dijo Aoi muy tranquilo.
—Rei…yo también tengo hambre, ¿podemos ir? —dijo Uruha mirando a su prometido, extrañaba estar con los demás.
—Mmm…no lo sé ¿Qué harás para convencerme? —dijo Reita con una sonrisa en los labios, mirando a su futuro esposo.
—Qué asco…—dijo Ruki bajito, continuando con su camino, lo mejor quería irse ya a casa. Se sintió desconcertado al detenerse y ver como a nadie le había importado su ausencia, en cambio estaban muy entretenidos viendo como la pareja se besaba.
— ¡Desvergonzados! —dijo Aoi en son de burla. — ¡no coman pan frente a los pobres!
La pareja dejo de besarse por un momento sin cortar la distancia entre ellos, Reita aún tenía sus brazos alrededor de la cintura de su prometido, mientras este tenía sus manos sobre los hombros del rubio. — Cállate Aoi, que tú tienes a cuantas quieras los fines de semana—dijo Reita para después volver a besar a su castaño futuro esposo. Kai rio ante el comentario, pues era verdad; Ruki indignado al ver que fue ignorado se encamino a su auto para irse de una buena vez de ahí.
Por otro lado, los 4 chicos restantes se fueron a un restaurante cercano a cenar, incluso tuvieron el descaro de tomarse una foto y subirla a Instagram y Twitter.
Un par de días después se reunieron en la compañía para el trabajo, Ruki no le dirigía la palabra a nadie, a los otros no parecía importarles mucho, pues ahora sabían que era por propio capricho del vocalista.
Estaban los 5 en la sala de ensayos, el manager les estaba explicando que la entrevista en si no tendría ninguna temática, preguntarían lo que quisieran y ellos podrían contestar o no, los llevaron a arreglar, les colocaron el vestuario del 15avo aniversario, era el más reciente que tenían.
Una vez en la entrevista, se sentaron en el “orden” que normalmente debía de ser, la tensión podía sentirse pues Ruki estaba alado de Reita.
La entrevista aun no empezaba, apenas estaban colocando los asientos y arreglando la mesa.
—Kai…—dijo Reita— ¿te puedo cambiar lugar?
Ruki simplemente bufo molesto, si por el fuera pediría estar lejos de todos pero eso no sería posible.
—Amm si el manager no dice nada supongo que sí. —dijo para después levantarse al igual que Reita. Cuando cambiaron de lugar Reita tomo la mano de su prometido, el cual se sonrió con ternura para después besar sus labios
“Genial” pensó Ruki al ahora tener a su lado a la melosa pareja, Aoi noto la incomodidad del menor, suspiro y se levantó, cambiando de lugar con Ruki, el cual le agradeció.
Poco después  todos los reporteros y el público empezaron a entrar. Se acomodaron y después de unos cuantos retoques a los chicos y un último vistazo a las cámaras y luces pudieron empezar.
— ¡Buenos días! —grito el presentador, recibiendo gritos y aplausos de la emoción—esta tarde tenemos a uno de los mejores grupos, los actualmente número uno en ventas ¡por todo Japón! ¡“The GazettE”! —las fans gritaron emocionadas pues lo chicos saludaron al público.
—Bueno, si no les molesta empezaremos con las preguntas.
—Claro, empiecen cuando quieran—dijo Kai con su ya característica sonrisa, haciendo que las fans gritaran.
—Bueno chicos, lo primero que queremos saber, ¿Cómo se sienten al respecto de su 15 aniversario?
—Bueno—comenzó Kai—realmente aún no podemos creer que ya llevemos 15 años de historia juntos.
— Es increíble como pude soportar a estos sujetos durante tanto tiempo—dijo Aoi ganando risas por parte del público.
—Tampoco es como que tú seas un “amor” de persona Aoi—esta vez fue Reita, haciendo que las risas aumentaran.
Incluso el mismo entrevistador se estaba riendo. —Bueno, bueno, pasemos con la siguiente pegunta—dijo cambiando la tarjetita. — ¿Piensan llegar a su 20avo aniversario, o se retiraran en algún punto de su carrera?
Las fans se tensaron al ver que ningún integrante decía nada, poco después vieron a Ruki tomar el micrófono.
—Bueno…mmm—se quedó callado un momento—Con respecto a eso yo comente ya hace un tiempo que tenía en mente donde iba a ser nuestro 20avo aniversario, así que no se preocupen con respecto a eso, aun quedara The GazettE para un rato más. —las fans gritaron emocionadas algunas suspirando de alivio mientras secaban sus lágrimas.
Hicieron un par de preguntas más, el ambiente no estaba tenso, incluso charlaban entre ellos para poder responder las preguntas. La entrevista estaba yendo de maravillas hasta que el entrevistador hablo.
—Bien, bien—seco la pequeña lagrimita que había salido por la risa— esta pregunta es para todos—saco la tarjetita y comenzó a leer—”obviando el compromiso de Reita-san con Uruha-san, los demás integrantes ¿tienen alguna relación amorosa?”
La sala se quedó en completo silencio por un momento, Reita y Uruha estaban tomados de la mano por encima de la mesa, se tensaron un momento, la notar como el ambiente se sentía pesado.
—Espera, espera—dijo otra de las entrevistadoras— ¿no se supone que Ruki-san y Reita-san estaban saliendo? Lo dijeron en una de las entrevistas de radio del año pasado. —el ambiente se puso todavía más tenso, Reita se miró con Uruha, luego miraron a Ruki, este tenía la mirada baja, temblando, no solo de los nervios, sino del coraje, bien podría soltar todo el enojo retenido ahí, dejando en evidencia a Uruha, pero eso afectaría a la imagen de la banda.
—En efecto…—empezó Ruki—Reita y yo éramos pareja—Reita miraba incrédulo al menor, lo estaba aceptando públicamente, lo que espero con ansias que pasara, estaba pasando, desafortunadamente paso cuando ya todo estaba perdido, cuando ahora tenía a la persona que siempre estuvo a su lado como pareja y futuro compañero de vida. —Pero por circunstancias desafortunadas nuestra relación termino.
— ¿Esto hace cuanto fue Ruki-san? —dijo curiosa la entrevistadora.
Ruki se mordió el labio, tratando de retener su tristeza—hace unos meses—su voz sonaba un poco quebrada.
— ¿Y porque se dio una ruptura tan repentina? —los ojos de la entrevistadora brillaban a la expectativa de la respuesta del menor
—Disculpe señorita—dijo Aoi un tanto cerio— creo que esto es información un poco más personal.
—Me disculpo—dijo haciendo una reverencia—pero es decisión de Ruki-san si me responde ¿no?
—Que imprudente señora—esta vez fue Reita el que hablo— ¿A caso importa tanto la razón por la que terminamos? Simplemente se dio y ya, no hay porque hacer tanto alboroto por esas cosas ¡maldición!
—Rei, cálmate…—dijo Uruha colocando su mano en el pecho del rubio.
—Solo voy a decir—prosiguió Ruki— que fue por culpa de “alguien” que se metió entre nosotros—dicho eso lanzo una mirada fugas a Uruha, el cual también lo miraba incrédulo de sus palabras ¿Culpa de Uruha? Imposible de pensar, la culpa no había sido del mismo Ruki, y eso todos bien lo sabían, Reita noto la mirada y se interpuso en esta, mirando al menor con enojo, como advirtiéndole que no siguiera, Ruki se acomodó mejor en su asiento y no dijo nada mas
—Bueno—dijo el primer entrevistador, notando el ambiente tenso—Sigamos con la entrevista.
Estuvieron un largo rato haciendo preguntas de las fans hacia los chicos, cada que le tocaba hablar a Reita o a Uruha, o se preguntaba algo sobre su compromiso Ruki hacía gestos de asco, “bostezaba de aburrimiento” o simplemente se ponía a hacer otras cosas, demostrando que no le interesaba en lo más mínimo lo que la pareja dijese.
Reita podía notar los comportamientos infantiles, haciendo que su sangre ardiera del puro coraje, pues estaba demostrando una actitud completamente infantil.
La entrevista culmino por eso de las 8 de la noche, en el camerino, Reita estampo a Ruki contra la pared.
—¡¡Auch!! ¡¡Bestia!! —se quejaba por el dolor, pues el golpe fue fuerte, agregando que Reita lo tenía agarrado del cuello de su traje.
—Ya me tienes harto con tus niñerías y estupideces Matsumoto—dijo Reita ya perdiendo los estribos, tanto Kai como Aoi separaron a Reita del menor, temiendo que comenzara una pelea más elevada. — ¿¡Qué es que acaso no entiendes que esto se terminó por tu maldita culpa!?
—Reita por favor ya basta—decía Kai sosteniendo al rubio para evitar que se hiciera una tontería.
— ¿Mi culpa dices? ¡¿MIA?!, discúlpame pero no solo fue mía—dijo dirigiéndose a Uruha— todo esto también es ¡¡TU culpa!! —dijo ya con rabia soltando una bofetada al rostro de Uruha, logrando que se desequilibrara un poco.
Uruha se quedó en shock, no sabía cómo reaccionar, simplemente llevo su mano a la mejilla dolida, no pudo decir  o hacer nada pues Reita ya se había soltado del agarre de los otros dos para abalanzarse sobre el más pequeño, dándole algunos golpes en el rostro, Ruki también se defendía, pero era claro quien tenía más fuerza.
—¡¡Con un demonio Reita ya déjalo!! —dijo Kai separando al rubio con algo de dificultad, mientras que Aoi sostenía a Ruki, el cual no era consciente de que en una pelea contra el rubio, el será el inevitable perdedor.
—¡¡ ¿CÓMO TE ATREVES SIQUIERA A TOCARLO?!! ¡¡TODO ESTO ES TU MALDITA CULPA!! , ¡¡TUYA Y SOLO TUYA MATSUMOTO!! —Kai lo tenía fuertemente agarrado, al igual que Aoi a Ruki.
La discusión termino ahí, pues Aoi se llevó a Ruki de la habitación, aun gritando insultos hacia el rubio, el cual también le gritaba.
Una vez Reita se calmó, Kai se quedó en la puerta para evitar que se fuera a buscar al menor, Uruha se encargaba de los arañazos y golpes que tenía el rubio en la cara.
—No es tan grave, son solo arañazos, podremos cubrirlos con maquillaje—decía Uruha mientras limpiaba el labio ensangrentado de su futuro esposo—el labio será el problema—le sonrió dulcemente.
—El maldito aprovecho que tenía la mano llena de anillos—decía Reita acariciando la mejilla derecha de Uruha, la cual tenía un curita, pues cuando Ruki soltó la bofetada, uno de los anillos corto la mejilla de Uruha.
—Ya Reita... —dijo Uruha tomándolo del rostro de su prometido—no quiero escuchar nada de él ahora, no quiero que te alteres.
— ¿Cómo es que no estas enfadado con él? Te golpeo sin razón.
—Reita…—dijo en tono de reproche, dejando callado a su prometido—Kai, ¿ya podemos irnos a casa? Quiero dormir. —dijo Uruha dirigiendo su mirada al líder, el cual aún seguía en la puerta.
—Supongo que Aoi ya se lo llevo, así que pueden salir.
Kai abrió la puerta y la pareja salió, dirigiéndose al estacionamiento donde su auto se encontraba, subieron y se retiraron a su hogar.
En el camino Uruha noto que Reita aun venia molesto.
—Akira…por favor, no amargues la noche pensando en lo que acaba de pasar.
— ¿Cómo me pides que no esté molesto? —dijo mirando incrédulo a su pareja.
—Porque le estas dando demasiada importancia a alguien que se supone no deberían importarte lo que hace. ¿Es que acaso no me lo dijiste ese día? “el ya no me importa” pues entonces demuéstralo.
Reita se quedó callado, hace unas semanas habían discutido por las actitudes de Ruki, Reita lo había dicho, se supone que Ruki no debía de importarle, el rubio suspiro.
—Lo siento…es que realmente me molesta que te haya golpeado.
—Deja eso hombre, que yo no estoy molesto.
—Pero, ¿porque?
—Porque está dolido Reita, solo quería sacar su coraje, yo hubiera hecho lo mismo si alguien te hubiera apartado de mi lado
—Nunca nadie me va a poder apartar de tu lado—dijo seguro de sus palabras colocando su mano en la pierna del castaño, apretándola un poco—así que no digas eso.
Uruha sonrió, como amaba a ese hombre. —Lo sé, solo es un ejemplo cariño.
Cuando la pareja llego a casa, Reita se quedó pensando en lo que el castaño le dijo, ya era tarde así que se fueron a dormir directamente.
Reita abrazaba a Uruha con posesión, acariciando la mejilla que tenía el pequeño curita, beso su frente, el castaño ya se encontraba dormido abrazado al cuerpo del rubio. Decidió no darle más vueltas al asunto y se dispuso a dormir.
Al día siguiente no había trabajo, así que la pareja se quedó casi todo el día en cama.
—Akira…—dijo Uruha recién despertándose— tengo hambre…
Reita, el cual ya llevaba despierto apenas media hora comenzó a acariciar su cabello con suavidad mientras veía su celular—Kai me despertó con un mensaje, dice que si queremos ir a almorzar con él, queda perfecto para calmar tu hambre ¿no crees? —dijo sonriendo para después besar su frente— vamos, no te quiero de mal humor por falta de alimento.
—Te ves más calmado—dijo Uruha con una sonrisa.
—Lo pensé en la noche, supongo que tienes razón—dijo Reita rascando su cabeza— no debería de preocuparme, simplemente está dolido y no sabe cómo manejar una separación de hace ya bastante tiempo.
—No sabes lo orgulloso que me haces al escuchar eso de ti—dijo Uruha sonriendo, acercándose para besar los labios de su futuro esposo, se abrazó a su cuello, Reita lo apreso por la cadera.
La pareja se besó por un largo rato, hasta que Uruha se separó.
—Vamos, que tengo hambre—dijo solo a centímetros de los labios de Reita, dio un corto beso y fue por ropa limpia para ducharse.
—Okey~…—sin pedir permiso al castaño se metió con él en la ducha, tardaron más de una hora ahí dentro.
Una vez afuera se secaron y vistieron.
—El sexo en la mañana es lo mejor—decía Reita muy sonriente mientras se ponía una playera blanca de manga larga, la cual resaltaba su definido cuerpo.
—Nosotros no tenemos sexo querido—dijo Uruha sentado en la cama, secándose el cabello—nosotros hacemos el amor, es diferente.
—Cierto, cierto—dijo Reita terminando de ponerse unos vaqueros negros, parándose frente a su futuro esposo, robándole un beso.
El mensaje decía que se verían en el parque frente a la compañía, una vez llegaron pudieron identificar el lujoso auto de Aoi, el pelinegro estaba fuera del auto, apoyado en este mientras fumaba un cigarrillo.
—Buenos días ancestro~ —canturreo Reita con burla al estar ya cerca de él.
—Buenos días Yuu—sonrió Uruha.
—Buenos días desnarizado, buenos días Kou—dijo dándole una última calada a su cigarro. —Kai también los invito por lo que veo.
—Sí, ¿aún no llega? —dijo Reita mirando alrededor.
— ¿Acaso lo ves aquí idiota? —dijo burlándose de la absurda pregunta de Reita
—Pudo estar dentro de tu auto—se defendió el rubio.

Esperaron unos minutos, Kai mando un mensaje diciendo que no llegaría, que lo sentía y podían irse sin él.
—Bueno, suban chicos, iremos a algún restaurante de por ahí. —los chicos subieron al auto, se fueron de aquel parque, en busca de un lugar para comer, aun preguntándose la causa de porque Kai habría cancelado si él fue el que organizo.
La razón era ni más ni menos que Ruki, pues Kai había ido a casa del menor, necesitaba hablar con él.
El sonido del timbre despertó al dueño de la casa, el cual se levantó con mucho pesar, todo el cuerpo le dolía, en especial el rostro por los golpes de Reita, miro el reloj, eran las 9:20 de la mañana, suspiro y se levantó para ir y abrir la puerta, solo conocía a una persona que se levantaba tan temprano, su cachorro también se levantó al ver que su amo caminaba a la sala, le siguió contento, Ruki cargo a su cachorro y abrió la puerta.
— ¿Quién tiene hambre~? —canturreo el líder mostrando una bolsa con algunos ingredientes para la comida.
—Kai, es muy temprano para pensar en comida—refunfuño el menor dejándolo pasar.
—Tú no te puedes resistir a mi comida y lo sabes—dijo Kai cerrando la puerta tras de sí, para después dirigirse a la cocina para preparar la comida.
—Por eso te deje pasar—dijo Ruki caminando tras su amigo, dejando a su cachorro en el piso.
—Quería venir a ver como estabas—dijo sin más, empezando a cocinar.
—Pues no me preguntes más, me estás viendo—dijo el menor sin importancia mientras se sentaba en la barra de la cocina. Kai lo miro fijamente, tenía el rostro amoratado por los golpes de Reita, sus ojos estaban hinchados y tenía unas enormes ojeras, delatando que había llorado toda la noche, por consecuencia, no pudo dormir.
—Entonces se puede decir que estas mal—comento el líder, ganándose silencio por parte de Ruki, el bien sabía que debía de verse horrible en ese momento.
—Pues si…supongo que si—contesto sin muchos ánimos de charlar, pero Kai tenía otros planes.
—Ruki tienes que parar... ¿En verdad te gusta estar mal o te gusta seguir martirizándote por lo mismo? —dijo Kai dejando lo que estaba haciendo para mirar directo a los ojos de Ruki.
—Uff me encanta sentirme así, es lo mejor—comento sarcástico el vocal.
—Hablo enserio. Debes de disculparte por lo que paso ayer. —dijo el líder regresando a su labor de la cocina.
—No voy a disculparme, Reita es el que debe disculparse... Me golpeó.
— ¿Y quién lo provocó con sus comentarios y acciones? —regaño Kai cual madre a un hijo.
—Solamente dije la verdad... Y eso no está mal. —se defendió el menor.
—Ambos sabemos que Uruha no fue el culpable de su separación. —el menor se quedó callado, sabía que era verdad. —Respóndeme esto ¿Cómo te hubieras sentido tú en el lugar de Reita? ¿Cómo te hubieras sentido si te rechazaran de esa manera? ¿Si te negaran como pareja?
El menor no respondió pues sabía que en el lugar de Reita se hubiera sentido solo y enojado por ser negado como pareja.
—Pero no me hubiera ido a meter con mi mejor amigo para olvidar eso—argumento Ruki.
—No es que se hubiera ido por despecho, fue porque encontró a alguien que jamás negaría su amor ante nadie—esas palabras taladraron de manera profunda en el corazón del vocalista, dolía, estaba doliendo mucho.
—Entonces lo que me quieres decir es que los deje en paz de una buena vez y yo seguir siendo un miserable—Ruki escupió esas palabras con dolor.
—Lo que quiero decir es que te comportes como el hombre que eres y aceptes que te equivocaste y perdiste la batalla. Déjalos ser felices y tu deja de martirizarte de una buena vez, ya no hay vuelta atrás— Kai puso un plato de espagueti enfrente del menor y sonrió.
Ruki no respondió nada simplemente empezó a comer. El líder por su parte acarició la cabeza del vocalista y se fue del departamento dejando a Ruki pensar las cosas.

Paso el tiempo, las cosas seguían un poco tensas pues la pareja no hablaba con Ruki y viceversa. Pero el último domingo del mes, alguien toco la puerta de la casa que el rubio y el castaño compartían.
— ¿Esperamos pizza? —dijo Reita extrañado.
—No…tenemos sushi en el refrigerador…—dijo Uruha levantándose de la sala donde estaba abrazado a Reita, viendo una película.
Al abrir la puerta Uruha se quedó estático, no sabía cómo actuar o que decir, frente a él se encontraba Ruki, mirándolo con nerviosismo.
— ¿P-Podemos hablar? —dijo un nervioso Ruki, mirando al castaño casi con miedo de ser rechazado.
—Cariño, ¿Quién es? —pregunto Reita aun estado sentado en la sala.
—E-Es Ruki…—dijo aun sin poder creer lo que veía, Reita llego casi un segundo después, quedando detrás del castaño. Uruha reacciono y dejo pasar al menor, no quería ser grosero.
Una vez Ruki dentro se sentaron los 3 en la sala, mirándose fijamente, Ruki se veía nervioso, al igual que la pareja, solo que en ellos no se notaba tanto.
—Yo…—comenzó el menor sin saber realmente que decir. —Yo…realmente…realmente siento mucho todo lo que paso, todo lo que hice y dije—si voz se quebró un poco, pero decidió continuar. —Quiero disculparme con ambos. —dijo ya por fin levantando la mirada—Uruha, realmente siento todo lo que te hice y dije, tu no tuviste la culpa de nada, todo fue culpa mía, perdón por decirte cosas horribles, por golpearte, por todo—sus ojos se tornaron rojitos— tu realmente eres un amigo al cual aprecio mucho, y te lastime. Por favor, perdóname, yo realmente quiero estar contigo, a ir de compras juntos, hablar de moda y poder criticar los estilos de otros—dijo soltando una leve risa al recordar esos momentos cuando se sentaban en la sala común a ver a “los otros” y criticar su “falta de estilo”. —Quiero al que alguna vez fue mi mejor compañero derrochador de dinero…—su voz se quebró, Uruha estaba conmovido, el menor se veía tan frágil en ese momento, se levantó de su asiento y lo abrazo, tratando de calmarlo pues estaba a poco de llorar, susurro un “te perdono Taka” a su oído mientras lo consolaba, Reita lo miraba incrédulo, Uruha tenía un enorme corazón y admiraba eso, podría decir que incluso gracias a esos pequeños detalles, se enamorada cada vez más del alto castaño.
—Reita... yo... también quiero disculparme contigo, principalmente por ser tan idiota y no querer demostrarle al mundo lo mucho que te amaba, por tener miedo a lo que los demás dijeran de nosotros. Fui un cobarde y por eso te he perdido, pero yo pienso que fue lo mejor... Ahora te vez más feliz que cuando estabas conmigo, tu siempre necesitaste de Uruha— el menor ya estaba llorando y mirando directamente a los ojos de Reita. —También siento tanto el tardar en darme cuenta de todo esto y por haberlos insultado de esa forma, por mi comportamiento infantil y... por no dejarte ser feliz.  Akira perdóname…
Reita no dijo nada, se quedó callado, mirando al menor llorar en brazos de su castaño futuro esposo, Uruha lo miro con reproche, haciéndole saber que el también debería decir algo, Reita suspiro y se levantó, aparto al menor del pecho de su prometido, abrazándolo con protección, apoyando su cabeza en la del menor, el cual algo sorprendido se escondió en su pecho, tratando de retener su llanto, aferrándose a la playera de Reita. —Te perdono Ruki…pero también perdóname tu a mí, por todo lo que te dije, por golpearte, por todo lo que paso…—dijo el rubio acariciando suavemente la espalda del más bajo, tratando de tranquilizarlo, el menor simplemente asentía con la cabeza, tratando de contener su llanto. Paso un largo rato tratando de calmarlo, tanto que llego la noche, cuando el menor estuvo más tranquilo, abrazo a ambos con fuerza, quedaron de comer un día de estos, incluso Uruha y Ruki se organizaron para ir de compras, cuando el menor se fue, la pareja se fue a acostar, Uruha se encontraba mirando la ciudad por el ventanal de la habitación, pensando en lo que había pasado, sonrió al sentir como los fuertes brazos de su pareja lo rodearon por detrás.--Oye…r13;dijo Reita besando su nuca. —te amo.
—Lo sé— respondió con una sonrisa el castaño. —Y yo a ti.                      
Fin <3. 


CAPITULO EXTRA- LA BODA 

—No…
— ¡Uruha, por favor!
—Dije que no.
—Pero patito~
—Ni, patito ni nada, no, es no Reita.
—Por Favoooooor~
— ¡QUE NO REITA, POR LA MIERDA! —dijo ya harto el castaño, de la insistencia de su futuro esposo— ¡No voy a usar un puto vestido de novia en mi boda!
— ¿Por qué no? —insistió el rubio, casi haciendo berrinche— ¡la ropa femenina te queda genial! —halago tratando de convencer al que en unas semanas se convertiría en su esposo.
—Akira, por si no lo has notado, ¡SOY UN HOMBRE!
—Un hombre que se acuesta con otro—dijo tranquilo el rubio, mirando al castaño con una sonrisa.
—Bien—suspiro— un hombre que se acuesta con otro, ¡pero un hombre al fin y al cabo!
— ¿No hay manera de convencerte? —dijo Reita un tanto decaído.
—No Akira, no la hay. —sentencio el más alto dándole la espalda, cruzado de brazos.
— ¿Seguro? —dijo con una sonrisa pícara mientras se iba  acercando al más alto.
— ¡Muy seguro! —dijo aun dándole la espalda.
— ¿Seguro, seguro? —dijo el rubio abrazando al castaño por detrás, dejando varios besitos por toda su nuca.
—A-Akira…—jadeo leve el castaño, encogiéndose un poco—N-No me vas a convencer con eso…—dijo Uruha, aunque estaba comenzando a ceder, el cuello era otro de sus puntos sensibles, Reita había descubierto eso ya tiempo atrás.
— ¿Seguro? —dijo bajando sus manos por las piernas del castaño, subiéndolas a sus costados y metiéndolas por debajo de la playera de su prometido.
—A-ah…A-Akira…e-eso es jugar sucio…—mordió sus propios labios para evitar gemir, Reita conocía bien su cuerpo, donde tocar para ponerlo así.
—Vamos a la cama patito—dijo Reita llevándose a Uruha al cuarto.
Reita desnudo a Uruha rápidamente, dejándolo expuesto en la cama, Uruha no se dio ni por enterado, pues apenas se recuperaba de las caricias de su futuro esposo.
—A-Akira, ah~, n-no, ¡para! Ah~ —se detuvo, no pudo seguir hablando, Reita estaba ya estimulando su miembro mientras mordía uno de sus pezones
—Voy a convencerte de la manera que yo sé, pa-ti-to. —canturreo Reita meloso en el oído del más alto.
De ese cuarto no se salió casi  hasta en la noche, jadeos, gemidos y algunas quejas fue lo que salió de ese cuarto durante horas.
—Bien…—dijo Uruha jadeando, acurrucado en el pecho desnudo de Reita, estaba muy cansado.
—Te amo…—dijo muy contento Reita, besando la frente de su ahora dormido prometido.

Al día siguiente, Reita tuvo que salir junto con el manager rumbo a la compañía, tenían que ver algunas cosas de las cuales Uruha no estaba enterando porque no había prestado atención.
— ¿Hola? —respondió el vocal contestando a su teléfono, aun recostado en la cama con una mascarilla en el rostro y pepinos remojados en eucalipto para desaparecer las ojeras.
—Hola Ruki—dijo Uruha aun acostado en su cama, con solo las sabanas cubriendo su desnudes.
— ¿Qué pasa pequeño pato?
—Necesito tu ayuda—suspiro resignado.
— ¿Qué pasa Uruha?, me estas asustando.
—Quiero que me acompañes a comprar…—se quedó callado— mí…
— ¿Tu? —dijo el menor alargando la “u”, para que prosiguiera.
El guitarrista suspiro resignado, lo soltó. —mi vestido para la boda.
La línea se quedó en silencio como por un minuto, para después escuchar las estruendosas risas del menor.
— ¡Ruki no es gracioso! —se quejó el castaño pero el menor no paraba de reír.
—E-Espera—continuo riéndose— ¿¡M-me estás diciendo, me estás diciendo que vas a usar un vestido de novia, para tu boda!? —dijo entre risas.
—Argh—se quejó Uruha— nunca debí de llamarte, mejor le diré a Kai, o incluso a Aoi, ellos serán más de ayuda que tú. —iba a colgar, pero el menor lo detuvo.
—Ni hablar—dijo completamente serio—esos dos no tienen ni una pisca de sentido de la moda, voy a ir yo, así que cambia te que ¡en 10 minutos iré para haya! —poco después colgó.
—Vaya idea la mía…—se levantó para ir a ducharse, se pondría lo primero que encontrara, pero recapacito, ¿Cómo le venderían un vestido de novia si iba vestido como un chico? —maldita sea…—suspiro de nuevo, no le quedaba de otra más que arreglarse como señorita y usar algo de la ropa que su hermana dejo.

En 10 minutos sonó el timbre, ya estaba vestido, solo se estaba terminando de maquillar, cuando abrió la puerta se encontró con 3 individuos mirándolo con la boca abierta, Uruha realmente parecía una chica.
—Claro, sabía que irías directito con el chisme, maldito enano.
—Como mejor amigo que soy, creí que necesitaría apoyo—dijo Ruki defendiéndose.
—Uruha…te ves…—dijo Kai mirando al castaño.
—Ya se, ya se, una chica, se supone que debo ser una para que me vendan un vestido de novia ¿no?
—Uruha—esta vez fue Aoi—si fueras una chica, no me importaría que Reita fuera tu marido. —Gracias al comentario recibió 3 golpes, uno en la cabeza y otros dos en el brazo— ¡¡Auch!! ¡Salvajes! ¡Es broma!
—Bueno ya, que se nos hace tarde, Reita volverá hasta en la noche, así que tenemos todo el día. —dijo el castaño, tomando sus llaves y cartera para después ir saliendo del departamento.
Los cuatro chicos fueron rumbo al auto de Ruki, el menor conocía perfecto toda la zona de “compras” y por su puesto las tiendas más concurridas de vestidos de novia, las mejores y más caras.
Una vez llegaron a la boutique de vestidos de novia una señorita se les acerco muy amable.
—Buenas tardes—dijo— si ven algo que les agrade llámenme por favor—los chicos asintieron y continuaron viendo la señorita se quedó en su lugar, mirando a los chicos y a la “novia” ver los vestidos.
—Yo digo que debe enseñar piel, debe de explotar los atributos que tiene—dijo Aoi sacando un vestido bastante bonito, pero “muy enseñador”.
— ¡¿Pero qué dices?! —dijo Kai completamente alterado— ¡mi hija no puede llevar nada así de exhibicionista! —dijo ahora sacando el un vestido muy bonito de encaje, con manga larga y cuello en “V” no muy grande— ¡usara algo tradicional!
— ¿Acaso ustedes dos son idiotas? —se metió Ruki— ¡Lo importante es la alta costura y el diseño par de idiotas! ¡La tela tiene que ser suave para su piel! ¿O es que acaso ya se les olvido lo delicado que es? ¡El encaje lastimaría y si lo dejamos muy expuesto se nos quema!
El trio de amigos seguía discutiendo mientras que Uruha se quedó parado mirándolos. — ¿Puedo decir algo?
— ¡NO! —gritaron los 3 al unísono para después continuar con su discusión.
Uruha rodo los ojos con fastidio, se alejó de ellos, empezando a recorrer la tienda él solo, mirando los vestidos que había.
Pasaba la vista por la gran cantidad de vestidos, descolgaba unos y miraba otros que estaban en maniquíes, su vista se desvió a un rincón de la boutique con mucha luz, era una selección de vestidos de novia “sencillos pero bonitos” para las novias conservadoras que no querían relucir un vestido súper caro y lleno de detalles innecesarios, se acercó y la señorita que los saludo al principio se acercó.
Los ojos de Uruha brillaban al ver un vestido así de sencillo pero a la vez demasiado bonito, tela fina de color perla, bastante discreto, con una caída preciosa y sencilla en la falda, de manga larga que dejaba ver sus hombros, pero a la ves la tela conectaba con el cuello, haciendo parecer “un collar” unido al vestido, con una rosa pequeña blanca en el centro de su pecho, llevaba un lazo blanco que acababa en un moño en la parte de atrás, la cola no era muy larga, el velo tampoco, el cual iba en una tiara de flores.
— ¿Le gusta ese, señorita? —dijo con una sonrisa amable.
Uruha simplemente asintió con la cabeza aun con el vestido en las manos, le sonrió amable.
— ¿Gusta pasar a probárselo?
—Si, por favor—dijo Uruha con la voz más aguda que pudo fingir, se supone que era una chica.
—Se escucha un poco ronca señorita ¿se encuentra bien?
—Estoy enferma—dijo Uruha un tanto nervioso, aun con esa voz aguda.
—Oh ya veo—sonrió—debe de cuidarse bien esa garganta para que el día de la boda no haya complicaciones.
Uruha simplemente asintió, siguiendo a la señorita hacia los probadores, lo metió a una recamara.
—Si necesita ayuda estaré afuera de la habitación. —Uruha simplemente volvió a asentir, pronto lo dejo solo.
Uruha suspiro mirando el vestido, se estaba arrepintiendo—Akira Suzuki, si no fuera porque me voy a casar contigo, te mataba por obligarme a hacer esto…
Comenzó a quitarse la ropa, la doblo bien, tomo el vestido y se lo puso, llamo a la señorita para que le ayudara con el cierre en la espalda, también le ayudo con el velo.
—Le queda perfecto señorita
—Gracias—dijo Uruha apenado.
— ¿Ya decidió que liga usar?
— ¿L-Liga? —dijo mirando nervioso a la joven. —mi futuro esposo es un pervertido, pensaba no llevar una para evitarme ese paso.
—Oh no, no, no, no ¿vamos a escoger una muy bonita le parece?, no podemos dejar al novio sin la liga, es parte de la tradición de las bodas—sonrió y salió de nuevo dejando a Uruha solo.
—Oficialmente lo mato…—dijo ya con una venita resaltada en la frente.
Pocos minutos después la señorita regreso con una pequeña caja, al abrirla había 5 ligas diferentes, todas muy lindas, algunas eran con rosas, otras con telas raras y moños, pero Uruha se fijó en una, “la más sencilla”.
—Veo que le agrado la de encaje blanco—dijo, sacándola de la caja—a su prometido le gustara—sonrió amable, dejo al cajita a un lado y se acercó a Uruha. — bien, déjeme ayudarle a ponérsela.
—No, no, no, no, no—dijo nervioso, con esa molesta voz aguda que ya le estaba molestando bastante la garganta. —n-no se preocupe, yo me la pongo.
—Oh, entiendo, es muy penosa—se rio un poco, se retiró.
Uruha volvió a suspirar, se colocó la liga, si alguien veía lo que “tiene entre las piernas” adiós vestido, así que, una vez más se miró al espejo, se sonrojo un poco, se veía muy “femenino” se veía “lindo”, se quedó un rato observándose.

—Oigan…—dijo Ruki dejando de gritar— ¿y Uruha?
—Oh mierda—esta vez fue Aoi, la tienda no era muy grande pero aun así no podían divisar al castaño.
—Disculpe señorita—dijo Kai a la chica que les atendió al llegar, iba a continuar hablando pero Aoi lo interrumpió.
—No vio a una chica alta, castaña, con labios peculiares como de patito y unas piernas de tentación—Kai le dieron un buen golpe en la cabeza, haciendo que se callara.
— ¡Oye! —se quejó pero Kai lo ignoro.
— ¿La ha visto?
—Si—dijo con una sonrisa—ella se está terminando de cambian justo ahora
—Espera, me estás diciendo ¿Qué escogió un vestido sin consultarlo conmigo? —dijo Ruki ofendido.
—Oh vamos, todos sabíamos que nos trajo aquí no por necesitar ayuda con el vestido, si no por no querer venir solo—dijo Aoi revisando sus uñas.
—Así es—dijo Kai con una sonrisa, la señorita los llamo, Uruha ya había salido.
Los 3 chicos se quedaron sin habla, ahí estaba Uruha, perfectamente arreglado, luciendo un hermoso vestido de lo más sencillo pero que lo hacía relucir.
—P-Por favor, ¡no se queden callados y digan algo! —Uruha estaba realmente nervioso, ¿y si no les gustaba? ¿Tendría que escoger otro vestido? ¿Definitivamente no le quedaba?, todas sus dudas se fueron al ver al líder de la banda con los ojos llorosos mientras cubría su boca con una de sus manos.
—Te queda perfecto—dijo en medio de un sollozo, Kai era muy sensible con esas cosas, al ver a uno de sus mejores amigos dar “el siguiente paso” le emocionaba mucho.
—Venga hombre no llores—dijo Aoi dando palmaditas en su espalda—te queda genial Uru—le sonrió sincero Aoi mirándolo de arriba abajo.
Uruha suspiro aliviado mirando a sus amigos, Ruki aún no decía nada, se le quedaba mirando de manera intensa, como si lo analizara, el menor se acercó, Uruha retrocedió unos pasos pero el menor simplemente se agacho y sin pudor le levanto la falda del vestido.
—Oh, esta liga definitivamente le gustara a Reita—dijo muy seguro de sus palabras.
— ¡¿PERO QUE MIERDA?! —dijo Uruha histérico, pateando a Ruki y bajando su falda rápidamente completamente sonrojado.
— ¡BESTIA! —dijo Ruki levantándose, limpiando el polvo que pudiera haber en su ropa.
—Ruki, Uruha es una “señorita”, ¡no puedes hacer eso! —le regaño Kai a lo cual Ruki simplemente asintió, se olvidó que estaban en público.
—Bien—dijo Aoi—entonces ¿es este?
Uruha simplemente asintió con una sonrisa, en definitiva ese era el vestido, regreso dentro para cambiarse, la señorita entro de nuevo, llevándose el vestido al mostrador, Uruha iba a sacar su tarjeta, pero Ruki que se le adelanto.
— ¿Qué haces? —dijo Uruha incrédulo.
— ¿No es obvio? El vestido será mi regalo para ustedes, así que cállate y déjame pagar—dijo entregando su tarjeta a la señorita del mostrador.
Uruha no dijo nada, simplemente abrazo por detrás al menor, susurrando un pequeño “gracias” a su oído, el vocalista se sonrojo, simplemente acaricio los brazos del castaño para luego separarlo.
—Bueno, es hora de irnos—dijo tomando la bolsa del vestido— esto se quedara en mi casa, no me arriesgare a que Reita lo vea
Uruha asintió con una bonita sonrisa en el rostro, esto hizo que los 3 sonrieran, Uruha desprendía felicidad a montones.
Fueron en busca de una zapatería, necesitaban encontrar unos zapatos a juego.
—Yo digo que tacones—Aoi fue quien hablo, recibió otro golpe por parte de Kai, y uno más por parte de Ruki. — ¿¡PORQUE TANTA VIOLENCIA HACIA MI PERFECTA Y BELLA PERSONA?!
—Serás idiota, si de por si Uruha es alto, ¡con tacones parecerá un poste de luz! —dijo Ruki, no soportaría verlo todavía más alto.
—Además, Uruha es un hombre, no creo que haya tacones del 8 y medio, además se cansaría muy rápido, no queremos que se lastime—dijo Kai como buena “madre” procurando el bienestar de su “hija”.
Uruha no decía nada, simplemente se divertía mirando a sus amigos discutir por su boda con Reita, le agradaba ver que todos podían convivir de nuevo, suspiro aliviado y cerró los ojos, no supo cuando se quedó dormido.
Cuando volvió a abrir los ojos lo primero que vio fue a Ruki frente a él mientras lo movía del hombro.
— ¿Cuánto tiempo me dormí? —dijo soñoliento saliendo del auto.
—Todo el camino, pero tranquilo, no te perdiste de nada, no encontrábamos una buena zapatería, así que mejor vivimos al centro comercial para comer algo, así que ya sal de una vez.
Uruha salió del auto, se encaminaron al centro comercial, fueron directo al área de comida rápida, era más fácil que un “restaurante caro y fino”.
Comieron rápido pues tanto Ruki como Aoi habían sido vistos por algunas personas, estas los miraban y algunas los estaban rodeando, se fueron casi corriendo pues algunas fans de “las más locas” los reconocieron y estuvieron siguiendo. Una vez en el auto pudieron respirar tranquilos, fueron a casa de Uruha para dejarlo y “fingir que nada de esto paso”, se despidieron y Uruha fue a desarreglarse, se quitó todo el maquillaje, guardo la ropa de su hermana y se dio un largo baño.
Un par de horas más tarde Reita llego, completamente cansado, más por el aburriendo que sufrió en la compañía que por el hecho de hacer algo.
—Estoy en casa~ —dijo en voz alta, las luces estaban apagadas, las cortinas de la sala cerradas, se encamino a la habitación, notando la silueta de su futuro esposo en la cama, ya durmiendo, sonrió soltando un suspiro, se acercó mientras se quitaba la chaqueta, la dejo doblada en el pequeño sillón que había en la recamara, se quitó la ropa, tirándola al bote para la ropa sucia, decidió tomar un baño rápido.
Uruha entre abrió los ojos al escuchar el ruido de la regadera, sonrió, Reita ya estaba en casa, miro su reloj, eran las 8 de la noche, los volvió a cerrar, Reita salió, pudo escuchar la puerta, pronto sintió como la cama se hundía a su lado y unos fuertes brazos abrazándolo.
—Estoy en casa—susurro a su oído, provocándole un escalofrió.
—Bienvenido—dijo adormilado mientras se volteaba, quedando frente afrente, beso los labios de su prometido con mucha suavidad.
Reita correspondió el beso, acariciando su cintura, apegándolo más, Uruha se separó lento del beso, se acomodó en el pecho de Reita, tenía sueño.
—Duerme bien patito, mañana iremos a ver el tempo—dijo Reita con voz baja, cubriendo bien a ambos.
—Si…—dijo Uruha mas dormido que despierto, acurrucándose más en el pecho de su prometido.

La mañana llego y golpes en la puerta fue lo que despertó a la pareja, pero no golpes suaves, oh no, claro que no, eran ruidosos goles constantes contra su puerta.
— ¿Pero qué mierda? —dijo Reita levantando su cabeza con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, la luz atravesaba un poco las cortinas dándole a la cara, más aparte los golpes a la puerta.
—Mmm… ¿Qué hora es? —dijo, o más bien gruño el castaño levantándose un poco del como pecho de su prometido.
Reita giro su vista al reloj digital que tenían en la mesita de noche a lado de la cama. —Son las 8…—dijo mientras se levantaba, dejando a Uruha dormir en la cama. — ¡¿QUIEN ES A ESTAS HORAS POR LA MIERDA?!
— ¡EL LIDER DE LA PUNTA BANDA ASI QUE ABREME IMBECIL! —Kai también tenía un muy mal despertar, se ponía de malas si le gritaban en la mañana.
Reita se calmó, e incluso se asustó un poco, abrió la puerta.
—L-Lo siento Kai—dijo mirándolo— ¿Qué haces aquí tan temprano?
—Supuse que lo olvidarías, tenemos que ir a ver lo del templo idiota, Aoi y Ruki ya están en el auto, solo faltan ustedes
— ¿Y porque tan temprano? —dijo bostezando mientras lo dejaba pasar.
—Tu programaste las citas tonto—se rio—querías ir a ver la mayor cantidad de templos posibles para la ceremonia.
—Ah sí…—dijo rascándose la nuca—dame un momento, nos cambiamos rápido y bajamos.
—Los esperamos en el auto, no se tarden—dijo el líder para después salir de la casa.
Reita suspiro, encaminándose de nueva cuenta a la habitación, notando como el castaño aun dormía, la verdad no quería despertarlo, se veía hermoso durmiendo, tomo su celular, saco una, dos, tres. 20 fotos después, todas en diferentes ángulos, se sintió satisfecho, guardo su teléfono y acaricio con suavidad su rostro. —Shima…ya es hora de levantarse.
—Mmm…5 minutos más—dijo el castaño acomodándose de nuevo en la cama.
—Nada de 5 minutos más, los chicos ya nos están esperando abajo.
Uruha gruño mientras se levantaba de la cama, miro a Reita con un pequeño puchero, el cual aprovecho el rubio para besarlo, Uruha sonrió en medio del beso, Reita sabia como “manejar su mal humor mañanero”.
Vistieron lo primero que creyeron que combinaba, tomaron fruta y bajaron, subieron rápido al auto de Kai.
—Perdón por la tardanza—dijo Uruha acomodándose atrás con su futuro esposo, Aoi se encontraba a su lado.
—Buenos días tortolos—dijo Aoi sonriendo.
—Buenos días ancestro—se burló Reita.
Poco después de eso la pelea campal de insultos comenzó a en la parte de taras de auto, tanto Kai como Ruki, que eran los que iban a delante, los ignoraban mientras charlaban sobre cuál debería ser el templo correcto.
A lo largo del día visitaron muchos templos situados por todo Shibuya, Reita quería que todo fuera perfecto para el gran día, los demás solo lo veían en silencio estudiar cada templo con detalle.
—Esto comienza a ser un poco aburrido—dijo Aoi mirando su reloj, ya eran las 4 de la tarde.
— ¿Un poco? Llevamos HORAS y más de 20 templos vistos, tengo hambre Reita ¡decídete! —esta vez fue Ruki quien se quejó.
Tanto Kai como Uruha solo suspiraron, el rubio no les dijo nada, ni siquiera los miro, estaba muy concentrado mirando algo detrás de la puerta del templo.
— ¿Me estas escuchando? —insistió de nuevo Ruki, pero no recibió respuesta.
—Este es…—dijo simplemente el rubio a lo que Kai reacciono, sabia a lo que se refería así que se acercó para saber qué fue lo que había impulsado a Reita a tomar esa decisión.
— ¿Qué es tan interesante? —dijo Aoi con curiosidad encaminándose donde estaban los otros dos, quedando igual de impactado.
Tanto Ruki como Uruha se miraron mutuamente, caminando hacia la misma dirección para ver lo que a los demás los tenía tan atontados, más sin embargo, los otros 3 lo notaron y rápidamente se encaminaron a la salida.
— ¿Qué? ¿Ya nos vamos? —dijo Ruki siendo prácticamente empujado a la salida.
—Dijiste que tenías hambre ¿no? Entonces vámonos—esta vez fue Aoi quien hablo.
—Okey, creo que no se están ocultando algo, ¿Por qué no nos dejaron ver? —una vez más fue Ruki quien hablo.
—Ya me decidí por este, ¡ahora vamos a comer! —finalizo Reita, subiendo a empujones tanto al menor como a su futuro esposo a la camioneta, no podían dejar que esos dos miraran el hermoso jardín que se encontraba ahí, tanto Kai como Reita y Aoi habían tenido la misma idea, “una boda en jardín”, para el día en que se casaran estarían floreciendo los botones de sakuras, los cuales harían que todo tuviera un “toque mágico” ya la recepción se en el templo, por respeto al mismo establecimiento la fiesta se haría en otro lado, tal vez incluso los dejarían hacerla en la compañía, no sería mala idea, todos sus amigos trabajaban ahí, así que para que fuera sorpresa tanto Uruha como Ruki no debían saber nada, Uruha por ser “la novia” y Ruki por ser “la mejor amiga de la novia” si el vocalista se enterara iría directito a contarle a Uruha, y eso era lo que menos querían.

Aprovechando que todos estaban juntos fueron a comer, prefirieron ir a casa de Kai, pues ya no tenían ánimos de lidiar con fans, cámaras y esas cosas, pasaron al centro comercial para comprar la comida y luego irse, aparcaron en el estacionamiento del mismo y bajaron, en Japón es bastante normal llevar cubre bocas así que la gente no se extrañó al verlos con uno.
—Sigo diciendo que es una mala idea, nos van a reconocer—dijo Aoi un tanto nervioso, mirando a los lados.
—Cállate, compramos rápido y nos vamos. —esta vez fue Ruki el que hablo.
—Mínimo solo hubiera venido uno a acompañar a Kai! ¡Estamos llamando demasiado la atención!
— ¿Pueden callarse ya? —dijo Kai mientras leía la información de algunos alimentos.
Por suerte pasaron desapercibidos, llevaron las cosas al auto una vez pagaron, se fueron a casa de Kai poco después. Tuvieron una cena tranquila, entre risas y estupideces, salió un tema importante.
— ¿Y qué día es la boda? —dijo Kai para después darle un bocado al pescado que estaba comiendo.
—Como el salón ya está listo será a fin de mes, los quiero guapos para la ceremonia muchachos—dijo Reita señalándolos con sus palillos.
— ¿Qué no ya lo somos? —dijo Aoi oleando su cabello cual comercial de productos para el cabello.
—No Aoi, tu eres feo—dijo Ruki, haciendo que todos se rieran, un coscorrón por parte de Aoi al menor fue lo que dio por finalizada la comida, se quedarían un rato más en casa de Kai, aún quedaban pequeños detalles que pulir con ayuda de sus amigos para poder tener una boda perfecta.
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Reita estaba en la sala esperando a que el momento de salir llegara. No paraba de caminar de un lado a otro con una hoja y una pluma en su mano.
— ¿Cómo es que pude ser tan idiota y olvidar escribir mis votos? —dijo este mientras daba un golpe a su cabeza.
—Solamente a ti Akira Suzuki se te olvidan cosas así de importantes— dijo Kai que desde hace rato lo veía andar de un lado a otro muy desesperado.
— ¡No me estas ayudando Kai! —grito el rubio parando su andar.
—Mira Reita el que se va a casar va a ser tú, no yo, el que está enamorado eres tú, no yo. Por lo tanto el que lleva los sentimientos y amor eres tú, no puedo ayudarte a escribir algo que desconozco—dijo Kai acercándose a su amigo para obligarlo a sentarse.
—Pero es que no se me ocurre nada, estas palabras deben de ser especiales, con ellas sellare nuestro amor y matrimonio— Dijo Reita mientras dejaba el papel y la pluma en la mesa de centro.
—La vez que le propusiste matrimonio dijiste cosas muy hermosas Reita, puedes escribir cosas aún más hermosas, lo sé—dijo el batero poniendo su mano en el hombro del rubio en señal de apoyo.
—La cuestión es… que esas palabras no las escribí, salieron de mí en el momento—Reita se mostró más tranquilo al recordar eso.
— ¿Entonces de que te preocupas?, las cosas saldrán en el momento también—Dijo Kai muy seguro de que Reita lo haría bien.
El rubio simplemente se limitó a sonreír, pues Kai tenía razón. En ese momento un ruidoso Aoi entro a la habitación.
— ¿Quién está listo para la boda? — Grito mientras se abría paso a la habitación.
—Cállate idiota que estamos en un templo—Dijo el líder.
—Mejor cállate tú con tus palabrotas— Dijo el pelinegro burlándose de Kai.
Kai se cubrió la boca, hizo una leve reverencia al pequeño altar que se tenía ahí, pidiendo disculpas por su mal vocabulario.
— ¿Oigan y donde esta Ruki? — Pregunto Reita a sus compañeros.
—Está ayudando a Uruha con el vestido—Respondió Aoi.
—Me alegra tanto que vuelvan a ser así de unidos—Comento Kai orgulloso de “sus bebes”.
Mientras todo eso pasaba en la parte central del templo, en el ala norte se encontraba “la novia” junto con Ruki, en una habitación, la cual parecía ser una pequeña sala de estar.
— ¿Nervioso? —dijo Ruki con un leve torno de burla.
— ¡ME ESTOY MURIENDO DE LOS NERVIOS! —dijo, o más bien grito Uruha mientras caminaba de un lado a otro de la habitación, agradeció que sus amigos pudieran conseguir zapatos bajos, unas bonitas valerianas color perla al igual que la tela del vestido, con unas pequeñas flores blancas de adorno.
— ¿Por qué? —ahora si no pudo evitar reír al ver a su nervioso amigo caminar de un lado para otro.
—Mierda Ruki, ¿no te das cuenta? ¡Mis padres, tus padres, los padres de Aoi, la mama de Kai y mi futura suegra estarán ahí afuera!
— ¿Y?
— ¡¡QUÉ ESTOY VISTIENDO UN MALDITO VESTIDO DE NOVIA!!
—Pero si tú accediste a esto—dijo Ruki de lo más tranquilo, haciendo que Uruha se quedara en completo silencio. —Es tu culpa que estés “sufriendo esta gran vergüenza”, pudiste decir que no, y te apuesto a que Reita se hubiera casado contigo de todos modos.
Uruha noto que Ruki tenía razón, quiso golpearse a sí mismo las veces que fueran necesarias para hacerse ver el enorme error que había cometido. Ruki al ver la cara de pánico que tenía su amigo en ese momento suspiro, volvió a hablar.
—Pero ahora no puedes hacer nada más que salir y enfrentar la vergüenza por el amor que le tienes a Reita, porque yo sé que esto, más que porque te estuviera insistiendo como un niño berrinchudo, lo hiciste porque lo amas, ¿o no?
—Si…—dijo el castaño en un tono bajo.
—Ahí está, entonces no tienes de que avergonzarte, esto solo es una prueba más de que lo amas.
—Gracias Ruki…—dijo el mayor para después abrazar al vocalista.
—No es nada…—dijo el menor en medio de un suspiro, correspondiendo el abrazo. —Bueno, iré con los demás para recibir a los invitados, tu quédate aquí, aun no pueden verte.
El castaño solo asintió, se sentó en uno de los sillones, Ruki salió de la habitación, caminando hacia donde los demás se encontraban ya recibiendo a los invitados y acomodándolos en el jardín de sakuras, se sorprendió de lo bonita que sería la ceremonia al hacerla en un jardín, entendió porque no le quisieron decir nada.

—No puedo creer que Akira-san y Kouyou-san se vayan a casa hijo.
—Yo también me sorprendí un poco mamá—dijo Aoi llevando a su madre y padre a los asientos que les correspondían. —Pero son mis mejores amigos, y los apoye en su decisión.
La madre de Aoi simplemente acaricio suavemente la mejilla de su hijo, dejando que se fuera para acomodar al resto de los invitados, que en su mayoría eran familiares de los miembros de la banda, más de la pareja obviamente, querían que la ceremonia fuera completamente personal.
—Señora Takashima…—dijo Reita un tanto nervioso al ver a la madre de Uruha entrar junto con su esposo y las hermanas de Uruha.
—Suzuki-san…—dijo la señora con una sonrisa en los labios—como han crecido, aún recuerdo las veces que ibas a buscar a Shima para que fueran a jugar futbol con sus demás compañeros de la escuela.
—Teníamos 12 años en ese entonces—dijo Reita con una leve sonrisa al recordar los viejos tiempos.
—Siempre supe que mi hijo terminaría contigo—esta vez fue el padre el que hablo, Reita se tensó, pues ese hombre fue el que en principios nunca había aceptado que Uruha se fuera de casa para formar una banda, y menos aun cuando se enteró de que su hijo era gay. —Aún recuerdo cuando Shima me dijo que estaba enamorado, supuse que era de una jovencita y terminaste siendo tú. —A Reita le bajo una gota de sudor por la cabeza, no se esperaba que su “futuro suegro” le dijera tales palabras. —Solo era un niño de 10 años, pensé que estaba confundido…pero con el paso del tiempo fue firme en su decisión, y yo lo acepte.
—Basta querido, estas asustando a nuestro futuro yerno. —dijo con una sonrisa la madre de Kouyou. —Me alegra que al final nuestro hijo se quedase contigo, me sorprendí cuando me dijo que estaba enamorado de ti, era solo un bebe de 10 años, pero a los 12 lo volvió a decir, y a los 16, y después a los 20 cuando te lo llevaste de casa para formar una banda junto con el otro chico.
—Fue amor sincero lo que vi en sus ojos—fue el padre de nuevo el que hablo.
Reita no pudo decir nada, simplemente se limitó a sonreír y a llevar a sus futuros suegros a sus respectivos asientos, las palabras de los padres de su prometido le llenaron el pecho de miles de sentimientos, ¿desde tan pequeño?, sentía ganas de llorar, pero se contuvo, Uruha realmente lo amaba, y él estaba ahora todavía más que seguro que le correspondía de igual manera.
Pero tuvo que guardar sus lágrimas al ver a su madre en la puerta.
—Mamá…—dijo acercándose para abrazarla, la mujer correspondió el abrazo de su hijo, señora Suzuki ya venía con los ojos llorosos de anticipación.
—Hijo…una boda en un jardín, es perfecto—acaricio su mejilla con suavidad a lo que Reita sonrió— siempre supe que terminarías con Shima, algo en mi me decía que eso no podía ser solo amistad, no sabes lo orgullosa que estoy de ti…
—Gracias mamá—dijo feliz abrazando a su madre, la cual siempre lo apoyo. — ven… te sentaras junto a los padres de Shima.
—Si hijo, pero solo una pregunta cariño.
— ¿Dime?
— ¿Cuándo me vas a dar nietos entonces?
Tanto Aoi como Kai, los cuales estaban cerca, comenzaron a reír a carcajadas, les estaba costando un poco respirar, incluso la madre de Kai se rio, los padres de Aoi trataron de ocultar sus risas, mientras que los señores Takashima rieron abiertamente.
Reita sonrió cómplice y miro a su madre—Haré lo posible para darte nietos madre—le guiño un ojo y la señora rio contenta.
Las risas de los otros dos pararon estrepitosamente, mirando a Reita incrédulo.
— ¿Sabes que es imposible verdad Reita? —decía Kai con un leve tic en el ojo. No podía creer lo que Reita había dicho.
—Quien sabe, nada pierdo con intentar—sonrió con picardía— lo intentare las veces que sea necesario.
—¡¡¡Ohhhh!!! ¡Ese es mi amigo! ¡Demuestra quien es el dominante en la relación! —esta vez fue Aoi sonriendo contento a las palabras del rubio.
Ruki llevaba todo el rato ahí, observando y escuchando todo lo que le decían al rubio, su corazón aun dolía un poco, solo un poco, pues todo mundo hablaba del amor sincero que Uruha le profeso a Reita desde que eran unos pequeños niños de 10 años, el a esa edad ni siquiera sabía que era el amor, supuso que a Uruha lo criaron de manera diferente, que desde tan pequeño ya amaba como un adulto, suspiro y se fue a sentar, noto que sus padres estaban charlando animadamente con Aoi, se sentó en la fila de hasta delante, donde “los familiares más importantes” estaban, en pocas palabras,  los padres de cada uno de los integrantes y ellos, todos hasta delante para presenciar la ceremonia, solo que los chicos tendrían que ir “a sus puestos” cuando la ceremonia comenzara oficialmente.

Reita se encontraba parado al final del camino de alfombra, a su lado estaban sus amigos y compañeros de banda, excepto Ruki quien estaba del otro lado ocupando un lugar como dama de honor. Los nervios estaban a flote en el jardín, esperando a que diera el momento para la ceremonia.
De repente la música empezó, todos se pusieron de pie y la puerta del jardín se abrió dando paso a un bello Uruha. Comenzando su camino hacia su amado, el cual se le hizo eterno. Al momento de llegar Reita le tendió la mano para que subiera los dos pequeños escalones y así estar uno al lado del otro.
La ceremonia dio comienzo y todo transcurría con normalidad solo que la pareja se moría de los nervios, pues sabían que en algún momento tendrían que decir sus votos.
—Por favor traigan los anillos— Dijo el sacerdote. Kai se acercó para entregárselos al padre y darles una sonrisa a la pareja.
—Bien ahora por favor mírense y tomen el anillo del otro— Reita y Uruha hicieron caso y se pusieron uno enfrente del otro para después tomar los anillos. —Señor Akira comience con sus votos.
—Yo, Akira Suzuki, me entrego a ti Kouyou Takashima en este día, para compartir mi vida contigo. Puedes confiar en mi amor, porque es real. Prometo ser un esposo fiel, compartir y apoyarte en tus esperanzas, sueños y metas. Mi voto estará contigo para siempre.
Cuando caigas, te levantaré, cuando llores te confortaré, cuando rías compartiré contigo tu gozo. Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo desde este momento hasta la eternidad. Prometo estar contigo en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y pobreza para amarte y respetarte hoy y siempre, pero sobre todo… Estar a tu lado que es donde me concierne estar, pero no hasta que la muerte nos separe, sino hasta que la vida vuelva a ponerme a tu lado en otra vida —al terminar sus votos Reita coloco el anillo en el dedo de Uruha, para después mirarlo a los ojos y sonreír.
—Kouyou ahora es su turno— dijo el hombre.
—Yo Kouyou Takashima, me entrego a ti Akira Suzuki en este día, para transformar nuestra amistad de 26 años y noviazgo de unos cuantos meses, a un matrimonio solido de más de 26 años y unos cuantos meses. Para juntar nuestros caminos y volverlos uno solo y así, solo así, tomar tu mano y amor para caminar en el que ahora es nuestro destino, solo nuestro. En este camino prometo amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y pobreza, y  sobre todo, serte fiel en cuerpo y alma. Prometo ser un buen esposo y aceptar tus defectos y virtudes, cuidar cada parte de tu ser y amar cada rastro de tu alma, hasta que el destino vuelva a juntarnos en otra vida— dicho esto Uruha coloco el anillo en la mano de su esposo y al mirarlo a los ojos pudo ver que estaba tratando de contener las lágrimas.
—Akira Suzuki, acepta a Kouyou Takashima como tu futuro esposo, para amarlo y respetarlo, hasta que la mu…no, no perdón, ¿hasta que el destino vuelva a juntarlos en otra vida? — Esto último hizo sonreír a la pareja.
—Si acepto— dijo sin dudarlo el rubio con un pequeño nudo en la garganta.
—Kouyou Takashima, aceptas a Akira Suzuki como tu futuro esposo, para amarlo y respetarlo, ¿hasta que el destino vuelva a juntarlos en otra vida?
—Si… acepto— dijo Uruha disfrutando de su respuesta al mismo tiempo que limpiaba las pequeñas lagrimas que caían de las mejillas de su ahora esposo.
—Yo los declaro compañeros de vida. Pueden sellar su compromiso.
La pareja se miró a los ojos y se acercaron para darse un beso tierno, muestra de su amor y sello de su matrimonio. Todos aplaudían, las familias de la pareja lloraban y sus compañeros se mostraron más felices que nunca. En ese momento el aire se soltó un poco, haciendo que miles de pétalos de sakuras cayeran sobre ellos, la pareja se separó de su beso, para admirar el bello escenario que se había formado.
—Es una bonita sorpresa que no me dijeras nada, es hermoso…—dijo Uruha aun sin separarse de su amado esposo.
—Igual que tu mi amor…—dijo Reita pegando su frente con la de su esposo.
Se volvieron a besar, poco después todos los familiares entraron al templo para la “fiesta”, una comida tranquila con música, la familia llevaba regalos a los novios, los cuales estaban en la mesa central, comiendo lo que la madre de Kai y el mismo Kai habían preparado para ellos.
—Kai, amo a tu madre, cocina riquísimo—dijo Reita mientras se llevaba otra porción de la comida a la boca.
—Tanto tú como tu madre cocinan de lo mejor Kai, este es el mejor regalo que nos pudiste dar. —alago el castaño habiendo que Kai se sonrojara un poco.
—Aparte de los anillos claro—de nuevo Reita hablo.
—Me alegra que les gustara chicos, a mi madre también le hace feliz que les guste su comida.
—Y todavía se molestó en traernos un regalo, tu madre es una santa Kai — dijo Reita juntando lo último que quedaba de su plato para llevárselo a la boca.
—Hablando de eso, trajeron muchos regalos—dijo Kai dirigiendo su vista a la mesa de regalos, la cual ya tenía bastantes apilados.
—Es nuestra familia, eso era de esperarse—dijo Uruha de lo más calmado bebiendo de su copa.
Poco después la “fiesta” término,  los padres de Uruha y la madre de Reita les dieron su bendición, para después irse junto con el resto de la familia, apenas eran las 7 de la tarde, los chicos subieron a la camioneta la cual se dirigía a la compañía.
— ¿Listos para la verdadera fiesta? —dijo Aoi entusiasmado, mirando a la pareja.
— ¡SI! —dijo Reita de lo más contento.
—No—dijo Uruha lamentándose por lo que “pasaría” en esa fiesta.
Poco tiempo después llegaron a la compañía, donde ya las demás bandas y amigos externos los esperaban, todos gritaron y festejaron cuando la pareja llego, los sentaron a la mesa, más regalos llegaron de parte de sus amigos y compañeros de trabajo, si el staff se había encargado amablemente de llevar los regalos de sus familiares, ¿Cómo le harían con todos los que estaban recibiendo ahora?
Kai había pensado en todo, así que otro grupo del staff se llevó los regalos, metiéndolos en una camioneta.
—Kai, no sé qué haríamos sin ti—dijo Uruha agradecido de que el líder de la banda fuera así de organizado.
—No hay de que—sonrió el líder—ahora, todos van a dedicarles unas palabras, y después de eso…
—Viene tu tortura~—dijo Aoi apareciendo de la nada, ganándose un buen golpe en la cabeza por parte de Uruha y otro más por parte de Reita.
— ¿¡PORQUE TANTA VIOLENCIA HACIA MI!? —se quejaba el pelinegro.
—Te lo mereces—dijo Reita abrazando a su esposo con protección. —deja ya de molestar a mi Shima.
—Que sobre protector te has vuelto Reita—dijo Ruki con una copa de vino en la mano.
—Taka… ¿seguro que es buena idea beber? —Kai estaba preocupado, pues la última vez que tomo, las cosas se salieron de control.
—Tranquilo, no beberé mucho, me comportare esta vez—el más bajo sonrió dando otro trago a su copa.

Su plática se vio interrumpida por Aoi, el cual tenía el micrófono en la mano, estaban rodeados de bocinas así que no se sorprendieron por eso, el empezó a dar el discurso para la feliz pareja, deseándoles todo lo bueno que les pudiese pasar, de ahí siguió Kai, luego Ruki, y así sucesivamente hasta que todas las bandas de la compañía les dieron sus buenos deseos.
— ¡Bueno! —grito Aoi en el micrófono—Es momento de que la novia lance el ramo ¡¿no?!
— ¿¡Que quisiste decir con “novia” bastardo?! —grito Uruha desde su asiento alado de Reita, el cual solo se rio, al igual que los demás.
—Oh vamos Uruha, traes puesto un vestido~, por norma general eres la novia.
—Tu maldito—Uruha gruño y se quedó quieto en su lugar.
—Shima…—le llamo Reita, este se giró a un molesto para verlo, lo que recibió fue un beso, cerró los ojos, “estúpido Reita” fue lo que pensó ya que el rubio sabía que con eso lo calmaría.
— ¡No coman pan frente a los pobres~! —interrumpió Aoi a la pareja, haciendo así que se separaran. —Vamos Lady~ ¡tiene que tirar el ramo!
—Te odio Shiroyama—dijo Uruha entre dientes mientras se levantaba de su asiento para ir con su bello ramo de rosas blancas con unos cuantos adornos en colores perlados y rosas tenues. Subió a la plataforma con ayuda de Aoi, el cual lo trato “como una dama” ya que le tenido la mano para que subiera y después beso el dorso de esta, Uruha solo puso gruñir mientras un tenue sonrojo se creaba en sus mejillas.
Todos se acomodaron detrás de Uruha, unos 2 o 3 metros de distancia, estaban a la expectativa de cuando Uruha lanzara el ramo. El castaño suspiro, y con fuerza lanzo el ramo al aire, giro aun estando en la silla para ver quien lo había tomado, sorprendiéndose al ver a Ruki literalmente pelándose con alguien que no pudo identificar por el ramo, haciendo que inevitablemente se riera.
—Bueno, bueno—continuo Aoi como el nuevo organizador de la fiesta, ¿en qué momento tomo el control?, nadie sabía, pero tampoco importaba. —Después de esa pelea olímpica por el ramo, llego el momento que TODOS estábamos esperando, ¡ES MOMENTO DE LA LIGA!
Cuando Aoi grito eso todos los presentes se emocionaron, gritos y silbidos iban y venían, Uruha trato de bajar rápido de la plataforma en la que se había subido para aventar el ramo, pero Kai lo detuvo, el castaño lo miro con suplica, el líder le sonrió a manera de disculpa pero no lo iba a soltar.
—Kai, por favor—dijo Uruha casi desesperado al ver como Reita se acercaba a él con la cara más pervertida que había visto en su rostro.
—Lo siento Uruha, pero no puedo.
— ¿Listo amor? —dijo Reita ya estando junto a ambos, sus ojos centellaban en deseo, ya quería ver esa liga.
—A-Akira…por favor no…—dijo el castaño con voz suplicante, tenía un notable sonrojo en sus mejillas, la respiración se le acelero al sentir el toque de Reita por sobre el vestido.
—Si me dices así, poniendo esas caras, reaccionando a si a mí tacto, mierda Shima, me estas tentando a hacer otras cosas. —dijo Reita relamiéndose los labios, Uruha tuvo que reprimir un pequeño grito de pánico, conocía bien a Reita, sabía que se estaba excitando con solo tenerlo enfrente con un vestido de novia puesto y suplicando.
Uruha se tensó al sentir las manos de Reita colarse bajo el vestido para empezar a subir por sus piernas de manera muy lenta, retuvo un leve jadeo al sentir como acariciaba sus muslos hasta encontrar la liga, se sintió un poco aliviado, pensando en que se la quitaría así nada más para después lanzarla, pero los planes de Reita eran otros, pues quito sus manos de las piernas de Uruha, este lo miro extrañado, para después cambiar su expresión a pánico cuando vio como Reita le alzaba el vestido frente a toda la compañía, dejando a la vista sus piernas las cuales estaban adornadas por unas medias blancas a medio muslo y una bonita liga de encaje blanco.
Gritos y silbidos  emocionados, alagando al castaño y demás cosas surgieron para después gritar más cuando Reita se acercó y comenzó a quitar la liga con sus dientes, bajándola lentamente, alzando un poco la pierna de Uruha para poder sacarla, deposito un pequeño beso en su pierna para después volver a bajar el vestido.
Uruha tenía toda tonalidad de rojo en la cara, se sentía demasiado avergonzado como para poner atención a algo más que Kai, el cual le estaba ayudando a bajar de la plataforma para que Reita pudiera subir y lanzar la liga.
— ¿Te encuentras bien Uru? —dijo Kai preocupado por el gran sonrojo que tenía el castaño. Este simplemente negó con la cabeza, caminando de regreso a su asiento en la mesa principal, ni siquiera se dio cuenta en el momento en que Reita lanzo la liga y que esta había sido atrapada por Aoi, el cual ahora jugaba con el cacho de tela mientras sonreía triunfal.
Poco después la corbata de Reita fue lanzada, la cual callo justo en manos de un apenado Kai, pues se había hecho a un lado para no molestar y termino cayéndole a él.
Reita regreso a su sitio alado de su esposo mientras se ponía música para que los demás bailaran, lo miro un poco preocupado, pues Uruha estaba quieto como estatua con el rostro cubierto por sus manos.
— ¿Amor?... —se sentó a su lado, acariciando su espalda con suavidad, el castaño no respondió. —Hey, Uru, ¿te sientes mal?
— ¿Cómo pudiste Akira Suzuki? —alzo el rostro, tenía la cara roja y los ojos llorosos, realmente estaba avergonzado. Reita sintió como algo se removía en su corazón, se veía adorable. —Frente a tanta gente…exponer a tu esposo así…eres cruel…—dijo volviendo a ocultar su rostro, tal vez estaba exagerando con el “eres cruel” pero quería una compensación por semejante vergüenza.
—Amor…—dijo Reita un tanto sorprendido, se acercó a su esposo, abrazándolo dulcemente contra su pecho, besando su cabeza repetidas veces. —Lo siento…
Uruha acomodo su cabeza en el cuello del rubio, abrazándose a él. —Ultima vez que haces algo así.
—Lo prometo—dijo con una sonrisa para después alzar el rostro del castaño y plantarle un beso en los labios. Se besaron lento y por un largo rato, el DJ estaba haciendo un buen trabajo entreteniendo a la gente, pues nadie se acercó a molestarlos.
El rubio ya había comenzado a tocar el cuerpo de su esposo sobre el vestido, apegándolo más así, mientras que Uruha ahogaba sus jadeos en los labios de Reita, se estaban comiendo a besos, tocándose mutuamente, hubieran podido seguir de no ser porque un carraspeo los interrumpió, haciendo que se separaran solo un poco.
— ¿Qué quieres ancestro? ¿No ves que estamos ocupados? --dijo Reita no muy feliz de ser interrumpido.
— ¡Uy! Discúlpeme usted señor casado pero era necesario o de lo contrario van a llegar tarde al aeropuerto.
— ¿Aeropuerto? —dijo el castaño con un leve sonrojo aun en su rostro, mirando a Aoi con duda.
— Oh ¿no le has dicho?
—Me olvide de todo cuando lo vi en el altar—dijo Reita simplemente haciendo a Uruha sonrojarse de nuevo, ¿Cómo podía decir cosas tan bonitas de manera tan despreocupada?
— ¿Decirme que? —pregunto nuevamente el castaño.
—Mi regalo—dijo Aoi sacando unos boletos de avión, guiñándole un ojo al castaño—se irán de luna de miel a Hawái, y no voy a aceptar un “no” por parte tuya Takashima, así que tómenlos y lárguense de aquí, sus maletas ya están hechas, Kai las acaba de poner en la camioneta, ahora largo.
Un agradecimiento rápido, un abrazo por parte de Uruha y unas palmaditas por parte de Reita hacia el pelinegro y se fueron de la fiesta, la cual seguiría con o sin los novios.
Subieron a la camioneta, se despidieron de Kai y de Ruki quien apenas llegaba por estar en el baño. Pronto el vehículo arranco, llevando a la pareja al aeropuerto.
—No pienso bajar de este auto con un vestido de novia—dijo Uruha estando en pánico ¿Cómo iba a dejar que más personas lo vieran así?
—Puedes fingir ser mi linda esposa —dijo Reita despreocupado, mirando a su castaño—después de todo para comprar el vestido fingiste ser una chica ¿no? —al notar la cara de sorpresa del otro sonrió—Aoi me lo ha contado.
—No lo hare Reita, y esta vez “tu método” no me va a convencer
— ¿Seguro? —dijo acercándose peligrosamente al castaño, pero este lo aparto.
—¡¡No lo vamos a hacer en un auto Reita!!
— ¿Por qué no? —dijo haciendo un puchero.
— ¡Porque no Reita!, ¡maldito maniático sexual!
— ¿Ahora si te quejas? No me niegues que tú también lo disfrutas. —dijo orgulloso.
—Akira por favor—dijo Uruha cubriendo su rostro con sus manos.
El castaño no escucho ningún reclamo por parte del rubio, alzo el rostro un tanto confundido para después ser prácticamente tacleado por Reita, dejándolo recostado en el asiento.
— ¿Qué haces? Dije que no quería…—trato de apartarlo pero Reita tomo sus muñecas con una mano, colocándolas encima de su cabeza.
—Bien sabes que es mentira Shima—dijo el rubio con una sonrisa triunfal en el rostro al ver como el otro se sonrojaba. —alzaste el rostro porque esperabas que algo pasara, ¿o me equivoco?
Reita volvió a sonreír al ver como Uruha se sonrojaba más, trato de apartar la mirada volteando el rostro, pero Reita con su mano libre lo giro de nuevo hacia él.
—Falta rato para que lleguemos al aeropuerto—susurro sobre los labios de su castaño esposo.
—Akira…—dijo con voz suplicante el castaño, mirando a su pervertido esposo, recibió un beso y solo eso basto para que callera rendido, la suavidad con la que lo besaba hizo que su tensión disminuyera, cerró los ojos, dejo de poner resistencia, Reita lo soltó y paso sus manos a lugares “más interesantes”.
—A-Akira—jadeo el nombre de su esposo— p-para…el conductor nos puede v-ver, ¡Nnn! —tuvo que morder sus propios labios para evitar soltar un gemido, Reita había comenzado a masturbarlo.
—No está escuchando—volteo a ver al conductor notando que traía audífonos y venía muy concentrado en la carretera— ¿Ves? — dijo en voz baja mientras aceleraba el movimiento de su mano.
—Ah~ n-no, A-Akira~…—gimió levemente al mismo tiempo que traba de cerrar sus piernas.
—No lo intentes amor, no vas a poder cerrarlas—dijo mientras bajaba sus besos al cuello del castaño al mismo tiempo en que aumentaba la velocidad.
—Akira~ p-para por favor, ya~—basto solo un poco más para que el castaño se corriera, mordiendo sus labios para evitar gemir más alto.
—Adoro la cara que haces cuando te vienes amor, es simplemente hermosa y muy erótica—lamio su cuello hasta su oreja, la cual mordió, arrancando un jadeo del castaño— hora de seguir~…—canturreo para después empezar a dilatar la entrada de Uruha, utilizando como lubricante su propio semen.
— ¡A-Aki-kiraaa~!--se tensó un poco, apretando los dos dedos que tenía en su interior, los cuales comenzaban a moverse lentamente. — ¡A-Akira~! ¡Ah! P-Por… por favor~  ah~…—sus jadeos y gemidos comenzaban a aumentar a medida que Reita aumentaba el movimiento de sus dedos. Sus suplicas por que parara se fueron convirtiendo en gemidos y suplicas por más.
— ¿Mi patito quiere jugar? —ronroneo meloso en su oído para después lamerlo.
— ¡Ah~! A-Akira, más, más por favor—gimió Uruha abrazado a su cuello, ya sin pensamiento coherente, sin importarle que el conductor podía voltear en cualquier momento y mirarlos.
Reita retiro sus dedos, tomo una de las piernas de su amado esposo, subiéndola a su hombro para tener un mejor acceso, libero su adolorido miembro, el simple hecho de ver a Uruha de esa forma lo excitaba demasiado, lo acaricio un poco para después posicionarse y entrar despacio en el castaño, el cual se aferró al asiento mientras mordía su ya rojo labio por la fuerza con al que lo estaba mordiendo, una vez completamente dentro de su esposo, alzo un poco más el vestido para ver.
—A-Aki…—dijo el castaño con algo de dificultad, trato de bajar de nuevo el vestido pero Reita no se lo permitió, volviendo a colocar sus manos sobre su cabeza, sosteniéndolo con una sola mano comenzó a moverse— ¡Ah! Ah~ A-Akira~ —nuevamente mordió sus labios para callarse mientras sentía como su esposo aumentaba la velocidad de sus envestidas, gracias a esto no duro mucho con la boca cerrada, pues los jadeos y llamados hacia el rubio salían de manera casi desesperada cuando Reita golpeaba su próstata.
A Reita le gustaba ver como su miembro entraba y salía del castaño, pero le gustaban más ver los gestos y reacciones de este mientras lo penetraba, aumento de nuevo la velocidad, el mismo ya estaba jadeando por la excitación, se sentía cerca de acabar, se acercó un poco más y beso a Uruha, soltó sus manos para llevar esta a su miembro, Uruha al sentir libres sus muñecas las llevo a la espalda del rubio, aferrándose de este mientras ahogaba sus gemidos en sus labios, pronto sintió la lengua del rubio entrar a su boca, comenzó a jugar con esta, enredando la propia con la de su esposo mientras este ahora lo masturbaba, sintió como los movimientos de Reita se movían más rudos, haciéndole gemir en su boca más fuerte, estaba por acabar. Separo sus labios de los de Reita para llevarlos al cuello de este, mordiendo con fuerza al sentir como en las ultimas estocadas profundas se corría en su interior haciendo que por ende él también se corriera, tensándose un poco más, escucho una queja leve por parte de su esposo, lamio la mordida, Reita lo apretó más contra su cuerpo.
—Ah~, hacerlo en el auto fue genial ¿no lo crees? —dijo Reita besando el cuello y hombros del castaño.
—Cállate, aun es vergonzoso…—dijo el castaño abrazándose a su cuello, escondiéndose en el mismo,
Reita aplico fuerza y se levando abrazando al castaño, aun dentro de este, quedando sentado con Uruha encima,  gracias a ese movimiento, el miembro de Reita llego aún más profundo dentro de este, haciendo que este gimiera y tensara los músculos, apretando a Reita.
—Ah, Shima, aprietas tan rico—dijo el rubio descaradamente, mientras llevaba sus manos al trasero de su esposo por debajo del vestido, acariciando este un poco.
— ¡Nya! ¡Ah! ¡A-Akira! Akira! —gimió alto, apretando su agarre en los hombros del rubio.
—Me estas apretando tan rico Shima—dijo mientras acariciaba sus glúteos, apretándolos un poco— hay que hacerlo así otra vez, ¿podemos?, siento que estoy duro de nuevo.
—T-Tu maldito d-desvergonzado—dijo Uruha con algo de dificultad pues era cierto, podía sentir como el miembro de Reita se endurecía dentro suyo.
Reita miro por la ventana, notando que aún no llegaban, aunque estaban cerca, miro al conductor el cual seguía mirando a la carretera, ¿habría volteado en algún momento? No sabía, y tampoco le importaba. — Vamos Shima, ¿te mueves tú, o lo hago yo?
Uruha se sentía que podría morir de la vergüenza en ese momento, aun así comenzó a mover su cadera lentamente, pues aunque le costara aceptarlo, también estaba excitado de nuevo. Reita sonrió triunfal, apoyo su cabeza en el cabezal del asiento dejando que Uruha se moviera, apretó de nuevo sus glúteos obteniendo como respuesta un leve gemido y el aumento en su movimiento.
—Ah, más rápido Shima—pidió Reita, el cual también había comenzado a mover sus caderas, Uruha gimió de nuevo, apoyándose de los hombros de Reita comenzó a brincar sobre este, consiguiendo un aumento de velocidad al igual que más estímulo para su próstata, pues en esa posición y por la velocidad el miembro de Reita golpeaba más fuerte en su interior.
—A-Aki, Akira, y-yo no, ah, no puedo más—decía el castaño entre gemidos, mientras brincaba con fuerza sobre su esposo.
—Lo se Shima, ah, estoy en mi limite también—dijo Reita entre leves jadeos, sosteniendo a Uruha ahora de la cadera.
Los dos se movieron solo un rato más, Uruha se corrió primero, soltando un agudo gemido, tensando por completo su cuerpo, el orgasmo lo golpeo fuerte, gracias a ese espasmo, el miembro de Reita se vio apretado con fuerza en las paredes de Uruha, logrando así una vez más que se corriera.
Reita cerró los ojos, aun jadeando se apoyó en el pecho de su esposo, abrazándolo por la cadera, mientras que Uruha, abrazo la cabeza de su pareja, apoyándose en la misma para poder recuperar el aliento.
—Te amo Shima—dijo Reita aun jadeando, besando su pecho con suavidad.
—Akira idiota—dijo Uruha jadeando apoyado en su cabeza— pero también te amo…
Con cuidado Reita salió del interior de su esposo, le acomodo la ropa interior, después acomodo la suya, dejando al castaño sentado en su regazo, lo acomodo como su estuviese cargando un bebe, dejando que la mitad del cuerpo estuviera sobre él, y las piernas del castaño quedaran estiradas en lo demás del asiento.
—Duerme, te avisare cuando lleguemos—dijo el rubio para después besar la frente del otro, el cual ya se encontraba dormido.
El viaje en auto no duro mucho tiempo, en pocos minutos ya se encontraban en el aeropuerto, agradeció que el avión fuese privado, Aoi, se lució con el regalo. Una vez sus cosas en el avión les permitieron subir.
— ¿Ocurre algo malo amor? —dijo Reita preocupado al ver como Uruha se removía en su asiento con la cara bastante roja.
—Estoy incomodo—respondió simplemente, cerrando las piernas y mordiendo su labio inferior.
Reita lo miro, acaricio su espalda. — ¿Qué pasa, Shima, que tienes?
— E-Está saliendo—dijo en medio de un jadeo, haciendo su cabeza hacia atrás, mordiendo sus labios y cerrando los ojos, el semen de Reita había comenzado a salir de su interior desde ya hace un rato, al haberse corrido dos veces hizo que se acumulara en su interior.
—Oh, vamos al baño entonces, te ayudare a limpiarte—dijo Reita muy sonriente, levantándose junto a su esposo para caminar hacia el baño.
Una vez ahí, lo ayudo a limpiarse, al menos al principio, pues inevitablemente, lo terminaron haciendo de nuevo en el baño. Después de aquel rápido acto en el baño, puesto que ambos iban en su límite y no duraron mucho, regresaron a sus asientos,  Uruha cayó rendido al sueño, apoyándose en el hombro de su esposo, estaba demasiado cansado.
El camino fue de horas, las cuales la pareja aprovecho enteramente para dormir, llegarían en la mañana a Hawái.

La mañana apareció y con ella el aterrizaje del avión, en el aeropuerto varias personas los estaban esperando para llevarlos al hotel, Uruha iba dormido, estaba demasiado cansado, Reita no lo despertó, lo cargo como princesa y bajaron, los encargados sonrieron enternecidos ante la escena, se encargaron del equipaje, Reita entro con Uruha en brazos al auto, el equipaje lo acomodaron en el porta equipaje y partieron.
Cuando Uruha abrió los ojos se dio cuenta que estaba en una cama, se sentó, mirando a su alrededor. — ¿Akira? —dijo adormilado, el cuarto tenia las cortinas cerradas.
—Buenos días mi amor~ —canturreo Reita entrando con una bandeja con comida.
—Buenos días… —dijo aun adormilado.
—Vamos a comer amor, y después nos ducharemos, tenemos mucho que hacer hoy.
— ¿Cómo qué? —dijo el castaño empezando a comer el plato de frutas que venía en la bandeja.
—Bueno, esto es Hawái, tenemos que ir a la playa por obligación—dijo Reita soltando una risa, comiendo de otro plato de fruta.
—Bien, pero me bañare yo primero, SOLO.
—Ya entendí, ya entendí…—dijo Reita soltando un suspiro.
Uruha sonrió, se acercó y beso los labios de su esposo con cariño. —No tardare mucho—dijo para después dejar su plato vacío en la bandeja y entrar al baño.
Uruha entro al baño, notando que había tina, sonrió y coloco el tapón, no estaría mal un baño de burbujas, abrió las llaves para llenar la tina, en lo que esta se llenaba el comenzó a desvestirse, primero las medias, luego el cierre del vestido, le costó un poco pero logro bajarlo solo, se quitó el vestido, lo doblo y dejo sobre la tapa del escusado junto con la ropa interior femenina que se vio obligado a usar, se quitó el velo, suspiro mirándose al espejo, con cuidado se fue quitando el peinado que le hicieron, coloco el jabón en la tina, generando así la espuma, le daba mucha pereza desmaquillarse, así que se dejó así, cerro las llaves y entro a la tina, cerró los ojos y se relajó, tenía todo el cuerpo cansado.
Uruha abrió los ojos de golpe al sentir como el agua subía de nuevo, miro a Reita dentro de la tina, justo enfrente de él.
— ¡¿Qué crees que haces Reita?! ¡Es una tina individual! —dijo sonrojado alejándose un poco, pero no pudo, Reita alzo sus piernas, manteniéndolas abiertas, comenzando a rozar su miembro con su entrada. — ¡Ah! ¡R-Reita! ¿Q-Que estas?... ah~ ¡ah!
Uruha no sabía que hacer o decir, sus piernas comenzaron a temblar, gimió más fuerte cuando sintió el miembro de su esposo entrar sin ninguna clase de preparación, aunque tampoco era muy necesaria, su cuerpo ya estaba acostumbrado, aunque la penetración fue ruda, no sintió dolor. Reita había comenzado a moverse, gimió con fuerza abrazándose al cuello de su esposo, disfrutando de aquella sesión de sexo salvaje que estaban teniendo en el baño.
—Akira~ ah~ m-mas, más rápido —pedía el castaño, aferrándose al cuello de su esposo.
—Shima… ¿Por qué no despiertas ya?
— ¿Qué?
Uruha abrió los ojos, sentándose rápidamente, se había quedado dormido en la tina, y su “sesión de sexo salvaje” solo había sido un sueño, se sonrojo al sentir su miembro palpitar.
—Maldito Reita…—dijo entre dientes—tu deseo sexual es contagioso.
— ¿Shima? —dijo Reita tocando la puerta, asustando al castaño— ¿está todo bien? Llevas un buen rato ahí dentro.
—S-Sí cariño…está todo bien—dijo un tanto nervioso—ya casi salgo solo espera un rato más.
—Está bien, no tardes mucho que también me quiero bañar.
Dicho eso Uruha se sacrificó, abrió la regadera a lo máximo de agua fría, soltando un leve quejido, eso basto para que la erección se le bajara, quito el tapón de la tina y salió, tomo una toalla de las que estaban ahí, se envolvió con ella, tenía demasiado frio, se secó lo más rápido que pudo, se amarro la toalla a la cadera y salió buscar su ropa la cual debería de estar en alguna de esas maletas, Reita entro rápido al baño sin decirle nada, Uruha no le dio mucha importancia, abrió la primera maleta notando que eran las cosas de Reita, sonrió y la dejo en la cama, fue por la segunda, donde supuso que estarían sus cosas, encontró unas cuantas playeras suyas, las cuales eran parte de sus vestuarios de algunos conciertos, siguió sacando ropa, encontrando pura ropa FEMENINA, una venita se le resalto.
— ¡AKIRA! ¡EXPLICAME  DONDE CARAJO ESTA MI ROPA! ¿¡PORQUE SOLO HAY ROPA DE CHICA!?
No hubo respuesta, camino enfadado a la puerta del baño, golpeando esta con fuerza, la cual tenía seguro, continuo goleando, mientras gritaba mil y un insultos hacia el rubio, el cual se bañaba tranquilamente, como si no estuviera escuchando a su esposo gritarle hasta de lo que se iba a morir.
Al poco rato Reita salió encontrando a Uruha aun solo con una toalla, acostado en la cama, mirando el celular.
— ¿Por qué aun no te has vestido? —dijo Reita secándose la cabeza con una toalla pequeña.
—No pienso ponerme ropa de mujer, ni mucho menos los vestuarios de nuestros Pv’s o conciertos Akira.
— ¿Por qué no? Si hasta le dije a  Aoi que comprara ropa bonita para ti
—Maldito Shiroyama, sabía que estaba involucrado en esto. —dijo Uruha ya con el coraje hasta la cabeza.
—Amor, no te enojes…—dijo Reita acostándose a su lado, abrazándolo por detrás, besando su hombro y cuello.
—Akira, basta, esta vez sí estoy enojado.
—Anda amor, te vez precioso con esa ropa—continuo repartiendo besos por su nuca, bajando por su columna vertebral, Uruha se arqueo un poco, estaba algo sensible.
—No Reita…
Al menos había avanzado un poco, ya no le decía “Akira”, eso era buena señal, ya que solo lo llamaba por su nombre cuando hacían el amor, cuando era un asunto serio  o cuando estaba enojado con él. Continuo repartiendo besos por su columna y espalda, Uruha comenzó a soltar pequeños suspiros, cerrando los ojos para después relajarse.
—Amor… ¿estas molesto? —aprisiono más el cuerpo del castaño contra el suyo, acariciando un poco su abdomen y caderas.
—No mucho—dijo soltando un suspiro, volteándose para verlo, Reita acaricio su rostro, cerró los ojos apegándose más a él. —Reita, es enserio, no sé porque me haces hacer estas cosas…
—Porque a mis ojos y a los de muchas más personas, te ves hermoso—beso su nariz sin dejar de acariciar su rostro.
—Debes saber que te amo demasiado para hacerte caso en estas cosas…—dijo Uruha levantándose para cambiarse, se pondría lo más masculino que pudiera encontrar entre tanta combinación de ropa.
Reita sonrió y también se fue a cambiar, una vez ambos listos salieron a pasean un rato. Uruha encontró una playera blanca de manga larga, junto con unos shorts de mezclilla y sandalias con un poco de tacón, sin duda ropa de señorita, Reita también llevaba  una playera de manga larga blanca, el llevaba unas bermudas y unas sandalias normales, era Hawái, hacía calor, así que estaba bien, irían a comer a algún restaurante, Uruha llevaba una bolsa de playa con sus trajes de baño, lestes, bloqueador y toallas.
—Te ves hermoso amor—dijo Reita colocándole un sobrero grande blanco, no quería que su hombre se quemara con la piel tan delicada que tenía.
—Y tu guapo—dijo colocándole una gorra, beso sus labios, tomaron la llave de la habitación, sus carteras y así salieron en busca de algún restaurante para comer.
Se la pasaron dando vueltas por la zona donde se encontraban, gracias al cielo encontraron un restaurante donde había personas que hablaban japonés, pues el inglés ni de chiste.
Poco después de comer fueron a una playa cercana, se cambiaron, Reita obligo a Uruha a dejarse la playera puesta, no quería que su esposo enseñara de más, de por si estaba enseñando pierna por el traje de baño, no quería que se viera más piel.
— ¿Y tú porque si puedes enseñar tu cuerpo? —dijo Uruha haciendo un puchero.
—No me quitare la playera amor, tranquilo—dijo para después caminar con él a la playa, rentaron una sombrilla, colocaron sus toallas en la arena y se acostaron en estas, el sonido del mar los relajaba, en algún momento irían a nadar.
Uruha se quedó observando sus dos anillos, tanto el de compromiso como el de matrimonio en el mismo dedo, juntos, sonrió y cerró los ojos, busco la mano de su esposo, al encontrarla entrelazo sus dedos con los de él, Reita correspondió el agarre gustoso, cerrando los ojos de igual manera.
Se quedaron un rato así, Reita tenía ganas de nadar, así que Uruha le coloco bloqueador en las zonas donde se podía ver más piel, la playera ayudaría a que no se quemara,  se dieron un poco beso y lo dejo ir, él se quedó recostado.
Un rato después Reita regreso, se sentó alado de su esposo, el cual estaba sentado sobre su toalla, bebiendo una lata de refresco que traía. Se quedaron hablando de unas cuantas cosas hasta que un par de chicas se sentaron a su lado.
—Hola—dijo una de ellas muy animada. Al parecer eran japonesas pues podían entenderles perfectamente.
—Amm ¿hola? —dijo Reita un tanto extrañado.
—Mi amiga y yo los vimos desde lo lejos, son unos chicos muy guapos
Uruha se quedó mirando a las chicas a través de las gafas obscuras.
—Queríamos saber si querían compañía esta noche—dijo la chica al mismo tiempo que tomaba la mano de Reita, el cual se tensó un poco.
—Disculpa—dijo Uruha llamando la atención de esta— ¿Podrías quitar tu mano de encima de la de mi esposo?
— ¿Cómo? —dijo la chica extrañada, mirando al castaño.
— Que quites tu maldita mano de la de mi esposo, ¿acaso estas sorda? —dijo mientras elevaba su mano izquierda mostrando los anillos de compromiso y matrimonio, Reita también alzo su mano dejando a la vista los anillos.
Ambas chicas se levantaron, alejándose de ellos.
—No tienes por qué ser tan celoso ¿sabes? —dijo Reita con una sonrisa, tomando el rostro de su esposo, besándolo.
Uruha correspondió, pasando sus manos por el cuello del rubio, notando que ambas chicas aún estaban a unos metros de ellos, viéndolos con sorpresa, Uruha continuo besando a su esposo mientras levantaba el dedo de en medio de ambas manos hacia ellas, esto basto para que ambas se fueran.
Poco después ambos fueron a nadar, Reita se retrasó un poco, pues estaba mandando unos cuantos mensajes de texto.
— ¿Qué pasa? —dijo Uruha con apenas los pies en la orilla del mar, mirando a Reita.
—Nada, cosas de los chicos—dijo restándole importancia, dejando el celular en la bolsa para después ir con él. —nos mandan saludos, lo típico.
—Ah… está bien —dijo ya más tranquilo, entraron al agua después de eso.
Entraron al agua, nadaron un rato, jugaron arrojándose agua, entre otras cosas, se quedaron abrazados dentro del agua mientras se besaban, “piquitos” era lo que se daban. Se quedaron un rato así, poco después salieron para poder secarse.
— ¿Qué vamos a hacer ahora amor?
—Ir al hotel, bañarnos y cambiarnos, dar la vuelta, regresar al hotel e ir a cenar.
Solo dijo eso y se lo llevo, Uruha no dijo anda, simplemente se dejó llevar.
Una vez en el hotel hicieron lo que Reita dijo, se bañaron juntos en la tina, aunque fuera individual, Reita se encontraba sentado, Uruha estaba sentado en medio de sus piernas, apoyando su espalda en el pecho del rubio, el cual lo abrazaba por la cintura.
—Se siente bien estar así, es cálido—dijo Uruha apoyando su cabeza en el hombro de su esposo.
—Lo sé, adoro abrazarte así—dijo besando su hombro.
— ¿A dónde iremos a dar la vuelta?
—Por ahí, la verdad no lo sé, solo quiero ganar tiempo para que se haga de noche.
— ¿Por?
—Es un sorpresa mi patito…
Del asunto no se habló más, o más bien, Reita ya no dijo nada más, aunque Uruha le preguntara, Reita simplemente lo besaba o sonreía, pero no le decía nada.
Al salir se cambiaron de ropa, otra vez “peleando” por lo femenino que se veía Uruha, salieron a dar la vuelta, al finar Reita volvió a ganar, llevando consigo a  un muy sonrojado Uruha de la mano por la ropa que llevaba, ambos recibieron varias miradas, empezaron a temer por que los reconocieran, pero no fue así, los miraban porque llamaban la atención nada más.
Pasaron largo rato caminando, y como Reita quería, la noche llego, habían comprado solo un par de cosas, pequeños recuerdos para los chicos y helado por el calor, Reita obligo prácticamente a Uruha a cambiarse de nuevo, esta vez con ropa un tanto más formal, y gracias al cielo, masculina.
Ambos iban de traje, ambos sin corbata y con la camisa un poco abierta, iban de nuevo hacia la playa.
— ¿Qué planeas iguana? —dijo Uruha ya un tanto cansado por todo el misterio que se había montado Reita.
—Esto—dijo simplemente, habían llegado a una especie de “carpa” pequeña, blanca, con un pequeño candelabro que iluminaba, una mesa para dos bien arreglada, la marea no alcanzaba donde ellos estaban, aun así estaban cerca del mar.
—Akira…—dijo Uruha un tanto sorprendido, no se lo esperaba.
—Quería que fuera sorpresa, es nuestra primera cena como esposos—dijo con una sonrisa, tomando su mano, se acercaron a la mesa, donde ya un mesero los esperaba, la playa estaba cerca del hotel, las personas que los atenderían eran ayudantes del hotel, todo fue planeado por Reita, así sería más fácil.
Uruha simplemente sonrió y lo beso, fueron a la carpa, se sentaron y la cena fue servida, en un rato no dijeron anda, simplemente estaban tomados de la mano mientras comían uno frente al otro, pronto Uruha hablo.
—Amor…—dijo Uruha jugando un poco con la comida de su plato.
— ¿Qué pasa patito? —dijo dejando de comer.
— ¿Alguna vez te imaginaste que terminaríamos así Ue-chan? —dijo Uruha mirándolo directamente a los ojos con una pequeña sonrisa en los labios.
— ¿La verdad? Si, solo que no en estos términos, ya sabes, tu y yo de vacaciones como los mejores amigos, pero esto es distinto Shima, no estamos de vacaciones, estamos de luna de miel, y a pesar de que seguiremos siendo los mejores amigos, ahora eres mi esposo. —dijo Reita muy seguro de sus palabras, mirando a su esposo.
Las mejillas de Uruha se tornaron de un suave color rojizo, bajo la mirada a su plato, pero la mano de Reita en su mentón lo obligo a alzarla nuevamente, recibiendo un casto beso en los labios, el cual correspondió gustoso.
—Te amo Takashima Kouyou.
 —Y yo a ti Akira Suzuki.
Dijeron mirándose a los ojos, aunque no era necesario decirlo, los sentimientos de ambos estaban en su mirada, una mirada cargada de amor en ambos pares de ojos.

Fin <3


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